Industrialización y migraciones internas en el extremo sudeste santafesino. Empalme Villa Constitución y el departamento Constitución (1947-1980)[1]

 

Oscar R. Videla[2]

 

Introducción:

Industrialización y migraciones internas. Dos procesos profundamente entrelazados en la historia reciente de nuestra Argentina, rica cantera de polémicas y discusiones pero también de investigación. El estudio siguiente se articula alrededor de estos dos procesos, abordándolos en un área pequeña, específicamente en una localidad: Empalme Villa Constitución y el departamento Constitución en el que se halla ubicada. En las páginas que sigue hemos intentado mostrar las consecuencias del proceso industrializador zonal en la localidad, definir algunas condiciones que favorecieron su integración a este proceso, así como las diferenciaciones internas y en la planta urbana, y por último caracterizar la función que adquiere la localidad en el ámbito regional. Tales preocupaciones debían llevar, necesaria e indefectiblemente, a considerar las características del departamento Constitución en la misma coyuntura y por supuesto aludir al nivel nacional e internacional. Tal necesidad resultó extremadamente útil para la caracterización de la localidad, por lo que se la extendió relativamente adquiriendo cierta autonomía.

Las coordenadas de este trabajo, al pasan por el proceso industrializador por un lado y por los movimientos migratorios por otro, supusieron el constante uso de censos y otros materiales estadísticos que presentaron diferentes dificultades, referidas tanto a su correcto y significativo uso, como respecto al procesamiento de material estadístico directo, aspecto que, debemos reconocer, fue desaprovechado en alguna medida.[3]

Como dijimos arriba, intentamos mostrar, exponer y ofrecer algunas explicaciones de un complejo proceso por el que pasaron el departamento Constitución y en especial Empalme Villa Constitución. Tal intento consideramos tiene validez en tanto contribuya, a través de un caso, a consideraciones más globales sobre el cordón industrial y las funciones de las distintas localidades en la zona, pero también consideramos que puede contribuir además al análisis de los profundos procesos y conflictos sociales que caracterizaron a la zona y su clase obrera en las últimas décadas.

Planteados los objetivos y el eje central industrialización-migración interna queda casi de por sí planteado el periodo a considerar: desde 1947 en adelante, con la lógica referencia al inicio del proceso de industrialización por sustitución de importaciones hacia la década del 30.

A partir de allí se describió la evolución de la industrialización en la zona, sus peculiaridades y características principales; correlativamente se hizo necesario tratar la evolución de la economía agraria regional en un esfuerzo por captar los factores de expulsión del grueso de la migración interna: los pobladores rurales. Seguidamente se intentó poner en marcha el movimiento poblacional, dándole una periodización y relacionando los procesos agrario e industrial de manera que nos deje algunas explicaciones sobre su evolución, así como sobre el papel que corresponde a las distintas áreas del departamento en el proceso de industrialización-migración interna.

Completando este marco más general, nos introducimos en el estudio de la localidad que da título a este trabajo: Empalme Villa Constitución, ubicada en el este del departamento Constitución, en el extremo S.E. de la provincia de Santa Fe. Una mirada rápida al mapa revela ya algunas de las preocupaciones abordadas como fueron las vías de comunicación que cruzan el pueblo desde los años previos a la industrialización y un dato que aportará a las conclusiones: la cercanía con el centro zonal, Villa Constitución. Dentro de este marco se ubicó el desarrollo de la evolución del pueblo anterior al impacto de la industrialización y en especial su función zonal; seguidamente las transformaciones y permanencias en la estructura vial en los años posteriores que aportaron a la caracterización del pueblo.

El paso siguiente fue entrar más de lleno al impacto de la industrialización sobre la población, en base a una periodización intercensal en la que se indagó acerca de las relaciones con la evolución departamental, sobre las procedencias y edades, etc.

El trabajo se completó con dos apartados más, ambos más descriptivos que analíticos o interpretativos y centrados en el censo comunal del año 1968. En el primero, siempre siguiendo las consecuencias de la industrialización, se buscó rastrear los cambios en las condiciones de vida de la población y algunas explicaciones aproximativas a esos cambios. En el siguiente se señalaron los efectos diferenciales dentro del impacto de la industrialización, a través de una diferenciación urbanística, demográfica y ocupacional; es la parte del trabajo que más se acerca a un campo poco explotado, el de los sectores sociales y sus relaciones. Por último, a través de un apartado sobre la industria local se vuelve al problema del papel de Empalme Villa Constitución en el ámbito zonal al intentar definir su función en éste.

 

Primera parte: El departamento Constitución

 

1. Consideraciones acerca de la industrialización nacional

Con la quiebra del modelo de desarrollo primario exportador se hizo necesaria la implementación de una serie de medidas que restablecieran la economía argentina, en especial allí donde la crisis de 1930 la había afectado más directamente: el comercio exterior y más exactamente la balanza de pagos. Esas medidas se dirigieron a comprimir las importaciones, que en la ubicación de la Argentina en la división internacional del trabajo, estaban constituidas esencialmente por manufacturas de todo tipo.

Esta contracción de las importaciones provocada tanto por las medidas oficiales, como, más acabadamente, por la elevación acelerada de sus precios, unida a la retracción de los precios de los productos primarios que exportaba Argentina en el mercado internacional, provocaba una mayor rentabilidad de la producción de esos bienes internamente, iniciando la llamada "industrialización por sustitución de importaciones", centrada principalmente en las ramas alimentos y textil, es decir en aquellas industrias que requerían (en una economía descapitalizada) menor cantidad de capital invertido, las llamadas industrias livianas. Además, y principalmente por ello afectaba escasamente los intereses de los sectores sociales dominantes durante la década del 30, aquellos vinculados a la producción agropecuaria y al comercio de exportación, que percibieron la necesidad de un ajuste de la estructura productiva del país que los reubicara en el mundo y a su vez no los desplazara como principal fuerza de poder. Con tal fin buscaron una alianza con los sectores industriales, pero bajo la hegemonía de los sectores agrarios más poderosos y mejor insertados en el mercado internacional.[4]

Tal industrialización, limitada, de bajo rendimiento por hombre ocupado, sin desarrollo de ramas de producción de bienes de consumo durables y de capital, ya contaba con un relativo desarrollo previo, permitido por el relativamente amplio mercado interno, la comparativamente mayor distribución del ingreso (en el contexto latinoamericano), como así por la crisis o las guerras europeas que limitaban las importaciones. Pero el mayor impulso lo encontramos en esta década, y la mayor diferencia estuvo dada por el hecho que no tiene un carácter transgresor al proyecto de desarrollo, sino que fue complementario de uno nuevo que trataba de constituirse.

Si la crisis de 1930 había provocado la contracción de las importaciones, igual efecto provocó la Segunda Guerra Mundial y su inmediata postguerra. En tales circunstancias se profundizó el proceso de industrialización alcanzando a algunas ramas metalmecánicas y expandiéndose vertiginosamente la rama textil. Uno de los indicadores de los cambios que estaba provocando este proceso fue que hacia mediados de la década del 40, el porcentaje del producto bruto nacional de la industria era mayor que el de la agricultura y la ganadería[5]. El otro indicador significativo fue el cambio en la estructura poblacional.

El desarrollo de las industrias sustitutivas, que por sus características se basaba más en una mayor cantidad de mano de obra que en la inversión de capital fijo, provocó la mejora relativa del empleo urbano-industrial ante la retracción del empleo rural, producto de la antedicha crisis de las exportaciones agropecuarias. En tal proceso, la masiva migración interna proveerá la mano de obra a la expansiva industrialización, y al mismo tiempo variaciones significativas en el juego de poder entre los sectores y clases sociales, con su correlato en la política. De tal variedad de transformaciones será expresión el peronismo que implementará, ayudado por la coyuntura externa y el apoyo social de nuevos sectores, el intento más coherente de modelo de desarrollo desde el primario - exportador.

Tal proyecto se proponía la profundización de la estructura industrial, y por tanto la consolidación del sector propietario de ésta, a través de la promoción oficial y la expansión de la demanda interna, provocada por una apreciable distribución de los ingresos en favor de los sectores populares. Esta industrialización apuntó en una primera etapa a completar la primera fase de la industrialización por sustitución de importaciones, abarcando los bienes de consumo durables y algunos de capital, para ampliarse posteriormente. Fue en esta etapa y en este proyecto que se inició la industrialización de la zona en estudio, con la singularidad de que en ella se ubicaron algunas de las industrias más dinámicas del proceso.

 

2. La industrialización zonal

La ciudad de Villa Constitución, ya establecida como centro zonal con un excelente puerto de exportación de la producción agrícola captada a través de la línea del ferrocarril que la une a Venado Tuerto, se constituyó en el lugar de asentamiento de las industrias.

Inició el proceso la empresa CILSA Compañia Industrial Lanera S.A.F.I., formada en Italia, la construcción se comenzó en 1947 y estaba habilitada y en producción en 1948. Seguidamente en 1949 se instaló la fábrica de Aceites Vegetales, fundada por Brehier S.R.L. y vendida a la Asociación de Cooperativas Argentinas[6].

Pero el salto lo constituyó la instalación de ACINDAR Industria Argentina de Aceros S.A.. La empresa ya tenía una planta en Rosario y en 1947 comenzó a construir una planta de laminación en la ciudad que entraría en producción entre 1950 y 1951. En constante expansión creó o compró otras industrias del ramo, la mayoría instaladas en Villa Constitución, como por ejemplo ACINFER Industria Argentina de Fundiciones y Aceros S.A., creada en 1955 con el aporte de capitales norteamericanos y posteriormente vendida y constituida como METCON, Metalúrgica Constitución S.A. (1969); INDAPE, para la producción de aceros planos y especiales; MARATHON, con participación inicialmente igualitaria con capitales alemanes, dedicada a la producción de aceros finos y especiales.

Tan acelerado proceso de instalación industrial a gran escala necesariamente provocó múltiples consecuencias en el desarrollo regional y especialmente en su estructura poblacional. El proceso se profundizó cada vez más con la complejización de la estructura industrial del departamento, al que también alcanzó el desarrollo industrial de la vecina ciudad de San Nicolás. Recordemos que la instalación de la ex SOMISA se inicia partir de 1947 cuando se crea la empresa, aunque su construcción comenzó en 1954 y recién entró en producción en 1959.

Esa complejización está íntimamente relacionada con la nueva coyuntura en la política industrial que se define netamente con el período frondizista, aunque ya pueden observarse suficientes indicios precursores en la última etapa peronista. Nos referimos al incentivo que recibió la instalación de industrias de las llamadas básicas (siderúrgica, química y petroquímica, papel, etc.) caracterizadas por una alta participación de capital extranjero, pero fundamentalmente por su compleja tecnología que requiere un mayor monto de capital fijo invertido, condición que según la política industrial frondizista sólo se podía encontrar en el capital extranjero ante la endeblez de la burguesía industrial argentina en este punto.

De este modo el departamento Constitución, o más exactamente su orilla sobre el Paraná, se constituyó en foco de asentamiento de una de estas industrias básicas, caracterizadas como dinámicas por su impresionante avance en relación con aquellas tradicionales en la estructura industrial de las anteriores décadas, alimenticias y textiles, ahora constituidas en industrias "vegetativas".

Algunas cifras pueden ilustrarnos mejor sobre el impacto del desarrollo industrial sobre el departamento. Este era netamente agrícola, con predominio del cultivo del maíz, con un sistema de tenencia de la tierra marcado todavía para estos años (1947) por el sistema de arrendamiento[7]. Clasificado como "muy rural" por Torcuato Di Tella[8], de él extraemos algunos datos: del total de su población activa sólo un 7% se dedicaba a las actividades secundarias, un 21% a las terciarias, sin población en las actividades extractivas, lo que arrojaba un 72% de la población económicamente activa dedicada a las actividades primarias[9], datos acordes con el porcentaje de población rural: 74%. (Ver ANEXO Cuadro Nº 1).

Otras cifras extraídas de los distintos censos industriales de 1946, 1964 y 1974 nos dieron más información sobre el desarrollo industrial del departamento al comparar porcentajes sobre el total de la provincia. De tales datos resaltan indicios inequívocos del proceso de industrialización que afecta al departamento. Casi con el mismo porcentaje sobre el total provincial de establecimientos, los saltos en los demás indicadores son extraordinario. Resaltaremos aquellos que se producen en los salarios, en el valor de la producción, y el más extraordinario del valor agregado (datos para 1974), aunque también resaltan aquellos referidos a los llamados insumos (combustibles, materias primas, energía comprada).

Las cifras proporcionadas por los censos nos revelan muchos otros indicios de la profunda transformación de la estructura económica del departamento. Un análisis un poco más desagregado, aporta para el esclarecimiento de algunos interrogantes: ¿dónde y en qué proporciones se concentró la industrialización? ¿en qué ramas y con qué características? Los datos del censo de 1964[10] nos aclaran bastante: en la rama de industrias metálicas básicas encontramos que el 0,8% (4 casos) de los establecimientos concentran el 59% del personal ocupado, el 79% de los sueldos y salarios, el 73% del valor de los productos elaborados, el 84% de los combustibles y lubricantes consumidos y el 74% del valor de la materia prima empleada.

La concentración resalta a la vista y esos cuatro establecimientos tienen "nombre y apellido". Son aquellos establecidos durante los últimos años del proyecto peronista y en los años del desarrollismo en las márgenes del Paraná en jurisdicción. de Villa Constitución.

De este modo podemos responder aquellos interrogantes señalados más arriba: el dónde es inequívoco: Villa Constitución, en consonancia con el proceso de concentración nacional de las industrias en algunas zonas determinadas del país, en este caso el Litoral paranaense, el llamado complejo industrial que se extendió en nuestra provincia desde su límite con Buenos Aires hasta el departamento San Lorenzo (en especial las industrias más "dinámicas" y con mayor capital invertido y mayor participación o control del capital extranjero), y más allá, hasta la capital provincial.

La proporción de la concentración es muy grande en este distrito tal como lo marcan los datos e indicadores antedichos. La rama en que se concentra es la de Metálicas Básicas y sus características son aquellas comunes al tipo de industria más próspera y pujante del período, la de bienes durables y de capital. Es decir, de alto porcentaje del valor de sus insumos, del valor total de su producción, de su valor agregado y de los salarios respecto a otras ramas. Además podemos agregar que están concentradas geográfica y económicamente, si atendemos a la evolución de la más importante empresa de la rama, ACINDAR, con su política de captación de los demás establecimientos instalados con su participación, sólo queda la excepción de METCON, de capitales norteamericanos. La otra característica que separa a esta empresa, levemente, de la caracterización general del periodo de la industrialización, es el ser ACINDAR predominantemente de capitales privados nacionales[11].

 

3. Evolución rural del departamento

Todo este conjunto de datos y aseveraciones nos proporciona información sobre nuestro tema más especifico, el impacto de la industrialización en el desarrollo departamental. Pero estaría incompleto si no le agregáramos algunas palabras sobre lo que ocurrió en la rama de actividad predominante antes de 1947, la actividad primaria, especialmente la agricultura, sus relaciones con el proceso industrializador, algunas de sus nuevas características, para pasar finalmente al efecto de todos estos cambios en la estructura poblacional del departamento.

Como afirmamos anteriormente, la crisis de 1930 había afectado directamente los precios internacionales de los productos primarios que exportaba Argentina, especialmente los agrícolas (sólo con algún repunte previo a la Segunda Guerra Mundial[12]), sumado a la relativa pérdida de mercados para colocar nuestros productos. Tales circunstancias, unidas a la tendencia alcista del precio de la tierra pampeana hicieron de las tierras de cultivo del departamento unas de las más caras del país, haciendo evidente la imposibilidad del acceso a la propiedad de la tierra para los arrendatarios, absoluta mayoría en el departamento[13]. Pero es a partir de 1943 y más plenamente con el proyecto peronista que se produjeron cambios significativos en el sistema de tenencia de la tierra en toda la región pampeana y particularmente en el departamento.

Al privilegiar el proceso de sustitución de importaciones sobre el tradicional sector agropecuario, trasladando los ingresos proporcionados por el comercio internacional del segundo hacia el sector industrial a través de su política cambiaria[14] y el control del comercio exterior (el IAPI), el gobierno peronista provocó, dentro de otras muchas consecuencias una "cierta desvalorización de las tierras", ello sumado a la rebaja de los arrendamientos y la prórroga de los contratos logró que "los arrendatarios pudieran acumular capital en virtud de su mayor participación en los beneficios y del mejor aprovechamiento de la tierra debido a la formación, ahora permitida de chacras mixtas. Estos factores, unidos a la desvalorización de la tierra y a la política crediticia del Banco Hipotecario Nacional, les permitieron en muchos casos comprar la tierra..."[15], más allá de la no muy próspera coyuntura del sector y como parte del proceso redistributivo encarado por el peronismo.

Este proceso es especialmente significativo en el departamento, incrementándose el porcentaje de propietarios entre 1947 y 1960 de poco más del 20% a algo más del 50%, es decir un incremento del 150% aproximadamente, el más alto de la provincia junto con el departamento Caseros, más alto que el promedio de la zona Sur (un 100% aproximadamente) y significativamente más elevado que el provincial: 65%[16].

Semejante evolución del régimen de tenencia de la tierra necesariamente provocó grandes cambios, una vez recuperados del gasto que significó la compra del predio, el ahora propietario podría actuar con otra mentalidad empresaria, reinvirtiendo mayores sumas en la capitalización de su establecimiento para hacerlo más rentable.

Así, luego de una primera etapa en que se hacía difícil la importación de insumos para la modernización de la producción agraria, en la que todavía no estaba consolidada la industria sustitutiva local de ese tipo, y en la que existía poco incentivo para la actividad agraria, se producirá un vuelco de la coyuntura que podríamos ubicar su inicio a partir de los '50 y más evidentemente con la sanción del Segundo Plan Quinquenal (1952). En esta nueva coyuntura se vuelve la mirada hacia la producción agraria proporcionando algunos incentivos a la vez que se inicia un proceso de mecanización como parte de una política que tendía a reconciliarse con la producción agrícola para que cubra el bache de la cada vez más deficitaria balanza de pagos internacional. Tal proceso continuó luego de 1955, acentuándose y profundizándose.

La mecanización, necesaria tanto por exigencias de competitividad en el mercado exterior como por el vaciamiento de la población rural debido al acelerado proceso migratorio provocado por la industrialización, estaba destinada en una primera etapa (hasta fines de la década del 50) a suplir el potencial de energía perdido por la migración rural y se evidenció en la caída de los stocks de animales de tiro[17].

El proceso afectó profundamente a la producción de maíz, principal cultivo de la zona que había pasado una difícil coyuntura entre mediados de la década del 40 y la mitad de la década del 50[18]. A partir de aquí a la mencionada mecanización que significaba fundamentalmente más tractores y herramientas, se agregó la aparición de las primeras cosechadoras de maíz (aunque resistidas en un primer momento). Todo esto hizó que se redujeran en casi un 50% las horas-hombre por hectárea en el cultivo de maíz[19].

Entrando en la década del 60 el proceso se intensificó, llegando a la tecnificación (más amplio que la simple mecanización); se extendieron los híbridos, los plaguicidas y en menor medida los fertilizantes; a ello se agregó una mayor experiencia adquirida en el laboreo, la cada vez mayor potencia que proveyeron las máquinas agrícolas y el crecimiento de su número (los tractores, por ejemplo, tuvieron un incremento en el departamento de un 138% entre 1960 y 1970)[20]. Así el cultivo principal del departamento se mecanizó y tecnificó aceleradamente constituyendo en los ´70 el área de "... los mejores rendimientos por hectárea de maíz"[21].

Por otra parte, hacia fines de la década del 60 y principios del 70 el departamento se constituyó en importante productor de otro cultivo de alto porcentaje de mecanización y tecnificación: la soja, que se constituirá en predominante a partir de la campaña 1975/76[22].

Toda esta producción agrícola del departamental tuvo, para estos años de expansión, una nueva vía de comunicación con el mercado exterior hacia donde se dirigía principalmente. Esta es la ex ruta nacional Nº 177, paralela al ferrocarril, que vuelca la producción en el puerto de Villa Constitución que continuó siendo el nexo con el exterior.

Mecanización, tecnificación, procesos que nos permiten observar la estrecha relación que se produce entre la producción agropecuaria y la industrialización. Así observamos que ambos procesos, mecanización primero y tecnificación después, se producen acorde con la evolución industrial. El primero aprovecha en buena medida el proceso de sustitución "fácil" de algunas metalmecánicas como la de implementos agrícolas, y más tardíamente algunas como la industria de tractores y cosechadoras. El segundo, que profundiza y complementa al primero, se produce ya a partir de la década del 60, en el que aparecen insumos producidos por las nuevas industrias dinámicas de alto porcentaje de capital fijo y tecnología, como pueden ser las de fertilizantes, herbicidas o híbridos. El otro tipo de relación se refiere a la mano de obra, ya indicamos algunas consecuencias de la mecanización sobre la mano de obra en el cultivo del maíz, consecuencias que se extienden a la actividad agropecuaria en general; y aquí encontramos uno de los posibles indicadores de la migración rural urbana del departamento, la expulsión de mano de obra suplantada por la mecanización agraria.

 

4. Población: industrialización y migración interna

Intentaremos detallar a continuación los efectos de la industrialización departamental, como asimismo la evolución de su agro en la estructura poblacional.

Una primera mirada a algunos indicadores de la población del departamento, tales como la evolución numérica, los totales y porcentajes de población urbano y rural, la distribución según Zona Aglomerada (es decir todo centro urbano independiente de su tamaño) y Zona dispersa (Población rural neta) nos sugerirán algunas definiciones. (Ver ANEXO Cuadro Nº 1).

Una de éstas es la evidente urbanización del departamento, coherente con la tendencia general y con los procesos descriptos anteriormente. Así la mecanización y tecnificación agraria no sólo ahorraron mano de obra, sino que hizo posible la residencia de los productores en las localidades vecinas a sus establecimientos, facilitada por la existencia de un mayor parque automotor. Por otro lado, la acelerada industrialización también aportó lo suyo a través de las mayores oportunidades de trabajo que ofrecía esa actividad esencialmente urbana, a lo que se unieron los altos salarios relativos de las industrias metalúrgicas establecidas en la orilla del Paraná.

Observando cifras más desagregadas, como las por localidades; y tomando en cuenta algunas consideraciones generales, podemos constatar la presencia de fuertes corrientes migratorias, una de norte a sur, y otra de oeste a este, ambas relacionadas con el proceso de industrialización. La primera, más general, corresponde a la migración de las zonas más atrasadas económicamente hacia las áreas industriales, proceso nacional que en la provincia se produjo desde el norte hacía el sur, superando este límite hacia San Nicolás y el Gran Buenos Aires[23]. La otra corriente, vinculada también a la industrialización pero local, es muy constante y acelerada. Así en el 4.48% del territorio departamental, correspondiente a sus tres jurisdicciones más cercanas al Paraná, y por lo tanto directamente influidas por la industrialización: Villa Constitución, Empalme Villa Constitución y Pavón, el porcentaje sobre la población del departamento ha sido la siguiente desde 1947 a 1980:

 

 

 

1947

1960

1970

1980

Villa Constitución, Empalme Villa Constitución y Pavón

16

39

49

58

Resto del Departamento

84

61

51

42

 

FUENTES: Cálculos propios sobre la base del Censo 1947; Evolución intercensal 1960-1970...., COPRODE, Santa Fe, 1971, Nº 6 e Informe Nº-17 ..., IPEC, Santa Fe, 1984.

 

La tendencia es notoria, la causa de que la costa sea punto de atracción evidente: lo constituyen las modernas industrias instaladas en Villa Constitución, las otras dos poblaciones se beneficiaron de la expansión de ésta, conformando un solo conglomerado.

El por qué de la atracción pasó principalmente por el nivel de ingresos de las industrias, que por sus características unió a la tradicional ventaja de sus salarios sobre los agrícolas la de ser una de las industrias "dinámicas", es decir una de las ramas del sector de mejores salarios. Algunos porcentajes lo corroboran: según datos de 1963, el salario promedio de la rama Metálicas Básicas del departamento era un 27 % más alto que el promedio provincial de la misma y un 107 % más que el salario promedio provincial. En el ámbito departamental su ventaja es más profunda, 167% más que el salario medio departamental excluida la rama[24]. Tal nivel de ingresos del casi 60% del personal ocupado en la industria local explica en gran parte los incentivos a la migración.

No menos importante que los altos salarios ha sido que las oportunidades de empleo fueron muchas, cuestión que podemos observar en el vertical aumento del personal ocupado en la actividad industrial entre 1946 y 1954: 825% y su crecimiento sostenido hasta 1974. (Ver ANEXO Cuadro Nº 3).

Pero como veremos más adelante, tales incentivos no eran privativos de las industrias de Villa Constitución. Iguales efectos provocó seguramente el proceso industrializador en San Nicolás, Rosario o hacia el Gran Buenos Aires, derivando población departamental hacia esas áreas.

Volviendo nuevamente la vista sobre la migración rural-urbana que caracterizó al departamento, mencionaremos algunos de los factores de expulsión de la población rural que actuaron en el proceso migratorio. Ya mencionamos varias veces los efectos de la mecanización y tecnificación del agro sobre la población rural, en especial para la mano de obra transitoria[25]. Otro de los factores es el deterioro relativo que soportaba la producción agrícola desde la crisis del 30 y las penurias de los arrendatarios, particularmente importantes en el departamento. A ello podemos agregar la ya mencionada crítica situación del cultivo del maíz (bajos rendimientos y precios), factor de más corto tiempo, pero seguramente de fuertes consecuencias en un departamento esencialmente maicero como Constitución y en los mismos años en que se instalaban sus industrias.

Ahora bien, no todos los factores de expulsión o atracción tuvieron la misma intensidad y hubo diferencias según los periodos, así como algunas características más singulares. Estas cuestiones son las que intentaremos abordar a continuación.

Tomando como base para la periodización de la evolución de la población los años de los censos nacionales resalta a primera vista la caída de la población total entre 1947 y 1960. Teniendo en cuenta su anterior evolución ascendente y principalmente que ése es el periodo de instalación y puesta en producción de las industrias metalúrgicas (que harían prever un buen incremento), la causa surge inmediatamente: la migración interna.

Para este primer intercensal incidieron varios factores en distinto grado: hasta mediados de la década del 50, la crisis general de la agricultura y especialmente del maíz, y recién a partir de mediados de los 50, el mayor impacto de la mecanización.

El otro tipo de factor que incentivó la migración es el proceso de industrialización por sustitución de importaciones abierto en el país a partir de la mitad de los años 30 que centralizado en el área metropolitana bonaerense, atrajo población hacia esa zona. Tampoco debe desdeñarse la atracción que por los mismos motivos ejerció seguramente Rosario. Es decir que en los primeros años del intercensal el flujo de población se dirigió principalmente hacia otras áreas fuera del departamento, lo cual resulta lógico si pensamos que las fábricas más importantes recién entraban en producción, y por lo tanto tomaron masivamente personal unos cuantos años después de su construcción e instalación. Predominaría entonces en los primeros años la corriente más general señalada anteriormente, de norte a sur. Pero en los últimos años del intercensal predominaría la del mayor flujo hacia la costa del Paraná, tanto por la mayor capacidad de empleo y oportunidades que podía ofrecer la zona industrial, como por la cada vez mayor profundización de la mecanización agraria.

Encontramos aquí una característica que se repite en el siguiente intercensal: la concentración en las zonas aglomeradas[26] de las jurisdicciones (crece un 19,5 %), pero siguiendo la tendencia ya señalada de oeste a este, el 88% del crecimiento de la población en zonas aglomeradas se ubica en las tres jurisdicciones más cercanas al Paraná, perdiendo población la mayoría de las otras localidades o permaneciendo estancadas, con la excepción de Alcorta en el otro extremo del departamento.

En cuanto al intercensal comprendido entre 1960 y 1970, si bien el departamento incrementó su población en un 8%, este porcentaje resulta por debajo de su tasa de crecimiento vegetativo[27], por lo que nuevamente ha de buscarse la explicación en la emigración fuera del departamento (eso sí, suficientemente atenuada por la migración hacia la zona industrial del mismo). Tanto es así que del crecimiento de la población en zonas aglomeradas, ahora mayor (35%), un 88% continúa perteneciendo a las tres jurisdicciones mencionadas.

El proceso de concentración poblacional continúa dirigiéndose hacia el río (ver cuadro ut supra) y hacia las zonas aglomeradas de las localidades, y dentro de éstas hacia las de mayor jerarquía, principalmente en la costa (Villa Constitución y Empalme Villa Constitución) o en Alcorta y Máximo Paz en el oeste, dentro de un marco de continua pérdida de población rural.[28]

La emigración continuó aunque en menor medida porque gran parte de la población rural ya ha emigrado en la etapa anterior (16.097 personas entre 1947/1960, 8.211 entre 1960/1970). Pero también se suma a ello la nueva etapa de auge de la agricultura en general y del maíz en especial hacia mediados del 50, extendiéndose aún más durante toda la década siguiente a través de la creciente modernización agraria (además de la extensión de los híbridos, lo hace la cosecha a granel y se profundiza la tractorización) que necesita cada vez más una mano de obra especializada.

En el ámbito urbano el personal ocupado en la industria continuó creciendo a un buen ritmo: 4,9% anual entre 1960 y 1964 y un 4,7% anual entre 1964 y 1974[29] merced a la expansión de las grandes industrias durante la década que ya funcionaban a pleno.

En el ultimo intercensal, 1970/1980, observamos que el departamento parece superar levemente su tasa de crecimiento vegetativo[30], observación confirmada parcial e indirectamente por otros datos como el menor número de población dispersa emigrada (5.086), la recuperación relativa de las zonas aglomeradas y la menor incidencia de las tres jurisdicciones del frente fluvial sobre el porcentaje del crecimiento de las zonas aglomeradas: 77%. Y aquí encontramos otra de las características del intercensal, el afianzamiento relativo de las jurisdicciones del oeste ya marcado en el anterior intercensal. Tal afirmación no invalida que aun así el frente fluvial siga creciendo en el porcentaje total de la población departamental por su fuerza numérica (ver cuadro ut supra).

Tales procesos confirmar una paulatina desaceleración de los movimientos migratorios, aunque conserva bastante fuerza la corriente hacia el río ya que los aumentos registrados en el oeste seguramente son producto del crecimiento vegetativo más la retención de la población rural migrante en la zona aglomerada de aquellas jurisdicciones.

El fenómeno parece ser producto de una estabilización de las producciones agrarias del departamento, antes maíz, ahora soja, donde la mecanización y tecnificación han expulsado ya a la mayor parte de la población rural dispersa y la emigración se hace por lo tanto menos acentuada.

Ahora bien, en tales circunstancias el impulso de atracción de las industrias del frente fluvial tendría que hacerse mucho más visible en las cifras del crecimiento poblacional. Hasta 1974 tenemos datos del crecimiento del personal ocupado indicando un crecimiento sostenido, pero una retracción en la ventaja de su salario promedio sobre el provincial: 53% más alto en 1974, 159% más alto en 1963. Si unimos a ello una apreciación más general, pero tal vez de mayor incidencia, las dificultades de la economía argentina a partir de mediados de los 70 y particularmente del sector[31], comprenderemos en gran medida la desaceleración del crecimiento poblacional. Es así que se produce a partir de aquí un deterioro en la capacidad de atracción de las industrias del frente fluvial provocando un crecimiento "normal" de la población departamental.

 

Segunda parte. Empalme Villa Constitución: Población, migraciones e industria

 

1. La evolución del pueblo anterior a la industrialización

El pueblo surgió alrededor de su estación ferroviaria, creada en 1890 para cubrir los servicios del cruce del tramo Rosario-Buenos Aires del Central Argentino con el recién inaugurado tramo San Urbano-Villa Constitución del ferrocarril del Sud de Santa Fe y Córdoba[32] y su población creció al impulso de éstos. Su función de nudo de comunicación es evidente con sólo observar un mapa, conectado a través del ferrocarril (un servicio esencial en esos primeros años) con los dos más pujantes centros urbanos del área pampeana y del país (Buenos Aires y Rosario) y con el importante centro zonal de Villa Constitución.

El ferrocarril articuló su actividad y en su cercanía y en función de él, aparecieron las primeras actividades comerciales y de servicios: los llamados negocios de "ramos generales..., fonda y hospedaje, herrería, recepcionista de carga consistentes en cereales, papas hacienda y otros productos..."[33] además de los servicios proporcionados directamente por el ferrocarril como encomienda, correspondencia y fundamentalmente carga y acopio de la producción de la zona, además del tránsito de pasajeros. El área de servicios quedó completada con la temprana creación de una escuela en 1907, la instalación de una Estafeta Postal en 1908, la presencia de un teléfono para 1914 y de una Oficina de Teléfonos en 1926.[34]

Así Empalme Villa Constitución se constituía en un pasaje obligado para toda la producción cerealera del departamento y su necesaria conexión con los principales mercados de ésta. En pocas palabras, un eslabón más en la red de distribución de la producción agropecuaria con destino al mercado exterior, eje principal de la economía argentina de esos años.

 

2. Las vías de comunicación

El ferrocarril jugó un importante rol tanto en la fundación como en el desarrollo del pueblo, papel que aunque mermado por la competencia de las rutas y el camión, siguió cumpliendo por años hasta su declinación actual.

Las rutas y el camión fueron suplantando paulatinamente al ferrocarril y en forma más acelerada a partir de los 50. Pero este proceso que marginó en muchos casos a poblaciones antes prósperas, aún aquellas cercanas a rutas[35], no incidió en ese momento sobre Empalme Villa Constitución de tal forma, antes bien, constituyó un revalorizado factor de su prosperidad, otra vez por su ubicación de cruce de vías de comunicación, esta vez de rutas.

Ubicada junto a las vías del ferrocarril, la calle principal del pueblo formaba parte del camino de tierra que paralelo a aquél, comunicaba las mismas poblaciones y que posteriormente fuera suplantado por la ex ruta nacional Nº 177 (que aunque construida un poco más al sur fuera de los centros urbanos igualmente pasa a poco más de 2 Km de la estación ferroviaria).

El otro camino que cruza la población es la ex ruta nacional Nº 9 que en ésta entronca con el camino antedicho haciéndose uno hasta Villa Constitución donde concluía aquél. Así tenemos repetida la situación, casi idénticamente, de las vías férreas: conexión de una ruta que la une con las poblaciones del interior del departamento, de igual modo que el tramo San Urbano-Villa Constitución; y otra ruta, la ex Nº 9, que la une con los mismos centros que el tramo Rosario-Buenos Aires.[36]

Ahora bien, la obra caminera en el país comenzó en la década del 30, pudiéndose establecer la sanción de la Ley Nacional de Vialidad (1932) como su hito y al igual que el ferrocarril se constituyó en un abanico convergente en Buenos Aires[37]. En los mismos años comenzó en la zona el proceso de pavimentación de la que será la ex ruta Nacional Nº 9. Iniciadas las gestiones para su construcción en 1930, para el año siguiente se empezaron las obras del tramo Villa Constitución-Rosario, que pasa por Empalme Villa Constitución merced a las gestiones de sus pobladores que para lograr tal fin se movilizaron activamente, nombrando un ingeniero como gestor ante el gobierno provincial y logrando el apoyo tanto de la Federación Agraria Argentina como del Presidente de la Sociedad Rural de Rosario.[38]

Es así que iniciado en Villa Constitución en 1931 el camino pavimentado llegó a Rosario en 1935, conectando a ésta con San Nicolás[39] y completando el tramo que más nos interesa para analizar algunos de los factores de la radicación industrial y la función de Empalme Villa Constitución en tal proceso.

Como es sabido, la elección del lugar de radicación de una industria está sujeto a una serie de factores que determinan esa elección, incidiendo de distinta manera según el predominio de alguno o la combinación de varios. Tales factores que pueden ser (para el tipo de industria que nos interesa, las Metálicas Básicas, a su vez factor que hace variar la importancia de otro): la disponibilidad de energía, el mercado consumidor, la cantidad y calidad de la mano de obra necesitada, las facilidades para la distribución de la producción y el abastecimiento de materias primas (léase infraestructura vial y de comunicaciones), la disponibilidad de agua y finalmente la legislación de promoción industrial; se encontraban en la vecina Villa Constitución. Uno de ellos es el que primero nos interesará para seguir la evolución de Empalme Villa Constitución: la infraestructura vial, y más adelante otro también de importancia: la mano de obra y su residencia.

En base a lo señalado más arriba podemos afirmar que para los años de la instalación de las grandes fábricas, y en parte por ello, la zona estaba bien dotada de una variada y compleja infraestructura vial y de comunicaciones: costa y puerto sobre el río Paraná con capacidad para buques de hasta 30.000 toneladas y más directamente referido al pueblo, una red ferroviaria y caminera que lo conectaba con el resto del país. Así la expansión que observaremos de la población de la localidad está directamente relacionada con su vecina, es totalmente tributaria de la expansión industrial de aquella, en base principalmente a dos factores: distancia (a 6 Km según no muy viejos carteles carreteros, a poco más de 3 Km en la actualidad) y otro factor no menos importante, el de ser cruce y paso de ferrocarriles y rutas directamente conectadas con Villa Constitución y con los dos mayores centros consumidores del país.

A ello se agregará una rápida presencia de otros servicios de transporte; perdido el tránsito de pasajeros hacia Villa Constitución por el ferrocarril éste es suplantado por el transporte automotor, servido por varias líneas de transporte de pasajeros de media distancia que circulaban y circulan por la ex ruta nacional Nº 9, haciendo muy simple el traslado hacia el centro zonal. Posteriormente, ya asentado y consolidado el proceso industrializador, en los últimos años de la década del 60, el servicio urbano de pasajeros de Villa Constitución se extendió hasta Empalme Villa Constitución, cubriendo la cada vez mayor demanda de transporte de ésta hacia aquella. Estos datos sobre los servicios de pasajeros inciden esencialmente sobre la población en general, pero no directamente sobre la población empleada en las industrias metalúrgicas (el 46,5% de la población activa real, el 11,5% de la población total de la localidad a datos de 1968[40]), ésta concurría a su empleo en servicios directos hacia las fábricas aportados por ómnibus pertenecientes a cooperativas constituidas por los mismos obreros de las distintas localidades o por servicios privados; es así que hacia principios de la década del 50 se constituyó en el pueblo una cooperativa de transporte integrada por los obreros de ACINDAR.

Pero no sólo el transporte obrero y general se beneficiaba de la corta distancia y profusión de servicios, también el transporte de carga. Buena parte de la producción como de las materias primas de las grandes industrias eran entregadas y distribuidas por transportistas independientes asociados mayoritariamente en una empresa, cuya playa se encuentra en las afueras de Villa Constitución casi equidistante con Empalme Villa Constitución, de allí la existencia de una buena cantidad de camioneros residentes en ésta. Los datos del Censo Comunal de 1968 aclaran con algunos porcentajes la presencia de transportistas: los cuentapropistas de la rama servicios (casi exclusivamente constituida por camioneros) son un respetable 3% de la población activa real y si a ello agregamos que en otras categorías ocupacionales como patrones de servicios y empleados de servicios encontramos algunos patrones y choferes de camiones se aclara en cierta medida lo antedicho.

 

3. El crecimiento demográfico del pueblo

Como hemos visto anteriormente, el proceso abierto con la instalación de grandes fábricas en la cercana Villa Constitución, acentuó y provocó amplios efectos en la población del departamento, movilizándola y redistribuyéndola en un complejo proceso de migración interna. Tales transformaciones se hicieron sentir de manera especial en Empalme Villa Constitución siguiendo el ritmo del centro zonal muy de cerca. Ello se expresa en la evolución numérica de la población del pueblo.

 

AÑOS

POBLACION

% VARIACION INTERCENSAL

 

Total

Zona aglo-merada (*)

Zona Dispersa

Total

Zona Aglo-merada

Zona Dispersa

1947

 

1365

 

 

 

 

1960

3032

2553

479

 

87,03

 

1970

3968

3577

391

30,87

40,11

-18,37

1980

4743

4501

242

19,53

25,87

-38,10

 

(*) Centros urbanos de cualquier tamaño.

FUENTES: Censo 1947; Evolución intercensal...., COPRODE, Santa Fe. 1971, Nº 6; e Informe Nº 17..., IPEC, Santa Fe, 1984. (Porcentajes de O.R.V.)

 

Observamos que la población del distrito creció con fuerza y en especial su población urbana propiamente dicha, a la par que decreció marcadamente su población rural (zona dispersa). Tales procesos son generales y fueron explicados en otra parte, la variación está en las cifras del aumento. Así en el primer intercensal, y en relación con las localidades del departamento, junto con Villa Constitución y Pavón, son las únicas con un crecimiento significativo de su población urbana; de las otras localidades sólo cuatro crecen pero no más de un 15,63% en un departamento que ha perdido entre 1947 y 1960 casi el 15% de su población.

Respecto a este primer intercensal, en el parágrafo sobre la evolución de la población departamental intentamos detectar dos períodos en relación con la migración, principal factor de incremento de la población del pueblo. A través de los datos del censo comunal antes mencionado observamos que tal periodización puede aplicarse también para Empalme Villa Constitución al tiempo que subdividir en 3 periodos; así en el primero, 1947-52, el porcentaje de población migrante no es demasiado elevado, 7% de la población de 1968, ya que el mayor flujo migratorio se ubica en los dos períodos subsiguientes, 1953-60 y 1961-68 con un 18% y 23% de ese mismo año. El porcentaje relativamente bajo es explicable si pensamos que ese primer período fue más de construcción e instalación de las fábricas que de puesta en producción y que seguramente Villa Constitución poseía una mayor capacidad de absorción de los migrantes. No obstante los factores más generales sobre la expulsión de población que afectaban a la población del departamento señalados anteriormente hicieron de éste el principal proveedor de los migrantes al pueblo durante el periodo 1947-1952 con un total migrante del 36%.

El período 1953-60 fue el más significativo en cuanto a la migración durante el primer intercensal, ésta se hace masiva y mucho más extendida en cuanto a su radio de atracción; por ejemplo, los migrantes procedentes del departamento, si bien aumentan en un 83% caen en su participación en el porcentaje total de migrantes para igualar en un 25% a los migrantes de áreas más alejadas (Entre Ríos, Corrientes y Santiago) que eran apenas un 13% en el período anterior.

Durante el siguiente intercensal, 1960-1970, la jurisdicción del pueblo junto con la de Villa Constitución son las únicas del departamento que incrementan su población total. Considerando sólo las áreas urbanas de las localidades, éstas crecen en su mayoría pero en porcentajes ínfimos o menores (no más de 24%), frente al 40,11% de incremento de la población urbana de Empalme Villa Constitución, por lo demás más bajo que el de Villa Constitución[41]. El incremento sigue girando alrededor de la migración masiva; así a fines de 1968 el 23% de la población total ha llegado entre esa fecha y 1961, constituyendo el 40,5% del total de población migrante de 1964. Respecto a su procedencia se han homogeneizado los porcentajes, un 21,5% procede del departamento, un 23,5% de otros departamentos de la provincia, un 20% de zonas más alejadas (Entre Ríos, Corrientes, N.E. y Santiago del Estero) y un 15,5% procede de Villa Constitución. El indicador es interesante ya que estaría marcando una tendencia, que Empalme Villa Constitución está recibiendo población no asimilada en Villa Constitución, actuando como "descarga" no sólo de los migrantes de otras regiones sino de población nativa de Villa Constitución, demostrado esto por el alto porcentaje de migrantes directos (62%), es decir nacidos en Villa Constitución.

Para este intercensal y siempre sobre la base del censo comunal de fines de 1968, podemos intentar un balance parcial. Tenemos un pueblo profundamente transformado con un 59% de población migrante de los cuales un 71% ha llegado en los últimos quince años; transformado también en cuanto a su función, ahora más residencia obrera que centro de comercialización y servicios como lo era previamente a la industrialización. Su planta urbana ha crecido enormemente, casi en un 100%, con una población joven y abultada en las edades activas, un buen porcentaje de menores de 14 años y un promedio de edad de 29,84 años. La marea migratoria ha marcado claramente las diferencias demográficas, económicas y sociales entre las nuevas áreas del pueblo y aquella más antigua, pero también homogeneizó otra parte de las áreas existentes previamente a la industrialización.

En el intercensal de 1970-1980 observamos que el ritmo de crecimiento se ha atenuado, sin embargo, luego de Villa Constitución es la población de mayor crecimiento neto del departamento. Pero aún así su porcentaje de crecimiento ha bajado significativamente hasta un 25,83% en su población urbana, a la par que se recuperaban las otras poblaciones, en especial las del oeste departamental.

Como dijimos en otro parágrafo, parece existir una desaceleración de las migraciones internas, lo que provocaría una evolución más "normal" de las poblaciones del este departamental, entre ellas Empalme Villa Constitución, producto tanto del menor monto total de población rural emigrada dentro del departamento, como de las también ya mencionadas penurias de la economía nacional y de la rama metalúrgica en particular.

A estas causas de carácter general se agregaría una de orden local que provoca el menor crecimiento relativo del pueblo: la gran cantidad de barrios obreros construidos en Villa Constitución a partir de los últimos años de la década del 60, pero en especial durante la siguiente. Las posibilidades de conseguir una vivienda en estos complejos habitacionales se hacen más favorables atrayendo no sólo a los posibles migrantes directamente hacia Villa Constitución, sino que en buena medida atrajeron población de Empalme Villa Constitución con empleo metalúrgico, favorecida por una mayor cercanía a las fábricas y principalmente por el acceso a una vivienda propia en una coyuntura en la que construirla se hacía cada vez más penoso[42].

El proceso de desaceleración puede comprobarse también indirectamente a través de otros indicadores que señalan una leve tendencia de la población local hacia edades más altas, tales indicadores son el promedio de edad que asciende en 1980 a 30,9 años y las proporciones de la población joven que decrecen en este año respecto a 1968. Si bien las variaciones no son muy grandes pueden indicar por lo menos la tendencia.

 

4. Un punto para el análisis. El Censo Comunal de 1968

Este apartado está constituido casi exclusivamente sobre la base de la información proporcionada por el procesamiento del Censo Comunal de 1968[43]. Así entonces uno de los primeros y principales problemas con el que nos enfrentamos fue la selección de las distintas variables a utilizar y su cruzamiento. De la infinidad de posibilidades nos restringimos sustancialmente a algunas pocas tanto por motivos técnicos (el procesamiento fue realizado íntegramente a mano), así como por consideraciones generales sobre la evolución de la industrialización local, y a ella se agrega la utilización de variables "clásicas" (edad, sexo, etc.) y algunas tomadas de otros estudios.[44]

En base a estos indicadores se confeccionaron una serie de tablas y cuadros cruzando distintas variables seleccionándolas por los motivos antes señalados, buscando relaciones significativas. A partir de este cúmulo de información es que se intentó construir un esquema descriptivo de la población de la localidad centrado en el año del censo, pero tratando de percibir no sólo los aspectos sincrónicos sino también los diacrónicos del proceso general.

 

4.1. Población y distribución por edades

A partir de los primeros datos ya resaltan evidencias que nos van mostrando el carácter migratorio de la población y su relación con la industrialización. Así el 59% de la población es migrante y de ésta el 82% ha llegado a partir de 1947. Un vistazo a las pirámides de población nos revela la existencia de una fuerte proporción de población en edad activa especialmente entre 25 y 44 años, con una mayor proporción de varones, lo cual parece lógico si estamos hablando de población migrante y de industrias metalúrgicas que emplean mayoritariamente varones. Sin embargo las diferencias con el número de mujeres no son muy grandes, lo que revelaría la presencia de una migración familiar, más que individual. El caso típico suele ser un varón del grupo familiar que llega primero a conseguir un empleo y cuando lo logra trae a su familia, esto combinado con familias enteras que emigran residiendo con familiares ya establecidos (según lo observamos en el procesamiento de las cédulas censales).

Desagregando las pirámides queda claro que el grueso de la población en edad activa es migrante (70%), como también que por el desarrollo de las edades pasivas permanentes en la población migrante, existió un buen número de migrantes previos a la industrialización (11% del total de migrantes) unido a la migración de personas de edad avanzada en los grupos familiares (padre y madres del jefe familiar en general).

Observando la pirámide de la población nativa encontramos algo esperable, el desarrollo de las edades pasivas transitorias (0-4) compuestas en su mayoría por hijos de los migrantes.

Respecto a las pirámides de algunas procedencias (las más significativas en número) en su mayoría repiten la imagen abultada en las edades activas de la población migrante total, con la excepción de Otros Extranjeros, que concentra su población en las edades pasivas permanentes, obvio producto del anterior proceso de migración masiva, la de la etapa agroexportadora compuesta fundamentalmente por inmigrantes europeos. Una variación la presenta Entre Ríos en la que si bien predominan las edades activas tiende hacia las menores (seguramente consecuencia de ser tardía su incorporación a la corriente migratoria); la otra variación la constituye Buenos Aires y Capital en las que las mujeres constituyen la mayoría de la población activa, variación que no hemos podido explicar.

Como puede observarse en el siguiente cuadro, los promedios de edad son relativamente altos, seguramente como consecuencia de una población recargada en sus edades activas. Por otra parte los datos de Entre Ríos y Otros Extranjeros confirman lo dicho más arriba sobre sus características.

 

PROMEDIO DE EDADES

 

De Otros Departamentos

37,67

Pueblos del Departamentos

37,63

Villa Constitución

35,22

Buenos Aires y Capital

37,01

Entre Ríos

30,25

Córdoba

34,98

Otros Extranjeros

62,70

Total Migrante

36,74

Nativos

19,34

Total

29,84

 

 

4.2. Migración

Puede decirse que toda la nación esta representada en la población de Empalme Villa Constitución en alguna medida. Pero sin duda el grueso de la población migrante está constituido por personas procedentes del mismo departamento (confirmado lo dicho en el apartado anterior), el 37% si unimos las cifras de Pueblos del Departamento (21%), Villa Constitución (14%) y Zona Rural Empalme (2%), siguiéndole en importancia De Otros Departamentos (22%), Buenos Aires y Capital (14,5%), Entre Ríos (12%), Córdoba (4,5%), Otros Extranjeros (3,5%) y Santiago (3%), Resto Mesopotamia (1,5%), Noreste (1%), Cuyo, Patagonia y La Pampa (0,5%), Noroeste (0,5%) y Extranjeros Limítrofes (0,1%).

Más arriba hicimos mención sobre de los años de llegada, a continuación observaremos los porcentajes según los periodos y algunas características.

 

MIGRANTES SEGÚN PERIODOS Y SEXO

 

Periodos

% sobre población total

% sobre población migrante

Sexo %

Mujeres %

Varones %

Antes 1928

4

6,0

42,0

58,0

1928-1946

7

11,5

56,5

43,5

1947-1952

7

11,5

50,5

49,5

1953-1960

18

30,5

46,5

53,5

1961-1968

23

40,5

50,0

50,0

Total Migrante

59

100,0

49,0

51,0

 

Una de las primeras observaciones es que si bien la gran migración se produjo con la industrialización, existió también un respetable número previo a ésta, lo que indicaría una temprana atracción de la población al amparo de sus anteriores actividades, agropecuarias y de servicios fundamentalmente.

Otra observación merecen las variaciones en la relación entre varones y mujeres, la del primer periodo podría explicarse tanto por pertenecer a la primera migración, la de extranjeros (con altos porcentajes de varones), pero la segunda relación resulta difícil de explicar, no habría incentivos para una migración mayormente femenina. En el tercer periodo cabría esperar una relación favorable a los varones, primeros en llegar en busca de las posibilidades ocupacionales. Seguramente resulta más equilibrada por no haber impactado todavía de lleno la migración masiva, y por lo tanto Villa Constitución todavía podía absorber la población recién llegada. También parece confirmarlo que el porcentaje sobre el total no es todavía muy alto. Es así que la relación esperable se produce en el cuarto periodo, y en el quinto vuelve a nivelarse, es decir que la zona ha dado prueba de su seguridad ocupacional para la llegada del resto de los familiares y atrae ya a la familia entera.

Respecto a otra variable utilizada, la del tipo de migración, queda claro que la población llegada tenía en gran parte experiencia migratoria (casi el 40% de los migrantes son indirectos) aunque sea de tipo zonal, esta es significativa en el último periodo (1960-68). Posiblemente esta experiencia estuviera ligada a población que llegó primero a la zona industrial propiamente dicha (Villa Constitución, San Nicolás) y que luego se encontró con dificultades (habitacionales por ejemplo). Optando por las mejores posibilidades en Empalme V. Constitución (acceso más barato a un terreno o vivienda, la facilidad de traslado y transporte, etc.). Este podría ser el caso de los migrantes provenientes de Villa Constitución y de Buenos Aires que lo aparecen en un mayor porcentaje que en otros periodos. Tampoco hay que descartar población proveniente de zonas industrializadas en la primera etapa sustitutiva, ahora industrias "vegetativas", es decir mano de obra con experiencia industrial en una estructura industrial que precisa de mano de obra calificada.

Respecto a la relación varones-mujeres las variantes no son muy grandes con un ligero predominio de varones migrantes indirectos, con la excepción del periodo 1947-52, en que predominan las mujeres.

Otro dato interesante es que recién en los dos últimos periodos aparecen algunas procedencias como N.E., N.O, Resto Mesopotamia, Santiago, o llegan en su mayoría en esos años como el caso de Entre Ríos. Confirmado lo dicho anteriormente sobre Otros Extranjeros predominan en el primer periodo (Antes 1928).

 

4.3. Niveles de Educación

Los niveles de educación parecen bastante altos, el porcentaje de analfabetos totales es bajo 5,28%; el 44% de la población de 14 años o más ha concluido la escuela primaria, de los cuales el 42% posee secundaria incompleta o más.

Analizados a través de las edades significativas tales porcentajes, aún en las edades activas medias (las más significativas en número) superan a la media (49% de la población de 14 o más ha completado la escuela primaria). Recién en las edades activas altas y pasivas permanentes decaen (19 y 10,5% respectivamente). Un nivel educativo bajo se corresponde con las peores condiciones de vida, tendiendo la población en HNBI a concentrarse en los más bajos niveles educativos. Igual correlación existe respecto a la tenencia de la vivienda, pero sumamente atenuada ya que, aunque en menor medida que en los HNBS, en los HNBI son mayoría los propietarios de la vivienda.

Respecto al nivel educativo según los años de llegada observamos que, por ejemplo, los porcentajes de la población de 14 o más que concluyó la escuela primaria aumentan progresivamente pero siempre por debajo de la media. La mayor diferencia la constituyen los nativos (57,5%) constituidos principalmente por jóvenes.

Los porcentajes de analfabetismo ofrecen algunas variaciones:

 

AÑOS

Antes

1928

1928

1946

1947

1952

1953

1960

1961

1968

Total

Analfabetismo %

22,0

7,0

10,0

7,0

6,5

8,0

 

La más interesante es la diferencia entre los periodos 1928/46 y 1947/52. Según nos parece podría ser producto de una diferenciación de la demanda de mano de obra entre tales periodos, confirmada por otras variables. Así en el primer periodo la población migrante activa se ocupa principalmente en los rubros comercio y en servicios; cuentapropistas y empleados de servicios son mayoría, seguramente con un mayor grado de educación por tales actividades. En el siguiente periodo en que ya el empleo industrial metalúrgico es mayoritario podría suponerse que en éste, el primero de la industrialización, tanto los requerimientos de las empresas como la mano de obra migrante serían de menor nivel educativo. Los requerimientos de las fábricas, en tanto están mayoritariamente en construcción, se centran todavía mayoritariamente en mano de obra poco calificada. Por otra parte, la población que integra esa mano de obra sería posiblemente aquella que primero es expulsada de sus lugares de origen, con menores posibilidades de empleo en ella, y seguramente poco calificada, con un bajo nivel educativo.

Tomando en consideración la procedencia, aunque sólo las más importantes, observamos que poseen un porcentaje de analfabetos similar con la excepción de Otros Extranjeros (28%) (relacionado tanto con la edad de éstos como con las características de esta inmigración). Si vemos que el porcentaje de analfabetismo de los Nativos es muy bajo (1,33%) ello se debe principalmente a que predominan en las edades menores cursantes o que recientemente han cursado niveles educativos.

 

4.4. Condiciones de vida. Evolución entre 1968-1980

En este apartado intentamos observar algunos de los cambios que parecen de importancia en las condiciones de vida de la población del pueblo. Para las variables utilizadas poseemos índices comparativos del año 1980, por lo que podemos deducir algunas presunciones comparativas. Para ello utilizamos una serie de datos y variables tomadas de un estudio del INDEC[45] para el año 1980 y sobre la base de los datos del Censo Comunal de 1968 elaboramos los porcentajes y cifras correspondientes para ese año.

 

Hogares con necesidades básicas insatisfechas (HNBI).

Porcentaje de hogares con niveles críticos

AÑOS

Total

% (1)

Hacina-miento

Vivienda

Condición Sanitaria

Asistencia Escolar

Subsistencia

1968

188

21,3

15,4~

4,9~

4,3~

1,6~

5,4~

1980

269

23,6

6,6

5,0

7,9

1,2

9,3

 

(1) Porcentaje sobre el total de hogares.

(~) Estimativo.

 

 

Población en HNBI según grupos de edad seleccionados

 

Población en HNBI

Menores de 2 años, niños en edad preescolar

Niños en edad escolar

Jóvenes

Mayores de 65 años

 

Total

% (1)

Total

% (2)

Total

% (2)

Total

% (2)

Total

% (2)

1968

897

26,8

156~

39,2

201~

41,7

159

25,0

28

13,9

1980

1049

25,0

270

32,6

139

28,1

170

23,2

130

29,7

 

(1) Porcentaje sobre el total de la población.

(2) Porcentaje sobre el total del grupo.

(~) Estimativo.

 

A primera vista resalta el aumento del porcentaje de hogares con necesidades básicas insatisfechas (HNBI), pero correlativamente bajó el porcentaje de la población en HNBI y por lo tanto el promedio de personas por HNBI de 4,77 a 3,90. Ello se hace más significativo si consideramos que el promedio general de personas por hogar disminuyó muy levemente entre 1968 y 1980, de 3,79 a 3,68 personas. Por otra parte, observando otro indicador (la distribución por edades de la Población en HNBI) comprobamos que existe la misma tendencia de la población en general hacia las edades más avanzadas. De ello se deduce que entre esos años se ha transformado el tipo de población en peores condiciones de vida, disminuyendo en las tres categorías de edades menores y de manera muy apreciable, entre los niños de edad escolar (6 a 12 años); a la vez que aumentaron en las edades pasivas permanentes (mayores de 65 años).

Respecto a los indicadores de necesidades insatisfechas, éstos experimentan también algunos cambios. En principio disminuyó considerablemente el porcentaje por Hacinamiento, coherentemente con la baja del promedio de personas por HNBI; los indicadores Vivienda y Asistencia Escolar no experimentaron variantes significativas, pero sí Condición Sanitaria y Capacidad de Subsistencia.

Respecto a este último debemos anteponerle algunos reparos previos, se definen como tales "...los hogares que tienen 4 o más personas por miembro ocupado y, además, cuyo jefe no tiene educación (o sea, que nunca asistió a algún establecimiento educacional o asistió como máximo, hasta 2 años al nivel primario)"[46]. Dadas las características de la estructura ocupacional de la zona y del pueblo en especial, tal indicador pierde cierta objetividad para la etapa inicial de la coyuntura. Los salarios relativamente altos de los obreros metalúrgicos (una cuarta parte de la población activa en 1968) como los de otras categorías de asalariados, unidos a su origen migratorio (por lo general de bajo nivel educacional) hacían perfectamente posible la subsistencia y cierto grado de progreso material con un solo miembro ocupado y por lo tanto se relativiza tal indicador.

Una posible causa del aumento registrado podría ser, entre otras, las crecientes dificultades para conseguir empleo causadas por la recesión que afectó al país desde los últimos años de la década del 70. Las mayores oferentes de puestos (las grandes fábricas metalúrgicas) lo hacían a un ritmo cada vez más pausado en comparación con la oferta de mano de obra o directamente la restringían, tal situación provocó formas de subempleo y desocupación primero, pero también restringió las posibilidades de que un segundo miembro de una familia tipo consiga empleo.

En cuanto al aumento del indicador de Condición Sanitaria podría ser la consecuencia de las dificultades señaladas más arriba sobre el buen porcentaje de viviendas que se siguen construyendo, un 35% del total de las existentes en 1970[47]. Ahora bien, si tales dificultades generales repercuten en las posibilidades de construir una vivienda adecuada y bien provista, a la vez otros tipos de factores socioculturales implícitos en el origen de los migrantes (rural o urbano-rural) podrían incidir en el elemento que decide la pertenencia a este indicador: la falta de retrete.

Ahora bien, hemos mencionado el alto porcentaje de viviendas construidas entre 1970-1980, tal dato comparado con el incremento de la población bastaría por sí solo para explicar la reducción de la población con niveles críticos de Hacinamiento (4 o más personas por cuarto), pero si tenemos en consideración tanto la muy pequeña baja de personas por hogar (promedio general), como la mucho más significativa baja del promedio de personas en HNBI (ver cuadros más arriba), la conclusión es evidente: la mayor parte de la reducción del indicador corresponde a población antes en HNBI por Hacinamiento.

Respecto a las condiciones de vida según los años de llegada, éstas empeoran progresivamente según cuándo llegaron los migrantes (11% de población en HNBI en los llegados Antes de 1928 a un 40% entre los de 1961/68), radicando la diferencia en las condiciones de Condición Sanitaria en mayor medida, seguida por Vivienda y Hacinamiento (lógicas consecuencias de una migración masiva, aunque como veremos más adelante parcialmente mitigadas).

Según las procedencias encontramos grandes diferencias en los porcentajes de población en HNBI, así en las procedencias de más antigua data o más cercanas (Pueblos del Departamento, Otros Extranjeros, De Otros Departamentos, Villa Constitución) el porcentaje de población en HNBI oscila entre los 19 y 24%. En aquellas procedencias más "nuevas" o alejadas (Entre Ríos, Resto Mesopotamia, Santiago, N.E.) los porcentajes oscilan entre los 45 y 89%, condición que se correspondería con lo dicho más arriba sobre las peores condiciones a más reciente llegada.

El porcentaje de Nativos es de los menores (23%), pero seguramente parcializado ya que en buena parte está constituido por menores hijos de migrantes, es decir que si pudiéramos considerar la población por hogares, seguramente los HNBI con jefes nativos disminuirían y correlativamente aumentarían los HNBI con jefes migrantes de media y reciente llegada.

Con referencia a la población en peores condiciones de vida, aquellas incluidas en los HNBI, su inserción en la estructura ocupacional también es desventajosa. Casi completamente constituida por asalariados, éstos se distribuyen en similar número en las ramas Servicios, Industria Metalúrgicas e Industrias Manufactureras (23%). Lo dicho se afirma con algunos porcentajes de la participación de esta población en las ocupaciones menos remuneradas real, o relativamente (tal el caso de la de Industrias Manufactureras respecto de Industrias Metalúrgicas), como Obreros de Servicios, Peones y Jornaleros, Obreros de Industria Manufacturera, con un 61,5%, 51,0% y 46,5% respectivamente; inversamente por su poca significación en las de más alta remuneración o ganancias, Cuentapropistas de Comercio, Empleados y Obreros Metalúrgicos, Empleados de Servicios, con un 9%, 18,5 y 26% respectivamente. Todos esto está obviamente armado sobre la base de los asalariados, ya que no están representados en esta población los propietarios de ninguna de las ramas.

 

4.5. Tenencia de la vivienda, condiciones de vida y procedencias

Los primeros datos sobre tenencia de la vivienda nos indican que el 72% de los jefes familiares son propietarios de su vivienda, un 23% inquilinos, un 2,5% gratuitos y de emergencia y un 2,5% en otro carácter. Tal proporción de propietarios puede explicarse por la profusión de loteos urbanos vendidos en mensualidades especialmente en los años cincuenta (así entre 1953 y 1967 se loteó una superficie casi igual a la planta urbana de la localidad) y también en respetable medida por los relativamente buenos sueldos industriales que permitían el acceso a esos lotes.

Aún entre los jefes de HBNI son mayoría los propietarios (52%) con un 42% de inquilinos, un 4% de gratuitos y de emergencia y un 2% de en otro carácter. Y aquí encontramos otro dato interesante, el muy bajo porcentaje de ocupantes gratuitos y de emergencia, lo que indicaría no sólo que los terrenos fiscales no han sido ocupados como en otras áreas industriales por población de pocos recursos (generalmente migrantes recientes). Además estos terrenos son muy escasos (solamente los del ferrocarril a la vera de las vías).

Ahora bien, si consideramos el año de llegada de los jefes de familia migrantes nos encontramos con que la proporción de HNBI aumenta con los periodos. Este proceso es lógico en una población mayormente migrante en el que los primeros en llegar se encontrarán con las mayores oportunidades relativas. Así en el último periodo encontramos la más baja proporción de propietarios (51,5%) sobre el total de jefes de familia, como también es en el único periodo en que entre los jefes de HBNI los inquilinos superan a los propietarios. Tales hechos se explican tanto porque por su reciente llegada estos migrantes no están todavía afirmados totalmente en la estructura ocupacional, como porque no ha transcurrido el tiempo necesario para acumular cierto ahorro que permita el acceso a la propiedad de un terreno o vivienda o más normalmente la autoconstrucción.

Este último fenómeno, la autoconstrucción, es el más extendido. El reciente propietario de un terreno construye su vivienda por sí solo, ayudado por sus familiares directos, sin asesoramiento y con pocos conocimientos técnicos y herramientas, generalmente en forma muy gradual y a lo largo de una buena cantidad de años en los que se agregan "piezas" o mejoras. Un fenómeno particular en este caso ocurre cuando por la naturaleza de la construcción se necesita más mano de obra (generalmente las sucesivas techadas de las "piezas"). Tales ocasiones se convierten en reunión de migrantes de los mismos pueblos, familiares del dueño de la vivienda o vecinos, condiciones que en la mayoría de las ocasiones reúnen todos los participantes, reforzados por la tendencia de los compueblerinos de adquirir terrenos vecinos.

Tal forma de construcción de viviendas (propia de las clases populares en general) se veía extendida principalmente por la ausencia de complejos habitacionales, comunes en las áreas industriales y de especial manera en la cercana Villa Constitución. Consecuencia de esta forma de construcción son, en alguna medida, los resultados del indicador Condición Sanitaria. Al construirla sin asesoramiento y por sí mismo, el migrante (generalmente rural o urbano-rural) lo hace según sus propias pautas culturales en las que la presencia, por ejemplo, de un retrete moderno no figura como prioritaria.

Volvamos a los indicadores de condiciones de vida. Respecto a los Nativos, si bien constituyen la mayor parte de los jefes de familia, son los de más baja proporción respecto a su población total (por el fenómeno de los hijos de migrantes). Su principal característica es el más bajo porcentaje de HNBI con un 11%. Excluida esta procedencia podemos establecer respecto a los jefes de familia la misma relación que para la población total. Es decir a mayor cercanía y más antigua data más bajo porcentaje de HBNI, y a la inversa a mayor distancia y más cercana llegada más alto porcentajes de HNBI.

Si observamos la tenencia de la vivienda comprobamos que dos procedencias (Otros Extranjeros y Nativos) tienen un porcentaje muy alto de propietarios y posiblemente también propietarios de buena parte de las viviendas en alquiler. Le sigue en porcentaje Zona Rural de Empalme con un 78,5%. Tan alto porcentaje para una población rural migrante puede explicarse (teniendo en cuenta además el muy bajo porcentaje de población en HNBI) si se supone compuesta por propietarios rurales establecidos en el pueblo, en consonancia con lo descripto en otro apartado, o que venden sus propiedades, o parte de ellas, para establecerse como cuentapropistas comerciales o patrones de alguna pequeña industria manufacturera local. Otras variables apoyan esta afirmación: menos del 50% de su población activa es asalariada, los restantes se dividen en partes iguales entre propietarios de campo o industrias manufactureras y cuentapropistas comerciales.

La siguiente procedencia respecto a la propiedad de la vivienda es (sorprendentemente) Entre Ríos con un 75%. Podemos decir que llegaron masivamente en el periodo de mayores facilidades para adquirir terrenos, pero de adquirirlos a construir hay un largo trecho, es así que podemos suponer (en base más a la observación personal que a datos estadísticos comprobables) que una mayor solidaridad entre comprovincianos pudo favorecer tal proceso: Se hallan más concentrados que ninguna otra procedencia, en dos loteos de 1955 y 1956 y en menor medida en el área G (loteo, 1951), sus lazos familiares son entendidos en forma extensa (el ejemplo característico del "padrinazgo" con obligaciones tácitas pero ciertas con su ahijado y con los padres de éste), todo ello pudo favorecer procedimientos de compra y construcción de vivienda en forma más conjunta y por tanto más aliviada, aunque esto no signifique necesariamente ni vivienda, ni condiciones de vida dignas.

Pueblos del Departamento y Villa Constitución poseen porcentajes más cercanos a la media (73 y 70%), entendibles tanto por su número como por su flujo de llegada más homogéneo a través de todos los periodos. Le siguen dentro de las procedencias más significativas De Otros Departamentos que a las mismas características de los dos anteriores suma un alto porcentaje de Inactivos (especialmente Amas de Casa) que puede hacer caer un poco el porcentaje total.

El siguiente es Santiago con un 60% de propietarios, seguramente este porcentaje ya bajo la media es consecuencia de ser muy reciente su migración (en el último periodo llegó un 62% del total) como de su inserción en ocupaciones de bajos salarios (57% de su población activa son peones rurales, jornaleros u obreros de servicios).

Así llegamos a dos indicadores a los que no hemos podido encontrar una explicación convincente: el 59 y 56% de Córdoba y Buenos Aires y Capital. Ni la relativa equiparación de población ocupada en las distintas ramas en el caso de Córdoba (recordemos siempre el predominio de la rama Industria Metalúrgica), ni el alto porcentaje de Inactivos en Buenos Aires y Capital parecen justificar los porcentajes. Ambos poseen un ritmo de llegada sostenido y buena presencia en el periodo de fácil acceso a terrenos, tampoco están concentrados en áreas más viejas del pueblo con propietarios ya establecidos y mayor proporción de inquilinos.

 

4.6. Ocupación, industrialización y condiciones de vida

Los datos de esta variable nos dicen que el 36,8% de la población es activa real contra un 65,4% posible según la composición por edades (total de población entre 14 y 65 años), también que el grueso de esa población activa real está constituida por migrantes, el 71%. Respecto a la composición por sexo, no utilizamos ninguna variable que nos la indique directamente, pero en base a algunas consideraciones generales (como el tipo de industria prevaleciente, metalúrgicas, con altos porcentajes de mano de obra masculina) como a los datos disponibles (tales como que la mano de obra masculina según edad es superada en 141 personas por la población activa real) podemos afirmar que un pequeño porcentaje de la población femenina en edad activa está ocupada dentro del mercado formal (estimativamente entre un 10 y 15%).

Pero volvamos a las características generales. Confirmando algunas presunciones de un apartado anterior (sobre el Departamento) el grueso de la población activa real tiene ocupación industrial, el 46,5%, y tal vez tal promedio sea mayor si consideramos que otras actividades como cuentapropistas de servicios están constituidas casi exclusivamente por camioneros (vinculados en gran parte al transporte industrial). Estos constituyen un respetable 3% de la población activa real; tomemos en cuenta, siguiendo sólo con esta actividad, que en el indicador Patrones de Servicios existen dueños de camiones con choferes y que éstos contribuyen a sumar en el indicador Empleados de servicios para comprender lo extensivo que puede ser el empleo industrial.

Ahora bien, de ese 46,5%, el 66% (el 30,5% del total de la población activa real) está constituido por población con ocupación industrial metalúrgica con altísimo porcentaje de obreros (80%) que constituyen la cuarta parte de la población activa real. Estos datos justifican en buena medida la prioridad que adquirió a lo largo del estudio la variable de los salarios industriales y metalúrgicos en especial; más aún si hacemos extensivos los porcentajes al total de la población asalariada que constituye el 72% de la población activa real, pero que para el caso de la Industria Metalúrgica es de más del 96%. En el rubro que le sigue en importancia Servicios, el porcentaje de obreros es de 83%, y en Comercio apenas constituye el 30% dado el desarrollo de los cuentapropistas. En la Industria Manufacturera es ya cercano a la media (70,5%) y por último en las Actividades Primarias (en la que incluimos el indicador Jornaleros, en buena medida ocupados en ésta) es de 78%. Tales porcentajes, entrando a analizar el proceso migratorio, aumentan para la población activa real migrante con la sola excepción del Comercio que baja 1,5 puntos. En las restantes ramas los porcentajes respectivamente son los siguientes: 99%, 84,5%, 73% y 79,5%.

Considerando los años de llegada al pueblo observamos que recién a partir de 1947 los ocupados en la industria en general y la metalúrgica en particular superan a las otras ramas individual y conjuntamente; en los periodos subsiguientes conservan un equilibrado 50%. De la distribución por ramas de la población migrante resulta que tanto migrantes previos a la industrialización como Nativos (estos últimos bajo la permanente salvedad de su población joven hijo/as de migrantes) predominan en el rubro Comercio, en especial entre los patrones (82,5%) y cuentapropistas (61,5%). Su representación en la ocupación industrial es menor que en el total de la población activa real, y en esta rama proporcionan casi el 70% de los patrones. Aclaramos que si pudiéramos hacer un corte mas real según población previa y posterior a la industrialización tal proceso se acentuaría, ya que está parcialmente desvirtuado por los nativos, de los cuales sólo un 38,5% aproximadamente nació antes de la industrialización.

De todo lo antedicho surge que tanto migrantes previos a la industrialización como nativos, además de dedicarse al comercio y servicios (actividades principales antes de la industrialización), seguramente acentuaron estas características, tendiendo en especial hacia el comercio. Ello es explicable considerando que ante el aluvión de migrantes "nuevos" las demandas de éstos hacían fácilmente rentable este tipo de actividad a aquellos que tuvieran un mínimo de capital para iniciar la actividad, el migrante "nuevo" necesitaría o bien traer ya ese mínimo de capital (seguramente una minoría dado el tipo de atracción) o algunos años para lograr ahorrarlo. De allí las ventajas de los residentes que podían invertir sus ahorros en actividades conocidas y con cierta seguridad de ganancias.

Observando los resultados de los tres periodos de industrialización aparece un dato esperable, el predominio de la rama industrial metalúrgica sobre cualquiera de las otras ramas, con un 35% de la ocupación real. Pero a partir del periodo 1953/60 encontramos algunos datos significativos, por ejemplo que empiezan a abultarse algunas ramas y ocupaciones, tal el caso de empleados de comercio y servicios (lógico aumento por las crecientes demandas de una población en rápido crecimiento) pero también aumentan y en gran proporción tanto los obreros de servicios, peones rurales y jornaleros, como los obreros de las industrias manufactureras, a lo que se agrega en el último periodo una baja real y relativa de los obreros metalúrgicos. Es decir que las posibilidades de un empleo bien remunerado (entiéndase metalúrgico) se restringen y la población más reciente debe ocuparse cada vez más en ramas de menores salarios o engrosar la categoría de desocupados y subocupados, tal el caso de los jornaleros y peones rurales.

Si observamos las relaciones entre la estructura ocupacional y las procedencias comprobamos que por ejemplo para la industria metalúrgica, los ocupados en esta rama se distribuyen en igual orden que el de sus respectivas poblaciones totales y en una proporción casi igual, con la sola excepción de Nativos (volvemos a recordar aquí la juventud de sus componentes). Es decir que las distintas procedencias están representadas en la ocupación industrial metalúrgica en igual manera y proporción que lo están en la población total.

Las mayores diferencias han de encontrarse entonces en las otras ramas. Nuevamente notamos una relación parecida a la antedicha para los años de llegada. Así las procedencias más antiguas o de más homogénea y constante llegada, como de relativa cercanía, tienden hacia las ramas comercio y servicios y hacia las ocupaciones mejor remuneradas o independientes (empleados, patrones, cuentapropistas) dentro de éstas. También en las actividades primarias tienen una buena proporción de propietarios. Es el caso de Pueblos del Departamento, De Otros Departamentos, Villa Constitución, Otros Extranjeros, Buenos Aires y Capital y Nativos.

Respecto a las procedencias de llegada más inmediata y lejana, si bien tienden también hacia la rama servicios lo hacen en una relación más pareja entre las ocupaciones menos remuneradas de ésta rama (los obreros) y aquellas mejor remuneradas. A su vez tienden hacia las ocupaciones de las actividades primarias, pero allí sí hay un absoluto predominio de las ocupaciones menos remuneradas (peones y jornaleros). La explicación dada para los años de llegada es igualmente válida en este caso.

Pasemos ahora a las condiciones de vida según la rama de actividad y ocupación. Resaltan nuevamente las mejores condiciones de vida que proporciona un empleo en la industria metalúrgica, su porcentaje de población en HNBI (18%) es el segundo más bajo, luego de la rama Comercio, casi 6 puntos más abajo que el porcentaje total de la población activa real (23,5%). Pero a diferencia de todas las otras ramas el porcentaje de sus obreros en HBNI (19,5%) es de los más bajos de las ocupaciones asalariadas, sólo más alto que la de los empleados de la industrias manufactureras y metalúrgicas, y muy lejos de los porcentajes de los obreros de otras ramas, aún los de la industria manufacturera (31,5%, 50,5% y 61,5 para los obreros manufactureros, rurales y de servicios respectivamente).

Como es de esperar el grueso de la población en HBNI está constituida por asalariados, en especial obreros y dentro de éstos los de las actividades menos remuneradas. De los cuentapropistas sólo un 11% del total está en tal condición y de aquellos más numerosos, los de Comercio (66,5% del total), su porcentaje bajó a poco menos de un 9%. Respecto a los patrones, un solitario patrón de Comercio es el único representante entre la población en HBNI.

Las causas más comunes de HBNI es Hacinamiento (65%), siguiéndole Vivienda (27%), Condición Sanitaria (21%), Capacidad de Subsistencia (18,5%) y Asistencia Escolar (5%). La distribución por rama de actividad es semejante, con la excepción de un mayor porcentaje por Vivienda en Industria Manufacturera (49%) y de Asistencia Escolar en Servicios y Actividades Primarias (9% y 11,5% respectivamente). Dado que este tipo de hogares está compuesto especialmente por obreros, la distribución por ocupación también es semejante.

Consideremos ahora algunas características de la tenencia de la vivienda y los HBNI en relación con las ramas de actividad y categorías ocupacionales. De manera similar a otros apartados resaltan las mejores condiciones de vida de las personas con ocupación metalúrgica y comercial, los porcentajes de HBNI en las distintas ramas son los que siguen:

 

PORCENTAJE DE HBNI EN CADA RAMA DE ACTIVIDAD

 

 

Comercio

11,0

 

Industria Metalúrgica

17,0

 

Industria Manufacturera

33,0

 

Servicios

26,0

 

Actividades Primarias

40,5

 

Total Industria

24,5

 

Total Población Activa Real

23.0

 

Inactivos

17,0

 

La tendencia es también semejante a la descripta más arriba donde las peores condiciones de vida están entre los asalariados y dentro de éstos entre los de menores remuneraciones. Considerando la tenencia de la vivienda encontramos que la relación respecto a las industrias se repetiría, concentrándose los propietarios en las ramas mejor remuneradas o de gran cantidad de cuentapropistas, pero tal relación se cumple con la excepción de Actividades Primarias con un alto porcentaje de propietarios, similar al de Industria Metalúrgica (73% el segundo, 72,5% el primero) aún estando constituida en gran parte por peones y jornaleros (76%).

Respecto a las condiciones de vida tanto Propietarios como Gratuitos y de emergencia, tienden a concentrarse en los HNBS, en especial los propietarios. El porqué de la tendencia de los gratuitos y de emergencia seguramente es por la relativa ambigüedad del indicador. El ocupante gratuito no necesariamente carece de los medios para comprar o construir su propia vivienda, es muy extendido el caso en que viven en propiedades de familiares, generalmente sus progenitores; a ello debemos sumar la poca significación del indicador en general.

Inversamente a los propietarios, los inquilinos tienden hacia los HBNI, con la excepción de Industria Metalúrgica y Comercio. Respecto a las distintas categorías ocupacionales encontramos que los propietarios patrones no bajan de 82%, y otra categoría, la de los cuentapropistas comerciales, tiene un 85,5% de propietarios, seguramente a causa de su actividad como de su composición (nativos o de primera migración en gran parte). Los empleados de altos salarios como los industriales también poseen un alto porcentaje (entre 70,5% y 85,5%), no así los de servicios y comercio (57,5% y 33,5% respectivamente). Dentro de la categoría de obreros el mejor porcentaje corresponde, lógicamente, a los obreros metalúrgicos (72,5%), siguiéndole los rurales y de servicios y por último, un poco extrañamente los obreros manufactureros con un 58%.

 

5. El impacto de la industrialización en la planta urbana. Las diferenciaciones internas

La información referida en este apartado ha sido obtenida en base a los datos proporcionados por el conjunto de Cédulas del Censo Comunal de 1968. Para su procesamiento se procedió a dividir el pueblo en áreas, no sólo para facilitar la tarea de procesamiento sino que se intentó dividir según algún criterio significativo, que nos aportara al tema principal: el impacto de la industrialización. Un buen criterio lo encontramos al guiarnos por las fechas en que se lotearon los distintos terrenos de la planta urbana del pueblo. El criterio no era totalmente objetivo e identificador del impacto de la industrialización (terrenos de un loteo pueden permanecer años sin ser adquiridos y menos aún construidos) pero sí el más aproximado con el que contábamos, y a la luz de los resultados su elección parece acertada.

De la información proporcionada por este censo ha quedado a la vista la clara diferenciación de dos áreas, o más propiamente dos extremos, constituyendo las demás áreas términos medios hacia los que posiblemente evoluciona una de las áreas, la más "impactada" (no así la otra que seguramente ha acentuado sus características). Nos referiremos brevemente a estos dos extremos, en particular, y a los términos medios a partir de un área que consideramos promedio, intentando una caracterización de las diferencias observadas. Este análisis de sólo tres áreas no invalida un breve comentario sobre las otras áreas y algunas de sus particularidades.

El área A es el "centro" del pueblo, está en loteo más antiguo y es el exponente de la anterior historia de la localidad. Ubicada frente a la estación y a los depósitos del Ferrocarril; en él están concentrados los servicios y los comercios de importancia: la Comuna, el Juzgado de Paz, la Comisaria, la Oficina de Teléfonos, los mayores comercios, etc.. Por supuesto, allí habita la población más antigua y de mayores recursos, constituyendo el barrio de los sectores sociales más altos del pueblo: patrones comerciales, cuenta-propistas y empleados de altos salarios o de los llamados de "cuello blanco". (Ver ANEXO. Cuadro Nº 6).

El área era "el" pueblo antes de la industrialización y su población se conservó, en buena medida, apenas influida por la migración (con relación a los parámetros generales del pueblo), ligada a las ramas de actividad predominante antes de la industrialización, el comercio y los servicios (Ver ANEXO. Cuadro Nº 5). Indudablemente se beneficiaron con la brusca expansión de la demanda de éstos por una población creciente y en gran parte con una respetable capacidad para hacer uso de ellos.

Algunas cifras aclararan algo estas afirmaciones. Del total de la población activa real el 39% está ocupada en el Comercio, el 30% en Servicios, el 13,5% en Industria Metalúrgica, el 9,5% en la Industria Manufacturera, el 5,5% en las Actividades Primarias y un 2,5% es desocupado sin especificar rama. El predominio del comercio y los servicios es evidente, la industria ni aún uniendo los dos indicadores se acerca al porcentaje de comercio y servicios. Pero datos mas interesantes resaltan si tomamos las categorías ocupacionales: el 54% de la población ocupada real es patrón o cuentapropista, los empleados un 26% y los obreros un exiguo 11%. Así en Comercio un 20,5% son patrones y un 65,5% cuentapropistas; en Industria Manufacturera obreros y empleados igualan en número de patrones; en la Industria Metalúrgica si bien no hay patrones, los empleados (los asalariados de más altas remuneraciones de la rama) son un 41%; en Actividades Primarias un solo peón representa a la categoría, sólo en Servicios los empleados son un sólido 60%. Los primeros párrafos se refuerzan aún más si observamos que los migrantes posteriores a la industrialización constituyen sólo el 38,5% de la población activa real.

La permanencia de la población previa a la industrialización le otorga otra característica al área, ésta es el desarrollo de las edades más altas, un elevado promedio de edad, a la vez que el neto predominio de los nativos y migrantes "viejos", en especial de aquellas procedencias más cercanas geográficamente (las localidades cercanas), o lejanas en el tiempo (el caso de otros extranjeros, constituidos por españoles e italianos mayormente). Coincidentemente con su antiguo origen y predominio de los nativos y migrantes "viejos", su distribución por edades tiende hacia las edades activas altas, su porcentaje de población pasiva permanente es alto (11%) para la media de la localidad (6%) y también lo es la edad promedio 36,06 años respecto de la media, 29,84 años. Respecto a las procedencias son también de vieja data, homogéneas o cercanas: De Otros Departamentos, Pueblos del Departamento, Villa Constitución, Zona rural de Empalme, Otros Extranjeros y Buenos Aires y Capital en ese orden. Sólo tres de las demás procedencias están representadas y mínimamente.

Coherentemente con la caracterización social de sus habitantes el área presenta ínfimos porcentajes de HNBI y población en éstos, apenas un 3% de los hogares y otro tanto de la población, a la vez que los más altos grados de educación del pueblo (Ver ANEXO. Cuadros Nº 4, 7 y 8), con un bajo porcentaje de analfabetismo: 3,5% de la población total, que aparece recién en el grupo de edad 45-64. Otro indicador usado anteriormente también revela los mejores niveles educativos del área, el 60% de la población de 14 o más años ha concluido la escuela primaria, de los cuales el 59 posee secundaria incompleta o más (recordemos que los porcentajes del pueblo son 44% y 42% respectivamente). Los porcentajes son mucho más altos hasta los 44 años para decaer en el último grupo de edades activas y en los pasivos permanentes, pero siempre por debajo de la media.

Un último indicador, tenencia de la vivienda, completa el cuadro de esta área: 68% de propietarios, 29% de inquilinos, 1% de ocupantes gratuitos o de emergencia y un 2% de otros. Como se observa el porcentaje de propietarios es menor y el de inquilino mayor respecto a la media del pueblo. Ello puede deberse a que buena parte de los propietarios lo son de varias viviendas, a lo que debemos sumar el mayor costo de una vivienda en esta área. Un dato aclaratorio, el 78% de los propietarios son nativos o migrantes "viejos".

La otra área, la I, constituye el reflejo del proceso migratorio desatado por la industrialización. Hasta la conciencia popular lo ha señalado al llamarla "las 14 provincias", en alusión evidente a su origen migratorio. Si bien el porcentaje de su población migrante ya es contundente, 69,5%, lo es más el de los migrantes "nuevos": 96% de la población migrante. Pero dado que el área fue loteada en 1955 y 1956 damos el porcentaje de migrantes a partir de 1953: el 91% de la población migrante. La población nativa, un 30,5%, está compuesta en su 91% por menores de 14 años, seguramente hijos de migrantes. Tales porcentajes hacen casi desaparecer a los nativos tanto de las categorías ocupacionales como de la tenencia de vivienda. Cosa similar ocurre con los migrantes "viejos" en las mismas variables.

Observando la ocupación por ramas y las categorías ocupacionales se comprueba que la ocupación industrial metalúrgica es la más poblada (28,5%), seguida por Actividades Primarias (24,5%), Industria Manufacturera y Servicios (18% cada una), Comercio (8%) y Desocupados sin especificar (3,5%). Pero he aquí que la rama metalúrgica no está representada de manera abrumadora, sino muy cerca de otras de remuneraciones mucho menores. La explicación está dada por lo dicho más arriba, es población muy nueva y por lo tanto no se ha asentado ocupacionalmente, unido a que las plazas del empleo metalúrgico son superadas por la oferta de mano de obra durante esos años.

A todo ello debe agregarse que dentro de las categorías ocupacionales predominan absolutamente los obreros, el 72% de la población activa real, sumado a que en esta área no existen patrones y los cuentapropistas son apenas el 5,5% de la población activa real. Es decir que si excluimos a los obreros y empleados metalúrgicos, a los cuentapropistas y empleados comerciales, el 64% de la población activa real está ocupada en empleos de baja remuneración.

El área I es la contracara del área A, barrio esencialmente obrero, en buena medida mal ocupado o subocupado, con una población extremadamente joven, altos porcentajes de HNBI y de población en éstos, con niveles de educación muy bajos. Su origen migrante y reciente resalta en todos los indicadores, así como el neto predominio de las procedencias más alejadas geográficamente y en especial una: los entrerrianos con una vasta concentración en el área, tendencia también de otras procedencias que se acentúa notablemente en este caso.

Correlativamente a su origen de muy reciente llegada la distribución de la población está marcada profundamente por su juventud, el promedio de edad es de 22,46 años, más de 6 años menor que la media del pueblo y casi 14 años menor que la del área A. Así el 41% de la población del área es menor de 14 años, cae el porcentaje en las primeras edades activas (19%), se ensancha en las edades activas medias (25,5%) para volver a caer en las edades activas altas (12%) y casi desaparece en las edades pasivas permanentes (2%). Como otro dato indicativo de la juventud de la población del área, el 60% de los jefes de familia tiene entre 25 y 44 años, el mismo porcentaje se repite para el mismo corte etario entre los propietarios de vivienda.

Con respecto a las procedencias, además de los nativos que ya describimos, encontramos de Buenos Aires y Capital, De Otros Departamentos, Villa Constitución, Pueblos del Departamento y Santiago del Estero en parecidas proporciones (entre el 7% y 8%). Pero la presencia determinante es la de entrerrianos, el 28% de la población total del área, el 40% del total migrante. Su concentración territorial es notable, como ya se dijo anteriormente en este área se encuentra el 50% de ellos.

Consideremos ahora las condiciones de vida del área que por los datos ya vertidos evidentemente son bastante precarias. Los porcentajes lo confirman, el 50,5% de la población vive en HBNI con 5,5% personas por HBNI. Relacionándolo con las principales procedencias observamos que sólo Entre Ríos y Villa Constitución superan el 50% de su población en HBNS. La condición determinante de HBNI es el Hacinamiento (el 82,5%). Si en cambio lo relacionamos con los años de llegada observamos que sólo en el último periodo (1961-68) tanto los HBNI como su población superan el 50% del total (54,5% para los HBNI y 61,5% para la población en HBNI), pero su importancia se hace más significativa si tomamos en cuenta que la población en HBNI de ese periodo constituye el 60,5% del total de la población en HBNI. La obvia conclusión es que tal población encuentra grandes dificultades para insertarse en el pueblo.

Entremos ahora a analizar la tenencia de la vivienda y sus relaciones según condiciones de vida. Como primeros datos señalamos que el 87,5% son propietarios, el 7% inquilinos, el 4,5% ocupantes gratuitos o de emergencia y el 1% Otros. Aquí la primera sorpresa, el elevadísimo porcentaje de propietarios. También mencionamos adelante y comprobamos ahora la poca incidencia de los nativos y migrantes "viejos" en esta variable, sumado a que el grueso de los jefes de familia es recién llegado (84%). Otra sorpresa es que para este área los porcentajes de inquilinos y gratuitos y de emergencia no aumentan en los HBNI. Sin lugar a dudas estos porcentajes requieren algún tipo de explicación que no podemos acercar con un análisis estadístico, posiblemente concurran a su dilucidación los precios relativos de los loteos, los sistemas de crédito para los mismos, y seguramente múltiples estrategias sociales y familiares de acumulación tejidas al interior de los distintos grupos (fundamentalmente de procedencia, pero posiblemente también de ocupación).

Observemos por último los niveles de educación del área. El porcentaje de analfabetismo del 6,5% es sólo un poco más alto que la media del pueblo. Pero siguiendo con otros indicadores, sólo el 22% de la población de 14 años o más concluyó la escuela primaria y de éstos el 35% cursó o cursa la escuela secundaria ya que no existen personas que asistan o hayan asistido a nivel superior o hayan concluido la enseñanza secundaria. Tanto estos porcentajes, como que en ninguno de los grupos de edades los que tengan escuela primaria completa superan o se acercan significativamente a los que no la concluyeron (ni siquiera en el grupo de 14 a 24 años), confirman la débil formación educativa de la población del área. Un dato complementario: los analfabetos a diferencia del área A aparecen desde el grupo de edad 14-24. En breves palabras, es el barrio de los recién llegados, de la población en las peores condiciones de vida y ocupados en los oficios menos remunerados.

El área G, la tercera elegida, está constituida sobre la base de dos loteos, uno de 1936 y otro de 1951 (uno previo y otro posterior a la industrialización) que cortan la mitad de las manzanas del área. Fue elegido buscando un ejemplo promedio del impacto de la industrialización en la localidad.

Establezcamos algunas de las características de la población del área. Está constituida por un 42,5% de población nativa (casi igual que la media del pueblo) pero la mayor diferencia es que está constituida por un buen número de población activa, el 45% es mayor de 14 años. De los migrantes (el 57,5%) el 87% está constituido por migrantes "nuevos", pero aún así nativos y migrantes "viejos" constituyen una leve mayoría (51,5%). A la luz de estos primeros datos podemos decir que, aunque no tan profundamente como el área I, esta es un área de migración; su porcentaje de población activa según las edades es bastante alto, 66%, muy cercano a la media.

Analicemos ahora la ocupación en el área. Tenemos que del total de población activa real, el 44% está ocupado en la Industria Metalúrgica, el 18% en Servicios, el 15% en Industria Manufacturera, el 14% en Actividades Primarias y el 5,5% en Comercio, con un 4% de Desocupados sin especificar rama.

El empleo industrial y metalúrgico en especial son predominantes, al igual que los obreros con un 55% de la población activa real. Los patrones y cuentapropistas son apenas un 10% y los empleados un 30%. De ello resalta que, aunque en menor proporción, el área es netamente obrera al igual que el área I, por lo demás colindante con ésta. Pero las diferencias comienzan a poco de iniciar un análisis más minucioso, observando las categorías ocupacionales notamos que en las de menores remuneraciones (obreros de Servicios, de Industria Manufacturera, y peones rurales y jornaleros) sólo hay un 22,5% de la población activa real; en tanto los asalariados de mayores remuneraciones (obreros y empleados de Industria Metalúrgica, y empleados de Industria Manufacturera) constituyen el 46% de la población activa real. Es decir que es un área obrera sin dudas, pero de buenos salarios y directamente conectados con el proceso de industrialización y como veremos enseguida constituida por los obreros más "viejos" en la rama más significativa: la metalúrgica.

Cabe destacar que en esta rama los migrantes de los tres primeros periodos de la industrialización tienen parecida proporción entre los asalariados metalúrgicos, la relación no sería extraña entre los dos últimos periodos, pero esa similitud en el primer periodo de la industrialización es la significativa, demuestra la presencia en el área de los primeros obreros de la industria metalúrgica y parece congruente con el año del loteo (1951). Aún así la mayor parte de los asalariados metalúrgicos llegaron en los dos últimos periodos, a lo que se agrega un buen número de nativos en la rama.

El área habíamos dicho fue elegida en función de buscar más procesos generales del pueblo que particularidades, así algunos porcentajes lo vuelven a reflejar. Mencionamos la similitud de los porcentajes de su población activa según las edades, cosa que se repite para la población activa real con un 37,5%. También es significativa la edad promedio, 27,67 años, a lo que se agregan las escasas diferencias respecto a la distribución por edades significativas.

Pero ingresemos en un aspecto en que concluyen, aunque no en forma contundente, las similitudes. Este es el de las condiciones de vida del área. El 39% de la población vive en HBNI y éstos constituyen el 31% de los hogares, porcentajes no tan alarmantes como los del área I, pero alejados de la media. A diferencia de otras áreas las causas de HBNI son más homogéneas, siempre con el predominio de Hacinamiento. Consistentes con la tendencia general, lo porcentajes de migrantes "nuevos" entre la población en HBNI y jefes de HNBI son muchos más altos que los porcentajes de su población total, indicando las mayores dificultades que encuentra el migrante.

Examinemos ahora la composición por años de llegada y procedencia. Este área, contigua a la I, también posee una de las características de aquella, la mayoritaria presencia de entrerrianos: 18% del total, 31% de los migrantes; pero a diferencia de los del área I estos han llegado predominantemente en el periodo 1953/60 (el 60%) y no son una mayoría apabullante (25% de los entrerrianos). Están seguidos por los de Villa Constitución, De Otros Departamentos, Pueblos del Departamento, Buenos Aires y Capital y Córdoba en porcentajes que oscilan del 10% al 6% de la población total del área.

Revisando el indicador de tenencia de la vivienda comprobamos que los propietarios constituyen el 78% de los jefes de familia, los inquilinos el 17,5%, los ocupantes gratuitos y de emergencia 2,5% y el mismo porcentaje Otros tipos de tenencia. Ya indicamos algunas consideraciones sobre la cuestión de los propietarios, que se reforzarían en este área por la presencia de obreros en empleos de buenas remuneraciones con un loteo de fácil acceso (1951). Respecto a las procedencias la distribución de las distintas categorías es parecida. Mencionemos que considerando las edades, la mayoría de los inquilinos se encuentran entre los 25 y 44 años (77%) siendo los propietarios entre esas mismas edades un 50% del total.

Finalmente siguiendo los indicadores de los niveles de educación podemos indicar que el porcentaje de analfabetos es bajo (4%) en comparación con la media, no así otros indicadores que relativizan este bajo porcentajes de analfabetos, éstos son que de la población de 14 años o más sólo el 37,5% concluyó la escuela primaria, de éstos el 37,5% posee estudios secundarios incompletos, porcentajes por debajo de la media y que están indicando una formación educativa deficiente, pero promedio indicador en comparación con los extremos que constituirían las otras dos áreas analizadas.

Para concluir, respecto a las otras áreas puede decirse que existe una relativa uniformidad en un término medio a las dos áreas extremas señaladas, y poseen similares características que la recién detallada, como para que pueda considerársela como paradigmática, con las particularidades que ya señalamos. Así están constituidas por una población netamente obrera sólo que mejor ocupada y en condiciones de vida relativamente mejores, a la vez que se equilibran las proporciones de las procedencias. Dentro de esta relativa uniformidad igualmente puede detectarse cierta tendencia de las áreas sobre loteos más antiguos a un menor porcentaje de ocupación en la industria metalúrgica, así como un mayor porcentaje de ocupación comercial; también hacia un menor porcentaje de población menor de 14 años y hacia una mayor proporción de población femenina. Una tendencia significativa es la desaparición casi absoluta de Otros Extranjeros en las áreas recientemente loteadas.

 

6. Las industrias en Empalme Villa Constitución

En este apartado tratamos de analizar específicamente el desarrollo industrial en el pueblo, para ello se han utilizaron las dos únicas fuentes que logramos ubicar con datos para la localidad, el Mapa industrial de la provincia de Santa Fe[48] con datos del censo industrial de 1954 actualizados y remozados al año 1959 (pero lamentablemente sin datos de personal ocupado) y el Padrón Censo Nacional Económico 1974[49] correspondiente al pueblo, éste con mayores datos.

De la comparación de ambos llama la atención el escaso incremento de establecimientos industriales entre las dos fechas, 22 en 1959, 31 en 1974, en especial considerando no tanto la radicación de grandes industrias, sino un fenómeno directamente conectado a ellas, como era la profusión de pequeños y medianos talleres, contratistas de aquéllas o partícipes del impulso industrial de la zona, que era esperable encontrar como una de las características de las industrias locales. Nada de ello sucede, sino que además se reducen en número los establecimientos que trabajan con metales, persistiendo sólo dos establecimientos (más de reparación que de construcción de equipo agrícola) y apareciendo un establecimiento de cierta envergadura (para las industrias del pueblo) dedicado a la construcción de acoplados y servicios a fábrica, pero que ocupa sólo entre 16 y 25 personas. No obstante, es el establecimiento de mayor personal ocupado en el pueblo.

No aparecen nuevas ramas ni se extiende la cantidad de establecimientos de la mayor parte de las ramas existentes; las excepciones las constituyen las ramas productos alimenticios y bebidas, y vidrio, cerámica y materiales para construcción, que aumentan casi un 100%. El incremento es lógico si pensamos en el rápido crecimiento de la población y la construcción de vivienda que ocurre entre esos años. Pero mayor número de establecimientos no significa industrias de magnitud, sino muy pequeñas, en general panaderías en la primera rama y hornos de ladrillos y fábricas de mosaicos en la segunda, todos ellos con escasísimo personal, entre 2 y 5 personas. El único establecimiento de cierta importancia es un frigorífico que si bien tiene seguramente un mercado más amplio que el local, ni el número de su personal ocupado (de 11 a 15) ni el monto de su producción lo hacen demasiado significativo.

En resumidas cuentas, nos encontramos en 1974 con un parque industrial casi nulo, en el que sólo dos o tres establecimientos pueden calificarse como verdaderas fábricas, por lo demás pequeñas, y un dato importante para clarificar la función del pueblo: el escaso personal ocupado en la rama industrial local; estimativamente unas 120 personas, número que consistiría en un 20% del personal ocupado en la rama en el año 1968 y seguramente mucho menor si consideramos que la ocupación industrial crece entre esos años un 4,7% anual en el departamento.

 

Reflexiones finales

Dado el carácter fuertemente descriptivo de este trabajo, buena parte de las conclusiones ya han sido expuestas a lo largo del texto. En general constituyen explicaciones o aseveraciones de distinto nivel y en ningún sentido interpretaciones formales o de alcance general. Pretenden caracterizar a la localidad y dar algunas evidencias de las consecuencias del impacto del proceso industrializador abierto en la zona a partir de 1947.

Es así que ubicamos a Empalme Villa Constitución en el contexto departamental, en un proceso de rápida migración interna que despobló la campaña y concentró la población en los centros urbanos propiamente dichos (zonas aglomeradas) con especial fuerza en los del frente fluvial, Villa Constitución, Pavón y Empalme Villa Constitución, al calor de las industrias de la primera.

Esta migración podemos afirmar que no solamente fue masiva (en especial a partir de 1952) sino que fue más allá del ámbito regional, atrayendo población de áreas muy alejadas. El número de migrantes fue tal que constituyó la mayoría de la población (1968) y por lo tanto afectó en todos los planos la fisonomía de la localidad. El pueblo se homogeneizó socialmente (los extremos de las áreas estudiadas constituyen diferencias internas) hacia una población netamente asalariada y obrera, con una tendencia a asentarse en las edades más altas de la población activa (característica de las zonas más desarrolladas) a la vez que, durante el periodo estudiado (tal para mayor precisión hasta principios de los ´70), se produce una mejora relativa de las condiciones de vida, en general, de buena parte de la población.

En segundo lugar, encontramos que más allá de la relativa homogeneidad social, pueden diferenciarse en la planta urbana y con bastante precisión las áreas de residencia tanto de los sectores sociales más altos como de los más deprimidos. Los primeros, esperablemente, se encuentran en el área más antigua y vinculados a las ramas de actividad más tradicionales de la localidad, principalmente comercio y en menor medida servicios. Los segundos, los sectores más deprimidos, se encuentran en los loteos más nuevos, constituidos mayoritariamente por obreros, ocupados en las ramas de menores remuneraciones y dada las características antes señaladas de la evolución poblacional, inferimos el posible desplazamiento del área más deprimida hacia los nuevos loteos.

Pero esta diferenciación, volvemos a decirlo, no invalida la característica general de la homogeneidad social. Las áreas señaladas no representan más del 20% de la población total, además el conjunto de las otras responden, con pequeñas diferencias, a las características medias de la localidad.

Finalmente, ya a lo largo del texto habíamos mencionado algunos indicadores que nos perfilaban la función de Empalme Villa Constitución en el cordón industrial costero: su estructura vial que lo hacía conexión y vía de a acceso "desde o hacia" Villa Constitución; la presencia de una buena cantidad de migrantes directa o indirectamente llegados de Villa Constitución (posible excedente no asimilado en aquélla); la posible incidencia de los complejos habitacionales construidos en Villa Constitución sobre el crecimiento poblacional local. Si a todo ello agregamos los datos de la industria local que nos revelan el nulo o escaso atractivo que pueda ejercer tanto para el migrante como para el nativo, así como el poco significativo número de ocupados para una población activa real que en 1968 contaba con 300 obreros metalúrgicos y 573 personas con ocupación industrial, podemos entonces reafirmar la definición de la función zonal del pueblo. Tomando en consideración todos estos factores podemos entonces concluir que no obstante su población netamente obrera y las profundas consecuencias del proceso industrializador sobre el origen de su población, y en gran parte por ello, Empalme Villa Constitución no es otra cosa que un pueblo fundamentalmente residencial para la población ocupada en las grandes fábricas y dadas las características del crecimiento poblacional de la zona, parte de un solo conglomerado en formación que abarca Pavón, Empalme Villa Constitución y Villa Constitución dentro del departamento Constitución, y se continúa en San Nicolás en la provincia de Buenos Aires.

 

ANEXO

 

CUADRO Nº 1: EVOLUCIÓN DE LA POBLACIÓN DEL DEPARTAMENTO CONSTITUCIÓN SEGÚN URBANO-RURAL Y ZONA AGLOMERADA

 

AREA

1947

1960

 

Urbana

Rural

Urbana

Rural

 

% (+)

% (+)

% (+)

% (+)

Urbana/Rural

17807

26

50286

74

25994

45

32047

55

Zona Aglomera-da/Zona Dispersa

30967

46

37106

54

37024

64

21009

36

 

AREA

1970

1980

 

Urbana

Rural

Urbana

Rural

 

% (+)

% (+)

% (+)

% (+)

Urbana/Rural

40598

65

22208

35

57029

78

16257

22

Zona Aglomera-da/Zona Dispersa

50008

80

12798

20

65574

89

7712

11

 

FUENTES: Censo General de la Nación 1947. Población; Evolución intercensal... , COPRODE, Santa Fe, 1971; e Informe Nº 17... , IPEC, Santa Fe, 1984.

 

CUADRO Nº 2: INDUSTRIA. PORCENTAJES DEL DEPARTAMENTO CONSTITUCIÓN CON RESPECTO A TOTALES DE LA PROVINCIA DE SANTA FE, AÑOS 1946 A 1974.

 

AÑOS

Establecimientos

Personal Ocupado

Fuerza Motriz Instalada (HP)

Total

%

Total

%

Total

%

1946

305

2,90

438

0,44

3092

0,75

1964

490

2,83

5984

4,71

5927

1,17

1974

435

2,88

8808

6,06

15951

2,27

 

AÑOS

Sueldos y Salarios %

Combustibles y Lubricantes Consumidos %

Energía Eléctrica Comprada %

1946

0,33

0,60

0,14

1964

7,21

9,80

-

1974

9,27

9,40

11,87

 

AÑOS

Producción

%

Valor Agregado

%

Materias Primas Utilizadas

%

1946

0,32

0,45

0,20

1964

8,36

-

8,64

1974

16,97

23,87

11,99

 

FUENTES: Censo Industrial 1946; Censo Nacional Económico 1964 y Censo Nacional Económico 1974.

 

CUADRO Nº 3: EVOLUCIÓN DE LA CANTIDAD DE ESTABLECIMIENTOS INDUSTRIALES Y PERSONAL OCUPADO DEL DEPARTAMENTO CONSTITUCIÓN COMPARADO CON LOS TOTALES DE LA PROVINCIA DE SANTA FE.

 

AÑOS

AREA

Establecimientos

Personal Ocupado

% (+)

Empleados

Obreros

Total

% (+)

1946

Constituc

2,90

305

43

395

438

0,44

Santa Fe

-

10495

10431

86850

97281

-

1954

Constituc

3,16

683

-

-

4053

2,68

Santa Fe

-

21563

-

-

150767

-

1960

Constituc

2,18

419

1314

3690

5004

4,15

Santa Fe

-

19175

17198

103289

120487

-

1964

Constituc

2,83

490

1888

4096

5984

4,71

Santa Fe

-

17303

41578

85410

126996

-

1974

Constituc

2,88

435

-

-

8808

6,06

Santa Fe

-

15102

-

-

145224

-

 

(+) Porcentaje sobre el total de la Provincia de Santa Fe.

FUENTES: Censo Industrial 1946; Censo Industrial 1954; Censo Industrial (Santa Fe) 1960; Censo Nacional Económico 1964 y Censo Nacional Económico 1974.

 

CUADRO Nº 4: EMPALME VILLA CONSTITUCION. PORCENTAJES DE INDICADORES SELECCIONADOS SEGÚN LAS AREAS.

 

AREAS

Nativos (a)

HNBI (b)

Menores de 14 años (a)

Población

en HNBI (a)

Migrantes (a)

Migrantes nuevos (c)

A

42,0

3,0

18,0

3,0

58,0

55,0

B

47,0

21,0

27,0

27,5

53,0

79,0

C

41,5

34,5

26,0

33,0

58,5

83,0

D

38,5

15,5

24,0

22,5

61,5

80,0

E

50,5

13,0

23,0

13,5

49,5

76,0

F

36,0

16,0

28,0

17,0

64,0

84,0

G

42,5

31,0

27,5

39,0

57,5

87,0

H

32,5

23,0

37,0

36,5

67,5

61,5

I

30,5

43,0

37,0

50,0

69,5

96,0

TOTAL

41,0

21,3

28,5

26,8

59,0

82,0

 

(a) Porcentaje sobre el total de la Población.

(b) Porcentaje sobre el total de Hogares.

c) Porcentaje sobre el total de Migrantes.

FUENTE: Censo Comunal de 1968.

 

CUADRO Nº 5: EMPALME VILLA CONSTITUCION. PORCENTAJE DE LA POBLACION ACTIVA REAL OCUPADA EN CADA RAMA DE ACTIVIDAD, SEGÚN LAS AREAS SIGNIFICATIVAS

 

AREAS

Total Indus-trias

Industria Manufac-turera

Industria Metalúrgica

Comer-cio

Servi-cios

Activi-dades Primarias

Desocu-pados s/rama

A

23,0

9,5

13,5

39,0

30,0

5,5

2,5

I

45,5

19,5

26

8,5

19,0

23,5

3,5

TOTAL

46,0

16,0

30,0

19,0

22,0

8,5

4,0

 

FUENTE: Censo Comunal de 1968.

 

 

CUADRO Nº 6: EMPALME VILLA CONSTITUCION. PORCENTAJE DE CATEGORIAS OCUPACIONALES SOBRE LA POBLACION ACTIVA REAL, SEGÚN LAS AREAS SIGNIFICATIVAS.

 

AREAS

Patro-nes (a)

Cuenta Propia

Ayuda Fami-liar

Emplea-dos

Obre-ros (b)

Total asala-riados

Desocu-pados

Ocupados menos remune-rados (c)

A

16,0

37,5

7,0

26,0

11,0

37,0

2,5

3,0

I

-

5,5

0,5

19,0

71,0

90,0

4,0

47,0

TOTAL

8,5

14,0

1,5

27,5

43,0

70,5

5,5

19,0

(a)                  Incluye Propietarios (Actividades Primarias)

(b)                  Incluye Peones y Jornaleros (Actividades Primarias)

(c)                  Formado por: Obreros Industria Manufacturera, Obreros Servicios, y Peones y Jornaleros Actividades Primarias.

FUENTE: Censo Comunal de 1968.

 

CUADRO Nº 7: EMPALME VILLA CONSTITUCION. NIVELES DE EDUCACION, SEGÚN AREAS SIGNIFICATIVAS.

 

AREAS

Población

Analfabetos (a)

Población c/primaria

completa o más (b)

Población c/secundaria incompleta o más (c)

A

3,5

60,0

59,0

I

6,5

22,0

35,0

TOTAL

5,0

44,0

42,0

(a)                  Porcentaje sobre el total de la Población.

(b)                  Porcentaje sobre el total de la Población de 14 o más años.

(c)                  Porcentaje sobre el total de la Población con primaria completa y más.

FUENTE: Censo Comunal de 1968.

 

CUADRO Nº 8: EMPALME VILLA CONSTITUCION. PROMEDIOS DE EDADES, SEGÚN AREAS SIGNIFICATIVAS.

 

AREAS

PROMEDIO DE EDADES

A

36,06

I

22,46

TOTAL

29,84

FUENTE: Censo Comunal de 1968.

 

FIGURA 1: EMPALME VILLA CONSTITUCION. PLANO DE LA PLANTA URBANA CON AREAS SELECCIONADAS, SEGÚN AÑO DE LOTEO.

 

 

FUENTES: Carta Escolar... , Ministerio de Educación y Cultura, Santa Fe, 1981.

 

CUADRO Nº 9: EMPALME VILLA CONSTITUCION. AÑOS DE LOTEO SEGÚN AREAS.

 

AREAS

AÑO DE LOTEO

A

1903

B

1913

C

1927-1942

D

1931

E

1934-1939

F

1937

G

1936-1951

H

1953

I

1955-1956

 

FUENTES: Loteos: Crecimiento urbanístico y propietarios... , Comuna de Empalme Villa Constitución (mimeo), Empalme Villa Constitución, 1982.

 

Notas



[1] El presente trabajo es producto de la reelaboración y ampliación de un trabajo previo realizado años atrás sobre la base de la información documental y bibliográfica existente en ese momento; de tal carácter puede resultar que en algunos aspectos, fundamentalmente bibliográficos y factuales, pueda haber alguna otra contribución al caso en estudio que no haya sido detectada. Una versión mucho más acotada de este artículo fue presentada con el título "El impacto de la industrialización en el extremo sur santafesino: Empalme Villa Constitución; población, migraciones e industria. 1947- 1980" en el III Congreso de los Pueblos de la Provincia de Santa Fe. Historia y prospectiva. Santa Fe. 11, 12 y 13 de noviembre de 1998.

[2] Lic. y Prof. en Historia. Instituto Superior del Profesorado Nª 3 (Villa Constitución) y Universidad Nacional de Rosario.

[3] Buena parte de los dichos de este trabajo de hacen sobre la base del análisis de todas las cédulas del Censo Comunal de 1968 al que amablemente nos dieran acceso las autoridades comunales de Empalme Villa Constitución en su oportunidad.

[4] JORGE, Eduardo F., Industria y concentración económica. Desde principios de siglo hasta el peronismo, Bs As, ed. Siglo XXI. 1973, pág. 25.

[5] SMITH, Peter H., "Los radicales argentinos y la defensa de los intereses ganaderos, 1916-1930", en, GIMENEZ ZAPIOLA, Marcos (comp); El régimen oligárguico. Materiales para el estudio de la realidad argentina (hasta 1930), Bs As, Ed. Amorrortu, 1975, pág. 283.

[6] LISCHETTI, Santiago, Historia de Villa Constitución (1857-1978), Santa Fe, ed. Gobierno de la Provincia de Santa Fe, Municipalidad de Villa Constitución, 1980, Pág. 318.

[7] Recordemos que esta problemática había provocado el llamado Grito de Alcorta, población del departamento, escenario de la formación de la Federación Agraria Argentina, expresión corporativa de los arrendatarios esencialmente y de sus primeras luchas reivindicativas.

[8] DI TELLA, Torcuato S., La teoría del primer impacto del crecimiento económico. Santa Fe, ed. Instituto de Sociología, Facultad de Filosofía y Letras, Universidad del Litoral, s/ed., pág. 215.

[9] DI TELLA, Torcuato, S., op. cit., pág. 191.

[10] Censo Nacional Económico 1964, CONADE. INDEC, Bs. As., s/f.. Usamos este censo por considerar que ya a esa fecha se ha consolidado el proceso con la instalación de todas las grandes fábricas y en producción.

[11] SCHVARZER, Jorge, "Estrategia industrial y grandes empresas: el caso argentino", en: Desarrollo Económico, Bs As, ed. IDES, octubre-diciembre 1978, nº 71, vol. 18, pág. 325.

[12] BARSKY, Osvaldo; CIAFARDINI, Horacio y CRISTIA, Carlos Alberto; "Producción y tecnología en la región pampeana"; en Polémica, Primera Historia Argentina Integral, Bs As, ed. CEAL, 1971, pág. 117.

[13] Santa Fe: el Paisaje y los hombres, Rosario, ed. Biblioteca, 1971, pág. 184.

[14] FERRER, Aldo, Crisis y alternativas de la política económica argentina, Bs As, ed. F.C.E., 1977, pág. 17.

[15] BARSKY, Osvaldo y otros, op. cit., pág. 125.

[16] Informe básico sobre la provincia de Santa Fe, COPRODE, Santa Fe, 1971, Publicación nº 9.

[17] Santa Fe: el paisaje y los hombres, op. cit., pág. 194.

[18] BARSKY; Osvaldo y otros, op. cit., pág. 126.

[19] Ibíbem, pág. 119.

[20] CERVERA, Felipe y otros, Migraciones internas en la provincia. de Santa Fe, década 1960-1970, mimeo, COPRODE.

[21] El país de los argentinos. Las pampas, Bs As, ed. CEAL, 1975, Tomo 3, pág. 258.

[22] Producción agropecuaria. Años 1973/78. I. Producción Agrícola, Ministerio de Agricultura y Ganadería, Dirección de economía agropecuaria. Departamento de Economía General, Santa Fe, 1978.

[23] Santa Fe: el paisaje y los hombres. op. cit.9, pág. 274.

[24] Cálculos propios en base a: Censo Nacional Económico 1964. CONADE. INDEC, Bs As, s/f., Industria manufacturera. CIIU - Divisiones 2-3. 3 Parte. Total Provincias y Territorio Nacional de Tierra del Fuego.

[25] BARSKY, Osvaldo y otros, op. cit., pág. 133.

[26] La zona aglomerada corresponde a los límites físicos de las localidades.

[27] CERVERA, Felipe y otros, op. cit., pág. 10.

[28] Ibídem., pág. 13.

[29] Cálculos propios en base al Cuadro Nº 3 del ANEXO.

[30] Inferida a partir de datos del anterior intercensal y algunos incompletos del de 1970/1980, y por lo tanto no absolutamente confiable. CERVERA, Felipe y otros, op. cit., s/pág. y CERVERA, Felipe, Análisis de las migraciones internas en la Provincia de Santa Fe entre 1970-1980. Santa Fe, ed. Dirección sectorial de planificación y control de gestión (mecanografiado), 1984, Planilla Nº 1.

[31] Proceso que no alcanza, aparentemente, a ser cubierto con los planes de integración de la mayor empresa de la zona: ACINDAR, con la instalación de reducción directa del mineral de hierro.

[32] LISCHETTI, Santiago, Anales históricos de Empalme Villa Constitución (1890-1982). Empalme Villa Constitución, (mecanografiado), 1982 pág. 2.

[33] Ibídem, pág. 5.

[34] Ibídem, pág. 27, 29 y 40.

[35] El país de los argentinos, op. cit., pág. 141.

[36] La situación en años recientes se vio alterada con la construcción de la Autopista Gral. Pedro Eugenio Aramburu, que desvió hacia ella buena parte del tráfico (especialmente de larga distancia). Aunque que por su contemporaneidad no afecto durante el mayor impacto de la industrialización.

[37] Idíbem, pág. 139.

[38] LISCHETTI, Santiago. op. cit., pág, 89.

[39] LISCHETTI, Santiago. Historia de Villa Constitución (1857-l978), op. cit., págs. 254 y 255.

[40] Cálculos propios en base a: Censo Comunal de 1968. Comuna de Empalme Villa Constitución, Empalme Villa Constitución, 1968, Cédulas de Población y Vivienda.

[41] Evolución intercensal 1960-1970 de la población de la provincia de Santa Fe. Población urbana y rural por jurisdicciones departamental y comunal, COPRODE, Santa Fe, 1971, Nº 6 y CERVERA, Felipe y otros, op.cit., pag.13.

[42] No podemos aportar cifras de este movimiento sino más bien la observación personal del autor.

[43] Quisiera dejar indicadas algunas palabras dedicadas al porqué de esta parte del estudio. Entre los primeros porqué se ubica el hallazgo de este censo y las posibilidades de manejarlo a mi voluntad que me ofreció en su oportunidad la Comuna local. Su valor como indicador de las consecuencias de la industrialización no sólo es interesante, sino una sustanciosa herramienta para abordar su análisis, aunque seguramente no suficientemente aprovechado. En este sentido debe entendérselo como un ejercicio, un aprestamiento en el manejo de material estadístico directo (en este caso el total de cédulas de un censo comunal) circunstancia que no invalida su objetivo de ser un análisis científico, sino hacer la salvedad de que es un primer intento en el manejo de este tipo de material. Entre los otros porqué figura sin lugar a dudas uno de índole personal, casi de identidad, y es el ser nativo de este pueblo, además de hijo de migrantes atraídos por el proceso de industrialización. Esta particular circunstancia hizo que pudiera comprobar los estrechos límites que articulan sujeto y objeto en el análisis histórico, pero fundamentalmente poder experimentar mas conscientemente tanto esos límites como las potencialidades de tal condición.

[44] A continuación mencionaremos sucintamente las variables seleccionadas y el porqué de su utilización.

Grupo de edades significativas: Diferenciando la población inactiva transitoria por edades de escolaridad (0-4 y 5-13), la activa en tres (14-24, 25-44 y 45-65) buscando relaciones diferenciadas, por último la población inactiva permanente (65 y más).

Rama de actividad y categoría ocupacional: su objetivo, averiguar las particularidades de la estructura ocupacional. Se utilizó una diferenciación en el rubro Industria separando las metalúrgicas en vase a su predominio en la zona. También se agregó la variable Inactivos, especificando jubilados y pensionados, amas de casa, estudiantes y otros.

Nivel de educación alcanzado: buscando relaciones con las condiciones de vida y vivienda, con la procedencia y años de llegada.

Años de llegada: fundamental si queríamos intentar una periodización de las migraciones. Se eligieron cinco (5) periodos, dos previos a la industrialización: Antes de 1928, y 1928-1946; y tres (3) posteriores a ella; 1947-1952, años del inicio de la construcción de las primeras fábricas y puesta en producción de la más importante (ACINDAR), 1953-1960 años en que se completa la instalación y coincide con un año censal, y 1961-1968 periodo de afianzamiento de las industrias y año del censo utilizado.

Procedencia: su objetivo es determinar el origen de la migración, a tal fin se eligieron variables de distintas dimensiones: Zona rural de Empalme (concentración de la población rural), Pueblos del Departamento (ver parágrafo Industrialización zonal), Villa Constitución (papel del pueblo como "descarga" del excedente de esta), De otros Departamentos (completando la provincia), Buenos Aires y Capital (compuesta mayoritariamente por nativos de la primera), Córdoba, Entre Ríos y Santiago (por su importancia numérica); Noroeste, Noreste, Cuyo, Patagonia y la Pampa, y Resto de la Mesopotamia (completando el país, hacemos la salvedad que los migrantes de las provincias de Tucumán, Chaco, Mendoza y Corrientes respectivamente constituyen la amplia mayoría, cuando no la totalidad de tales variables); Extranjeros Limítrofes (inesperadamente casi nula), y Otros Extranjeros (ambas, pero especialmente la última no da la pauta del total de extranjeros, pues se privilegió siempre procedencia en lugar de nacimiento). La última variable era obvia: Nativas, completando el total de la población.

Migración directa o indirecta: buscando características de la población migrante según su propensión a movilizarse y establecer diferencias regionales.

Hogares con Necesidades Básicas Insatisfechas (HNBI): estas y las siguientes son variables tomadas del estudio del INDEC, Pobreza en la Argentina. Indicadores de Necesidades Básicas Insatisfechas a partir de los datos del Censo Nacional de Población y Vivienda 1980 (edición reducida), Bs. As.. La utilización surgió buscando indicadores de las condiciones de vida de la población para poder cruzarlo con otras variables referidas a la migración, dimensionando su número y características. Si bien se lo utilizó generalmente según lo detalla el referido estudio (ver cap. Descripción de los Indicadores, pp. 18) algunos de sus indicadores nos parecieron relativizados por peculiaridades de la estructura ocupacional local, nos referimos al indicador Capacidad de Subsistencia en el que se relaciona bajo nivel educacional (2º grado o menos) y personas en el hogar por miembro ocupado (3 por ocupado), dado el crecido número de obreros metalúrgicos y sus relativamente altos salarios en los periodos iniciales, hace endeble este indicador en la zona para buena parte del periodo.

Población en HNBI: Idem anterior, con total de población en este tipo de hogares.

Población en HNBI con niveles críticos de Hacinamiento: Subindicador del anterior.

Población en HNBI con niveles críticos de Vivienda: Subindicador del anterior.

Población en HNBI con niveles críticos de Condiciones Sanitarias: Subindicador del anterior.

Población en HNBI con niveles críticos Asistencia Escolar: Subindicador del anterior.

Población en HNBI con niveles críticos de Capacidad de Subsistencia: Subindicador del anterior.

Hogares con Necesidades Básicas Satisfechas (HNBS): variable implícita en el estudio mencionado y que completa anteriores.

Población en HNBS: ídem anterior, con total de población en este tipo de hogares.

[45] La pobreza en la Argentina. Indicadores de necesidades básicas insatisfechas a partir de los datos del Censo Nacional de población y vivienda 1980, Bs. As., INDEC, Estudios INDEC, pág.18.

[46] Idibem, pág. 18. Seguramente en buena parte de ellos sobre los nuevos loteos que constituyen un 71% del total de loteos a 1970.

[47] Cálculos propios en base a: Censo nacional de Población y Vivienda 1970, INDEC, Bs As, 1971 y Censo nacional de población y vivienda 1980, Serie B, Características generales, Provincia de Santa Fe, INDEC, Bs As, 1981.

[48] Ministerio de Hacienda, Economía e Industrias. Instituto de Fomento Industrial. Mapa industrial de la provincia de Santa Fe, Santa Fe, 1959, Nº 2, págs. 322 Y 323.

[49] Padrón Censo Nacional Económico 1974. Departamento Constitución, IPEC, (planillas sin publicar), pág. 87.