REVISTA DE LIBROS

 

 

DILLON, Susana; Mujeres que hicieron América. Bibliografías transgresoras, ed. Catari, Bs. As., 1992.

 

Este libro tiene la particularidad de haber escuchado la voz de las mujeres y dice que ellas le han señalado “que de veras la hicieron” recorriendo el continente para “rescatarlas del olvido, reafirmándoles su rol, tal como lo hicieron la Mama Ocllo primitiva”.

La Mama Ocllo fue la mujer de Manco Capac Inca y gobernaba más que su marido toda la ciudad de Cuzco; a ella le obedecían y respetaban según cuentan porque hacía milagros.

Para rescatar el papel de las nativas que eran dueñas de la tierra, de las que sufrieron al lado de los españoles que llegaron y aquellas que se doblegaron y pelearon porque fueron colonizadas.

La revolución que hicieron las soldaderas, las Juanas y las mujeres que sentían que debían hacerla libre de las garras de los colonizadores durante el siglo XIX y XX.

Todas aquellas que fundaron América desde “el poder y otras desde el llano”, que quedaron en el olvido porque el interés político fue más importante para contar la “historia oficial” y lucharon “a brazo partido contra el orden impuesto”.

Susana Dillon inicia su obra con un claro posicionamiento que se expresa en la dedicatoria: “A esa ronda de dolor de las mujeres de toda América, en busca inclaudicable de la verdad y de la justicia en la permanente militancia por la vida.

A las que cayeron en la lucha, pero nos dejaron la vida recién nacida, como una bandera.

A mi hija Rita una de ellas”.

Porque el libro como lo indica este conmovedor comienzo está dedicado a las mujeres olvidadas que dieron todo por esta América desde muy jóvenes contra todas las injusticias que se cometieron en las épocas de la conquista y las que siguieron en los siglos posteriores.

Biografías transgresoras, en un apasionado estilo, es como lo señala la autora “un permanente resistir a sistemas de aniquilación y expoliación, donde solo nos ayuda el instinto de conservación y la memoria”.

Su lectura enriquece con “una permanente búsqueda de la verdad” tal como lo indica la contratapa.

 

Berta Wexler de Molinas

 

 

 

ALVAREZ, Julia; En tiempo de las mariposas, ed. Atlántida, Bs. As., 1995, Título original: In the time of the butterflies. Traducción: Rolando Costa Picazo.

 

Desde la perspectiva del género, esta novela histórica lleva el protagonismo de tres mujeres que lucharon en la República Dominicana durante la dictadura del General Trujillo como oponentes al régimen de facto, fue escrita justamente por una mujer que a los diez años de edad debió exiliarse en los Estados Unidos con toda su familia por las mismas razones.

El 25 de noviembre se celebra el Día de la No Violencia contra la Mujer en homenaje a Patria Mercedes, Minerva y María Teresa Mirabal, desconocidas para Latinoamérica hasta 1960 año en que fueron asesinadas a la visita de sus maridos, trasladados a propósito a una cárcel lejana para obligarlas a hacer un viaje peligroso. Una cuarta hermana que no hizo el viaje fue la que sobrevivió para narrar la historia a la autora que investigó los hechos a tres décadas de haber dejado el país.

Las historias que debían fingir creer los dominicanos era que el jeep se había desbarrancado en una curva difícil, pero el paso por las ciudades de los cuatro cadáveres fue saludado con flores porque la gente de todos los pueblos por donde pasaban sabían la verdad.

El hecho fue conocido por la familia por un telegrama que decía: “Ha habido un accidente. Favor de venir al hospital José María Cabral de Santiago”. Cuatro cadáveres, junto a las hermanas también el de uno de sus maridos Rufino de la Cruz, dos en una camilla y los otros en una estera.

Dedé Mirabal; después de tantas conmemoraciones y entrevistas que convirtieron a sus hermanas en heroínas, era la encargada de su casa paterna, hoy museo; accedió a relatar la vida de su familia a Julia Alvarez, que llevó “magistralmente a los lectores a una época de la historia de la República Dominicana y redimió hechos terribles con la imaginación”, según el Houston Chronicle.

La vida cotidiana y doméstica, acontecimientos políticos y sociales, sentimientos y afectos se entrecruzan en la novela. Minerva desencadenó la tragedia de la familia al rechazar en público los avances de Trujillo. Patria se unió al movimiento opositor desde la Iglesia y María Teresa también participó de la revolución. Dedé quedó fuera del movimiento clandestino para ayudar a sus hermanas y luego criar a sus hijos.

En 1930 Trujillo se proclamó presidente del país e inauguró la “era Trujillo” de casi tres décadas de autoritarismo. Fueron eliminadas todas las oposiciones políticas. La violencia ejercida durante este periodo creció y fue creado para él el rango de Generalísimo. Benefactor de la Patria. Jefe del Estado Mayor, Doctor Honoris Causa (sin mención de disciplina), la Orden de Trujillo y el Gran collar de la Orden le fue entregado, por primera vez a él. Varias veces presidente, para el nuevo periodo hizo elegir a su hermano, Héctor Bienvenido. En 1960 asumió la presidencia Balaguer que no era pariente, pero si su seguidor. En la Sexta Reunión de Cancilleres de la Organización de las Naciones Unidas, las naciones miembros de la OEA le impusieron sanciones a la República Dominicana por haberse probado la participación de Rafael Trujillo en el atentado contra el presidente venezolano Rómulo Betancourt. De esta manera comenzó el ocaso político de los Trujillo y Rafael fue muerto en 1961 en una emboscada preparada por civiles y militares.

Muchos exiliados de la isla comenzaron a volver a su país de origen y la autora de este libro trató de buscar información sobre el caso de las hermanas Mirabal, porque de niña había escuchado del horrible crimen. La única sobreviviente de las cuatro, después de mucho silencio y dolor comenzó a contar la historia.

Las hermanas ausentes, las mariposas, volvían a vivir para Dedé cuando la conmovedora obra de Julia Alvarez le puso imaginación a esta época de tortura, cárcel y muerte tan triste para la historia caribeña.

Esta novela ha sido nominada como mejor libro del año 1994 por el National Book Critics y elegida como Mejor Libro del Año por la American Library Association, distinguido como el libro Notable del año 1995 en Estados Unidos.

El 25 de noviembre de 1960, se encontraron los cuerpos de las tres hermanas al pie de un risco. El día del asesinato de las hermanas Mirabal, apareció la noticia en el diario El Caribe calificando el hecho como un accidente. La memoria colectiva del pueblo dominicano supo la historia verdadera y en los países latinoamericanos, primero, y luego en todo el mundo se instituyó en su homenaje como Día Internacional de la No Violencia contra la Mujer” el 25 de noviembre.

Trascendió la historia y el significado de esta jornada en la lucha de todas las mujeres contra la discriminación de sus derechos “...en el tiempo de las mariposas porque las hermanas Mirabal perdieron sus alas, pero no su coraje”.

 

Berta Wexler de Molinas

 

 

 

HALPERIN DONGHI, Tulio; Ensayos de historiografía, Ediciones El Cielo por Asalto, Bs. As., 1996, 189 pp.

 

Un nuevo libro de Halperin, o más precisamente otro recorrido por la obra de quien seguramente es el historiador argentino más influyente de las últimas décadas. Y ello es así en tanto el libro recopila una larga serie de artículos que habían sido publicados a lo largo de casi cuarenta años. Algunos efectivamente piezas raras de ubicar, otros de conocimiento más generalizado, unidos a sombra de un título, “Ensayos...” que da cuenta de la heterogeneidad, de enfoques, preocupaciones y temáticas de unos trabajos caracterizados fundamentalmente por la diversidad de sus preocupaciones. Desde aquellos en que vuelve a indagarse la obra y estilo de Sarmiento, un tema casi fetiche del autor, pasando por rápidos análisis de algunos los primeros formuladores de la historiografía nacional en los ejemplos de Vicente Fidel López, José Ramos Mejía y Juan Alvarez (seguramente merecedor de un trabajo mayor), se llega al tratamiento de otros temas que merecieron la atenta y no nunca benevolente mirada de Halperin: el revisionismo histórico, Rosas y el peronismo. Dos artículos más, uno sobre José Luis Romero y otro acerca de las perspectivas de la historia social a mediados de los ochenta, deben contarse en clave de una entrada más clásicamente historiográfica.

En suma el libro otorga la oportunidad de transitar por la ya consagrada producción de Halperin, siguiendo algunas de sus marcas y obsesiones, como el impenitente estilo con que trata a quienes considera extraños a la profesión, su consabido sarmientismo y una sostenida intención de juzgar la producción historiográfica siempre atenta a la lectura de los signos que le proveen tanto los tiempos presentes como los contextos en los que fueron producidos.

Nos encontramos con un trabajo que seguramente no logrará ni la extensa difusión, ni el largo elogio que otros si tuvieron, seguramente a raíz de su condición de heterogénea compilación de trabajos ya publicados que despertarán mucho más el interés del especialista que de un público más vasto.

 

Oscar R. Videla

 

 

 

BUCH, Esteban; O juremos con gloria morir. Historia de una Épica de Estado, ed. Sudamericana, Bs. As., 1994, 211 pp.

 

El libro está armado como un recorrido que nos pasea por nuestra historia nacional siguiendo los derroteros de la Marcha Patriótica compuesta en 1813 a los efectos de “inflamar el espíritu público” y fundamentalmente dar sustento y legitimidad a un proyecto político de estado nacional.

Esteban Buch nos cuenta la historia un secular proceso de construcción de la representación simbólica, el que “inscribió” en nuestra memoria colectiva a la “canción patria”; historia de disputas y debates (políticos, académicos, culturales, musicales) pero también la de un prolongado consenso que traspasa los años y los “intérpretes”. Una historia del himno nacional donde parece a primera vista que, como en los cambalaches, todo estuviera mezclado: Vicente López “y Planes” y Maradona, el General Ricchieri y Charly García, Mariquita Sánchez de Thompson y los nacionalistas de derecha. Pero si algo orienta claramente la lectura es una preocupación constante por tomar el tono del himno en clave estatalista y de la representación de poder, sin por ello dejar de preguntase siempre por los efectos que esto comportaba.

Sin duda el libro de Buch constituye un más que interesante ejercicio donde se entrecruzan diversas temáticas y vertientes del análisis histórico de los últimos años. Así por ejemplo, la larga y perdurable tradición del ensayo de interpretación convive con un minucioso, y rigurosamente citado, recorrido por las fuentes de época, articulados a través de un enfoque donde lo que prima es un tipo de análisis del discurso de evidente filiación francesa. Por otra parte a lo largo del relato resulta evidente que se entrecruzan los sonidos de una multiplicidad de autores (Agulhon, Hobsbawm por citar algunos) y problemáticas, particularmente vinculadas al fenómeno del nacionalismo (la utilización del concepto de “invención de la tradición” o de la representación simbólica del estado), utilizados con la solvencia necesaria para dar un acertado panorama del tema propuesto.

 

Oscar R. Videla