Los Bicentenarios de antes del Bicentenario. 1809- 2009

 

Graciela Sosa(*)y Berta Wexler(**)

 

Los sueños y las esperanzas las tejieron entre todos. Tanto hombres como mujeres fueron los que construyeron la historia de la emancipación, pero la mirada masculina ha prevalecido en el relato histórico, sometiendo al olvido, a la vituperación y al desprecio social a muchas mujeres que contribuyeron al proceso de cimentación de las naciones americanas.

En el año próximo 2010 se celebrarán los 200 años de la Revolución de Mayo en nuestro país, sin embargo, en el 2009, Bolivia y Ecuador conmemoran los bicentenarios de antes del Bicentenario Argentino, el 25 de mayo- el 16 de julio y el 10 de agosto, respectivamente.

En una pretendida revisión de los discursos hegemónicos que condenan a la invisibilidad del rol de la mujer en estas luchas, creemos que es preciso dar paso a nuevos relatos que reivindiquen su participación, que en lucha mancomunada con los hombres consiguieron torcer el curso de los acontecimientos del proceso de dominación española en el continente americano.

Bolivia y Ecuador comienzan la revuelta, por eso, hay dos bicentenarios antes del Bicentenario en nuestro país; ésta sería una nueva oportunidad para retomar el relato para ampliar el significado de la lucha incorporando nuevas dimensiones.

 

Un recorrido de aproximación

 

En Bolivia, las ideas independentistas comenzaron a discutirse y a fomentar la lucha contra autoridades de la Audiencia de Charcas[1]. El movimiento revolucionario del 25 de mayo de 1809 no fue un acto espontáneo, venía gestándose. El vacío de poder en la península ibérica, con la prisión de Fernando VII en Bayona y la masiva invasión de tropas francesas a España en 1808 despertó levantamientos del pueblo y se constituyeron grupos civiles de resistencia, formándose Juntas en la mayoría de las ciudades no ocupadas por Francia. La noticia de la instalación de la Junta Central corrió hacia América, llegó a Charcas en diciembre de ese año cuando algunos sectores vieron el peligro de que se instalen los portugueses. Los letrados de la Universidad Pontificia de San Francisco Javier redactaron un documento que será el Acta, la proclama inicial de la revolución del 25 de mayo de 1809. La llegada de Goyeneche para que se reconozca la Junta de Sevilla y en su doble misión; portando pliegos desde Brasil, con las proposiciones de Carlota Joaquina (hermana de Fernando VII) y su esposo el príncipe regente Juan VI, que se ofrecía para establecer un protectorado. El emisario contó con el apoyo de García Pizarro[2] y del arzobispo de Moxo, no así con el de la Audiencia que atrajo las simpatías de los criollos y fueron desairadas por las autoridades del cabildo y los universitarios. Todo este movimiento tuvo vinculaciones ideológicas con las corrientes europeas de pensamiento y la unión con los oidores fue para conseguir la deposición de García Pizarro, quien al enterarse ordenó la prisión de éstos, a la par que la de los abogados Manuel y Jaime Zudañez.

Las tertulias[3] y juntas subversivas se fueron convirtiendo en reuniones clandestinas donde se prepararon los pasquines con las noticias. La plebe se amotinó frente a las casas del Presidente y del Arzobispo y a los gritos le pedían sus renuncias. Los rebeldes se apoderaron de la sala de armas y artillería; liberaron a los presos y terminaron renunciando y lo hicieron prisionero a Pizarro. La revolución había empezado.

Charcas fue la cuna de real de la independencia hispanoamericana[4]

Los revolucionarios formaron una Junta de gobierno que actuó durante siete meses, ordenaron la construcción de puentes, y torreones defensivos, porque se preparaban para repeler la agresión potosina que parecía inminente. El nuevo gobierno organizó milicias que estuvieron a cargo de Álvarez de Arenales, y nombró nuevas autoridades. Todo parecía tranquilo hasta que llegó el Presidente Nieto en diciembre y se impuso nuevamente el régimen anterior con muchísima represión.

Desplegó entonces emisarios hacia las provincias para que organizaran también el rechazo. Las mujeres de Chuquisaca, prestaron apoyo de diversas maneras.

 

María Teresa y Casimira

 

La esposa de José Joaquín de Lemoine, María Teresa Bustos de Lemoine, de posición acomodada, mandaba a un sirviente mudo a los conjurados con cartas cosidas en el forro de sus vestidos, firmados con seudónimos convenidos como Parra y Viña a la casa donde se preparaba la conspiración. Ella vendió sus joyas para convertirlas en balas y pólvora.

Cuando una de estas cartas fue interceptada la desterraron a Lagunillas, a pie con sus hijos pequeños, sin abrigo ni sustento. De allí a Oruro y, en ese lugar, la encerraron en un reducto sombrío, infecto y húmedo. Enfermó de “histeria” al saber que sus hijos fueron puestos en la vía pública para entregarlos en caridad. Cuando los patriotas la liberaron vistió uniforme militar, la vivaron al llegar a Chuquisaca y nuevamente los españoles la apresaron, en una cárcel malsana, donde iban matando a los reos políticos, tuvo también otros padecimientos. Delante de ella hicieron los primeros fusilamientos, cuando algunos días después fueron a leerle la conmutación de la pena, ya estaba loca y murió pronto.

La Señora Casimira de Ussoz y Mozi, era española y esposa de oídor. Salió a los balcones a vivar a los cholos para que participaran del asalto a la ciudad. Después sufrió extorsiones, ultraje y vilipendios hasta ser afrontada públicamente con una mordaza por haber defendido la causa de la patria.

Sobresalen estas dos pero muchas otras mujeres las siguieron en el alzamiento. El ambiente más propicio se encontró en la Paz, que hará su revolución dos meses más tarde, con criollos ilustrados de la Universidad de San Francisco Xavier y la Academia Carolina. El 16 de julio, mientras se llevaba a cabo la procesión de la Virgen del Carmen, se produjo un desborde de la gente que ordenó la destitución Tadeo Dávila y pidieron la renuncia del Obispo. Estas dos autoridades fueron acusadas de favorecer los planes y pretensiones de la princesa Carlota de Borbón. Se distribuyeron armas y se abrieron las puertas del cabildo para que la gente participe, confiándose el mando militar a Pedro Domingo Murillo. La revuelta tuvo cauces inusitados y se nombró una Junta Tuitiva que gobernó durante varios meses. El Virrey del Perú ordenó a Goyeneche la represión mientras que el Virrey Cisneros hizo lo mismo con la orden expresa de terminar con todo. Los revolucionarios fueron vencidos y ejecutados sus principales líderes.

Vicenta Eguino lideró al grupo de mujeres de La Paz, junto a Simona Manzaneda y Ursula Goyzueta que formaron una comisaría de guerra, dirigieron una fábrica de cartuchos y armaron uniformes para los soldados, arengaron a la tropa y actuaron siempre al lado de los hombres[5]. María Manuela Campos y Seminario, Manuela Sagárnaga, María Nieva Linares, Juana Sota y Parada, Manuela Iriarte y Ramona Sanozaiz, Romualda Herrera, Ignasia Barra, son algunas, y podríamos seguir con un nómina muy nutrida.

Casi nunca fueron nombradas o recogidas por los historiadores, sí las nombra en general, un Bando Capitular del Cabildo de 1089 cuando proclamó: “…que las mujeres cualesquiera clase y extracción que sean que se abstengan de fomentar partidos perniciosos[6]…”

Tanto los sucesos de Charcas como el la Paz tuvieron un signo mucho más antiportugués.[7]

 

Otro recorrido: Nueva Granada

 

Paralelamente a estos alzamientos el 10 de agosto, se desarrollaron acciones similares en el Virreinato de Nueva Granada, en Quito. También se constituyó una Junta Soberana, el Senado y un cuerpo de ejército, al que denominaron “Falange de Quito” con ideas influenciadas por la Revolución Francesa y la de los Estados Unidos.

Unos pensaron en la real libertad y otros tuvieron como objetivo luchar por mayores derechos para los criollos en el marco de reponer la figura del Rey de España. El nuevo gobierno de la revolución duró tres meses y fueron los propios españoles los que reprimieron el alzamiento. Fuerzas provenientes de los virreinatos de Lima y Colombia llegaron con tropas para matar y apresar a los rebeldes.

El pueblo ecuatoriano resistió heroicamente y en los años siguientes con su denodada lucha logrará la independencia.

 

Manuelas

 

Aquí se destacaron Manuela Caziñares, que su casa se convirtió en el cuartel general de los patriotas del 10 de agosto. Audaz y valiente representa la mujer de su tiempo, a los interés de la libertad y la independencia.

Manuela León fue una indígena que encabezó los levantamientos anteriores al del año nueve, dirigiendo a miles de indios en la Plaza de Punín, contra el régimen español. Esto sirvió de importante antecedente para la Revolución del 10 de agosto.

Las dos revoluciones del Alto Perú; Chuquisaca y La Paz y la de Ecuador en Quito, si bien fueron derrotadas representan los gérmenes de la emancipación latinoamericana del S XIX. Creemos en que el modo de saldar las deudas con ellas sería darle la entidad de sujetos históricos, para superar la desigualdad a la que fueron sometidas en los hechos y en las palabras.

Hoy encuentra a los países de América que celebraron sus Bicentenarios, este 2009, en el apogeo de una transformación donde comienzan a reconocerse las mayorías indígenas y mestizas que viven en estos países que siempre fueron postergadas y en todo caso negadas. Hoy el viejo Alto Perú, según su nueva Constitución, se transformó en: "Bolivia se constituye en un Estado Unitario Social de Derecho Plurinacional Comunitario, libre, independiente, soberano, democrático, intercultural, descentralizado y con autonomías[8]"…

Ecuador se encuentra en un proceso de transformación similar. En ambos países tenemos dos Grandes Heroínas como figuras declaradas Genéralas del Ejército de la Nación a Juana Azurduy y Manuela Sáenz como mujeres que se destacaron en el proceso posterior que duró varios años hasta la independencia definitiva. Pero ellas no sólo libraron la lucha de la independencia sino también arremetieron con las armas y contra la moral victoriana de las sociedades en las que actuaron en cada caso. Sin embargo, sus luchas mayores las están librando ahora, en este presente que se prepara para vivir el Bicentenario, para ocupar el lugar que merecen en las páginas de la historia americana.

Varios países celebrarán el hecho histórico del Bicentenario de la Revolución, a lo largo de toda América, en el 2010 Argentina, Chile y México, Venezuela y Paraguay en el 2011. Colombia resolvió conmemorar en el 2019, seguido por último por Guatemala y Perú.

 

 

RESUMEN

 

Los Bicentenarios de antes del Bicentenario. 1809- 2009

 

Antes del Bicentenario Argentino de 1810, en el 2009 celebraron sus primeras revoluciones en América del Sur, el Alto Perú; hoy Estado Plurinacional de Bolivia, y Quito en la actual República de Ecuador. Esta nota hace un recorrido histórico de tales acontecimientos, destacando el papel de las grandes ausentes de la Historia como fueron las mujeres. América Latina comienza a celebrar los bicentenarios de la Revolución por la Independencia a la par que viviendo nuevos procesos históricos.

 

Palabras Clave: Bicentenario – Revolución – Mujeres

 

 

{0>Resumen<}100{>ABSTRACT<0}

 

{0>Los Bicentenarios  de antes del BICENTENARIO<}0{>The bicentennials before the bicentennial. <0}1809- 2009

 

{0>Antes del Bicentenario Argentino de 1810, en el 2009 celebraron sus primeras revoluciones en América del Sur, el Alto Perú; hoy Estado Plurinacional de Bolivia,  y Quito en la actual República de Ecuador.<}0{>Before the 1810 Argentine Bicentennial in 2009, other countries celebrated their first revolutions in South America, the Alto Peru – Plurinational State of Bolivia today, and Quito in the current Republic of Ecuador. <0}{0>Esta nota hace un recorrido histórico de tales acontecimientos, destacando el papel de las grandes ausentes de la Historia como fueron las mujeres.<}0{>This article covers the historical path of such events, emphasizing the role of women, the very absentees of History. <0}{0>América Latina comienza a celebrar los bicentenarios de la Revolución por la Independencia a la par que viviendo nuevos procesos históricos.<}0{>Latin America starts to celebrate the bicentennials of the Independence Revolution while experiencing new historical processes.<0}

 

{0>Palabras Claves:<}89{>Key words:<0} {0>Bicentenario. Revolución. Mujeres<}0{>Bicentennial - Revolution - Women<0}

 

 

Recibido: 31/03/09

Aceptado: 24/08/09

Versión final: 10/09/09

 

 

Notas



(*) Profesora de Castellano, Literatura y Latín. Investigadora y Profesora en Lengua y Literatura Españolas (España). Docente de Nivel Superior Instituto Nº 3 “Eduardo Laferriere” y Supervisora Ministerio de Educación de Santa Fe. E-mail: graciesosa@intercom.com.ar

(**) Master en la Problemática del Género y Profesora Especializada en Historia. Miembro Centro de Estudios Interdisciplinarios sobre las Mujeres (CEIM)- Universidad Nacional de Rosario, es parte del Comité Académico Museo de la Mujer.(Argentina) E-mail.: berjorgi@hotmail.com

[1] Actual Sucre. Recordemos que durante la dominación colonial y una parte del periodo independiente tuvo tres nombres, Charcas, La Plata y Chuquisaca.

[2] Presidente de la Audiencia de Chacas desde 1797. Ramón García de León y Pizarro Bando Capitular del Cabildo de 1089

[3] Eran reuniones de vecinos de Chuquisaca, que se hacían todos los días en las casas al atardecer.

[4] JUST LLEÓ Estanislao. Comienzo de la Independencia en el Alto Perú. Editorial Judicial. Sucre, Bolivia, 1994.

[5] WEXLER, Berta. Heroínas altoperuanas como expresión de un colectivo. 1809-1825. Revista Historia Regional. Sección Historia ISP N° 3. CEIM Universidad Nacional de Rosario, Rosario, Argentina, 2001.

[6] Bando Capitular del Cabildo de 1089. Archivo Nacional de Bolivia.

[7] ROCA José Luis. Ni con Lima ni con Buenos Aires. IFEA. Plural. Lima, Perú. 2007.

[8] Nueva Constitución Política del Estado.