Formación de una burguesía local e inmigración española en la Rosario agroexportadora

 

Adriana S. Pons(*) y Oscar R. Videla(**)

 

Introducción

En el presente trabajo se intenta abordar, desde un espacio de análisis acotado a la ciudad de Rosario entre mediados del siglo XIX y las primeras décadas del siglo XX, algunos problemas que vinculan el entramado de las prácticas sociales de una comunidad étnico-nacional: los españoles, al proceso de formación de una clase dominante[1]. Esta problemática se resignifica desde una estrategia que trata de entrecruzar distintos clivajes que, para el periodo estudiado, consideramos imprescindibles: regional/local, étnico y social[2].

En este sentido, el proceso formativo del estado nacional en la Argentina está signado por el peso de la cuestión regional, entendida la región como una construcción histórica en la que es ineludible para su cabal comprensión indagar en las múltiples relaciones que establecen las clases sociales en su propia constitución[3]. Tales interrelaciones explican cómo la expansión de las relaciones capitalistas confluyen en la formación del mercado nacional desde las particularidades de un espacio regional. Aproximaciones de esta naturaleza que examinan la realidad argentina y latinoamericana de los siglos XIX y XX, cuentan con numerosos antecedentes en la bibliografía científica y ensayística. Pero es indudable que, recién a partir de los últimos años se han visto fuertemente incentivadas[4]. Así la "cuestión regional" ha sido extremadamente fructífera en la investigación histórica, al matizar las visiones de neto corte metropolitano sobre los procesos formativos de las sociedades nacionales, con enfoques que, no sólo enriquecen la historia global, sino que además contribuyen a explicar más adecuadamente la lógica de su funcionamiento. No obstante los avances significativos que se han dado en los últimos años, desde la perspectiva de nuestra disciplina, la formulación teórica de la cuestión regional todavía es una tarea inconclusa de los historiadores.[5]

Por otra parte, la variable étnica[6] aparece en la Argentina finisecular con una fuerza incontrastable. De allí que su análisis ha poblado con una significativa producción el territorio de las ciencias sociales, generando dos tradiciones que han hegemonizado su tratamiento; por un lado, la asimilacionista que propone la arraigada imagen del "crisol de razas" y por otro lado, la perspectiva pluralista que sostiene la vigencia de un "mosaico cultural", con predominio, sobre los procesos de asimilación, de aquellos que reflejan la perduración de identidades y marcos referenciales previos. Ambas vertientes interpretativas enriquecieron el tratamiento del tema inmigratorio pero, como señala Hilda Sábato[7] remiten a supuestos esencialistas que dificultan la comprensión del proceso de conformación de la nación. Desde nuestra perspectiva, si bien el clivaje étnico es fundamental para comprender los procesos constitutivos de la sociedad argentina "moderna", no es suficiente para explicar la conformación de las clases sociales en el ámbito regional y local elegido. A él se debe amalgamar tanto la inserción socioeconómica de los sujetos -en la estructura productiva como en la amplia gama de servicios- como la construcción de identidades y ámbitos de clase. En este último sentido, reconocemos que éstos contienen todavía cierto grado de difusividad dado su estadio de conformación como tales por lo menos en los años iniciales del proceso.

Enmarcada en estas preocupaciones generales intentaremos un primer acercamiento al sector de inmigrantes españoles que se involucran en la economía urbana y regional en calidad de empresarios, señalando su participación en las instituciones étnicas y otras corporaciones económicas y culturales, al tiempo que se procura una caracterización global; como una manera de reconocer en ellos ciertas características de la burguesía local en la que la condición de extranjero es tan habitual como la presencia de nativos.

 

Los españoles en Rosario

La ciudad de Rosario, poco más que una aldea en la primera mitad del siglo XIX, en el transcurso de unas pocas décadas y como producto del proyecto de desarrollo agroexportador se transformará en una de las ciudades más importantes del país y en el principal centro urbano, comercial y financiero de la provincia de Santa Fe; superando incluso a la capital provincial. Su crecimiento, expresado en ferrocarriles, puerto, infraestructura urbana, negocio inmobiliario, finanzas, comercio, etc., se asienta sobre las oportunidades brindadas por el boom cerealero de su rico hinterland y se transforma en un atractivo destino para la masa de extranjeros que arriban al país[8]. Dentro de éstos la ciudad recibe una importante cantidad de españoles procedentes de las diversas regiones de la península. En este sentido, la problemática de la inmigración española tiene una doble trascendencia, por una lado, por el peso que ésta representa en la composición de la base demográfica del país y la ciudad (la segunda por su magnitud), y el hecho tal vez sorprendente, de no haber concitado hasta hace muy poco años estudios específicos, circunstancia que se ha revertido recientemente[9]. En el ámbito local, el interés por examinar el fenómeno inmigratorio español se origina en medios académicos e institucionales y su producción incluye trabajos que abordan el tema parcialmente o en niveles de excesiva generalidad, y otros que no sobrepasan la crónica, la biografía tradicional o a lo sumo aproximaciones descriptivas[10]. En los últimos años se ha revertido esta tendencia, donde las preocupaciones por una historia social más atenta a los sujetos históricos, y análisis filiados en orientaciones cuantitativas que se sueldan con una perspectiva de redes sociales, han complejizado el campo de estudio[11].

El trabajo incluye una primera parte, donde se intenta realizar una ponderación -a través de la consulta de fuentes de tipo cuantitativo[12]- de la magnitud y especificidad de la inmigración española en Rosario en el periodo, para luego realizar una primera aproximación al sector de inmigrantes españoles que se involucran en la economía urbana y regional en su calidad de empresarios

 

Una aproximación cuantitativa

La magnitud del fenómeno migratorio español en la etapa que se analiza -finales del siglo XIX y las tres primeras décadas del siguiente- requiere una aproximación a fuentes cuantitativas. Las variables demográficas y sus diferentes correlaciones constituyen buenos instrumentos para dar respuestas iniciales, a la vez que per­filan un conjunto de nuevos interrogantes. Con este propósito, se ha consultado el material ofrecido por los siguientes relevamientos censales: los censos provinciales de 1858 y 1887, los tres censos nacionales que se levantan durante el periodo considerado (1869, 1895 y 1914) y los municipales de los años 1900, 1906, 1910 y 1926. Ellos proveen datos sobre importantes variables: sexo, edad, nacionalidad, estado civil, ocupación, lugar de residencia, pero con dis­tintos grados de desagregación. De modo que la utilidad de estas fuentes, si bien se da por descontada, se ve limitada por las dificultades para articular distintos modelos organizativos sobre los cuales se elaboraron. Por otra parte y del propio análi­sis del material censal, se puede ponderar la especificidad -en términos cuantitativos- de los españoles con respecto a otros agrupamientos étnicos. En este sentido también prestamos especial atención a variables compuestas por nativos, extranjeros en general e italianos en particular; incluidos estos últimos a modo comparativo dado su similar peso demográfico.

 

CUADRO N° 1: Evolución de la población de Rosario. 1858-1926[13]

 

Censos

 

Total

 

Nativos

 

 

 

Extranjeros

 

Españoles

 

Italianos

 

 

 

 

% (c)

 

% (c)

 

% (c)

% (d)

 

% (c)

% (d)

1858[14]

9.785

7.595

77,62

2.190

22,38

486

4,97

22,19

836

8,54

38,17

1869

23.169

17.297

74,66

5.872

25,34

1.118

4,82

19,04

2.120

9,15

36,10

1887

50.914

29.971

58,87

20.943

41,13

3.189

6,26

15,23

11.955

23,48

57,08

1895 (a)

107.959

58.330

54,03

49.629

45,97

12.024

11,14

24,23

25.456

23,58

51,29

1900

112.461

65.779

58,49

46.682

41,51

11.753

10,45

25,18

25.679

22,83

55,01

1906

150.686

88.512

58,74

62.174

41,26

15.057

9,99

24, 22

33.731

22,38

54,25

1910

183.778

97.895

53,27

85.883

46,73

25.280

13,76

29,49

37.414

20,36

43,56

1914 (b)

245.199

140.731

57,39

104.468

42,61

39.029

15,92

37,36

45.357

18,50

43,42

1926

407.000

223.853

55,00

183.147

45,00

66.459

16,31

36,29

79.920

19,64

43,64

 

(a) Población del Departamento Rosario.

(b) Población Urbana del Departamento Rosario

(c) Porcentaje sobre el Total de Población.

(d) Porcentaje sobre el Total de Extranjeros.

Fuentes: Censos Provinciales 1858 y 1887. Censos Nacionales 1869, 1895 y 1914. Censos Municipales 1900, 1906, 1910 y 1926.

 

Del análisis del Cuadro N° 1 resulta evidente la llegada constante de migrantes hispanos a la zona rosarina desde épocas tempranas, aún antes de la etapa bajo estudio. Esta es precisamente la peculiaridad de este tipo de inmigración extranjera: si bien conforma fuertes contingentes que acuden fácilmente a la convocatoria del gobierno argentino, su presencia se evidencia en el espacio rosarino desde por lo menos la década de los '50 del siglo XIX. Este fenómeno, sugiere por una parte, mayores posibilidades de consolidación temprana en posiciones sociales más altas, y por otra, condiciones favorables para la inserción de los nuevos migrantes.

Ahora bien, más allá de este rasgo, el incremento de la población española en la ciudad corresponde a la evolución que presenta a nivel nacional. Hasta fines de la década del '80, la llegada de españoles se da en cuotas de moderada magnitud. De acuerdo con el recorrido de los censos a partir de 1887 se verifica un salto cualitativo en la presencia de españoles, cuya primera constancia la da el corte de 1895. En él, el departamento Rosario -jurisdicción que en términos poblacionales es casi equivalente al municipio para esa época- absorbe a 12.024 españoles residentes que representan el 11 % de la población total y la cuarta parte del total de extranjeros.

A partir de esos años y en consonancia con la tendencia gene­ral, el aporte español se agiganta para representar, al final del periodo estudiado, el 16 % de la población total y el 36 % de la población extranjera. Estos valores indican fielmente que el arribo masivo encuentra en la ciudad un ámbito propicio para sus actividades y aspiraciones, en un espacio de convergencia tanto de los factores de atracción como de expulsión. Por una parte, la convocatoria que ha­cen los gobiernos argentinos al poblamiento del país, cuyos instrumentos son la ley de inmigración, los promotores y agentes en las naciones europeas, los pasajes subsidiados o directamente sin cargo y otros medios propagandísticos, a los que se suman la convocatoria espontánea de los ya residentes a parientes y amigos. Por otra, la situación social, política y económica de los lugares de origen en la península generan diversos factores que propician la decisión a emigrar: crisis agrícolas, interrupción del flujo migratorio hacia Cuba y otros dominios, a los que se suman determinadas condicio­nes políticas que conducen al exilio.[15]

Dentro de esta fase de crecimiento general se destaca el incremento producido entre la primera década del siglo XX y la Primera Guerra Mundial, momento en que se alcanzan los mas altos índices, vin­culados a un nuevo ciclo de la emigración española que incrementa su número y transforma su perfil ocupacional (ahora mayormente de origen rural) y regional español (con mayor presencia de las regiones centrales y de Andalucía).[16]

Ahora bien, en una ciudad de características altamente cosmopolitas como Rosario mensurar la dimensión de la población española obliga a co­rrelacionarla con la italiana (ver Gráfico N° 1), única comparable en magnitud, dado que ambas suman en los momentos de la inmigración masiva las 3/4 partes del total de extranjeros. El censo de 1887 da cuenta de este hecho, hasta ese año la relación entre españoles e italianos había sido apenas menor de 1:2, en ese año la presencia italiana casi cuadriplica el número de españoles, marcando la pos­terior llegada masiva de éstos. A partir de esos años y hasta 1906 la relación se mantiene en el orden de poco más de 1:2, modificán­dose para el periodo 1910-1926 en el cual la población española crece tanto en números absolutos como relativos, hasta acercarse en número a los italianos.

 

GRAFICO N° 1: Evolución de la población española e italiana en Rosario (1858-1926) [17]

 

 

Por otra parte, para dimensionar el verdadero volumen y peso del contingente español en la estructura demográfica, es menester considerar las particularidades de esta nacionalidad en términos de edad y sexo. Una característica común del fenómeno migratorio de la etapa masiva consiste en el predominio neto de varones que llegan a la sociedad receptora en edades activas. Sin embargo, el análisis de ambas variables en el caso de la inmigración española ofrece algunas particularidades. En esta dirección, a lo largo de todos los relevamientos censales se observa una tendencia decreciente en las tasas de masculinidad. En 1858 el censo registra cinco varones españoles por cada mujer de igual nacionalidad. Esta magnitud es compartida en el mismo momento únicamente por la población inglesa en el marco de altas tasas para los extranjeros. A partir de ese año se comprueba un constante descenso en las tasas de masculinidad, llegando en 1926 a una paridad entre ambos sexos.

 

CUADRO N° 2: Rosario, Indices de Masculinidad 1858-1926[18]

 

Año

Total

Extranjeros

Argentinos

Españoles

Italianos

1858

1,13

3,17

1,01

4,98

3,80

1869

1,25

3,40

0,93

3,92

3,28

1887

1,32

2,41

0,89

2,63

2,49

1895

1,25

1,76

0,95

1,57

1,84

1900

1,15

1,59

0,91

1,49

1,71

1906

1,18

1,68

0,93

1,46

1,80

1910

1,16

1,49

0,86

1,36

1,49

1914

1,13

1,45

0,94

1,31

1,50

1926

1,07

1,25

0,94

1,09

1,36

 

Fuente: Ídem, Cuadro N° 1.

 

Quizás esta tendencia decreciente pueda ser explicada en función de un distinto tipo de inmigrante correspondiente a diversas fases de llegada. Entre 1858 y 1895 los varones inmigrantes que arriban a la zona rosarina lo hacen básicamente solos, reproduciendo la tendencia general de la primera inmigración de extranjeros. En el periodo intercensal 1895-1914, en donde los índices de masculinidad son ya menores tanto al registrado entre el total de los extranjeros como entre los italianos, estaría denotando una afluencia masiva no ya de individuos solos sino también de grupos familiares. Finalmente, entre 1914 y 1926 se asiste a la cuasi equiparación en el ingreso de ambos sexos lo cual estaría sugiriendo un impacto, entre las españolas, del fe­nómeno de emigración en forma mucho más aguda que en los anteriores cortes censales. En 1926, el Censo Municipal da cuenta de la presencia en el estrato entre 15 y 30 años de 10.426 mujeres, frente a 9.095 varones de igual edad[19]. Explicaciones probables de esta situación podrían rastrearse, por una parte, en la convocatoria que pa­rientes ya radicados en el país, hacen a mujeres que han quedado en la península. También podría pensarse en la búsqueda de nuevas condiciones de vida y de trabajo teniendo en cuenta el carácter emi­nentemente productivo del grupo de edad y la circunstancia de tra­tarse de solteras, en su mayoría. En realidad, la ciudad les ofre­ce oportunidades ocupacionales diversas: desde los trabajos menos calificados, cómo el servicio doméstico, hasta los demandados por las ramas del comercio y la industria (vestido, calzado, comercio en general, etc.).[20]

En cuanto a la influencia de la variable edad, esta manifies­ta un comportamiento similar a las otras nacionalidades. El predominio está dado por la población potencialmente activa, entre los 14 y 50 años, que representan alrededor de las 3/4 partes de la población total de la colectividad.

A su vez, los distintos cortes censales ofrecen variaciones en cuanto a su representación, así por ejemplo, sobre fines de la década del '20 la escasa diferen­cia en número entre varones y mujeres potencialmente activos, per­filada desde 1910, nos sugiere una mayor oferta matrimonial intra-comunidad.

Otro rasgo característico de los españoles es su fuerte tendencia al asentamiento urbano, el fenómeno seguramente esta directamente vinculado con las actividades desempeñadas en el país de origen, en este sentido, Rosario será un punto constante en su elección en relación con otras áreas rurales y urbanas de la provincia. A su vez, en el marco de la ciudad comprobamos su concentración en las tres Secciones céntricas, en especial en la Sección I donde conflu­ye, el conjunto de la actividad comercial y financiera de Rosario del periodo.

 

Los empresarios españoles en el cambio de siglo

Para estimar el peso del empresariado español también se requiere un acercamiento a partir de la información cuantitativa; en esta instancia se ha elegido la particular coyuntura de principios del siglo XX a modo de recorte analítico, tanto por considerar al momento como punto culminante de la expansión agroexportadora de la ciudad, de los grupos burgueses en general, como donde los efectos de la inmigración masiva ya son evidentes. Con tal objetivo se procedió, a partir de la información censal provista por los censos municipales, a seleccionar actividades y pro­fesiones que señalen a los españoles en condiciones de lograr posiciones de encumbramiento dentro del espectro social rosarino. Lamentablemente solo los censos municipales de 1900 y 1906 contienen datos desagregados por profesión y nacionalidad y de ninguno de ellos, al igual que del nacional de 1914, se conservan las cédulas censales.

Ahora bien, estas estimaciones deben ser relativizadas en la medida en que las fuentes censales no diferencian entre los dueños de las empre­sas, sus parientes y allegados o los niveles gerenciales, por lo tanto, seguramente en la categoría clave de los "comerciantes" se ha incluido una cantidad respetable de estos, como de propietarios de empresas de pequeñísimo volumen, que no podemos diferenciar.

El número de españoles que estarían en condiciones de ser considerados en la categoría de empresarios, y por tanto, también de ser integrados a los sectores burgueses lo estimamos en 1270 para el año 1900, representando esta cifra el 17 % de sus connacionales ocupados. En similar situación los nativos cons­tituyen el 7 % y para el caso de los italianos es el 11 %, contra un 14 % de los extranjeros en general.

Estos primeros porcentajes sugieren un perfil relativamente más exitoso de los españoles que se insertan en las categorías socio-económicas empresariales y gerenciales respecto de otros grupos étnicos mayoritarios, particularmente los italianos. Así si bien la población total de españoles constituye para ese año el 25 % de los extranjeros, en las profesiones selec­cionadas conforman el 30 %, mientras para los italianos esos por­centajes son de 55 % y 46 % respectivamente.

Aún considerando las limitaciones expuestas anteriormente acerca del rubro comerciantes, resalta con total evidencia el pre­dominio casi absoluto de éstos sobre otras profesiones (87 %), con escasa presencia en las actividades prima­rias (tal vez subvaluadas, escondiéndose detrás de otras categorías) imagen que comparten con los italianos. Las diferencias comienzan al analizar otras profesiones; mientras los primeros (españoles) tienen una significativa participación como intelectuales y profesiones liberales, los segundos (italianos) se ubican mas dentro de las actividades industriales.

Al considerar las profesiones seleccionadas por Secciones[21] podemos indicar algunas precisiones sobre sus preferencias residenciales; de tal manera observamos que poco más del 40 % residen en el centro comercial y financiero de la ciudad (Sección I) proporción que se torna significativa dado que en ella y al calor del crecimiento vertiginoso de Rosario esta Sección en particular sufría un constante alza de los precios de los terrenos y el alquiler de las pro­piedades.

 

CUADRO N° 3: Profesiones seleccionadas de españoles ocupados por Sección. 1900.

 

Ocupaciones

Totales

Secciones

I

II

III

IV

V

VI

VII

Profesiones liberales

123

73

26

15

1

8

-

-

Comercio

1109

452

278

223

47

82

13

14

Estancieros

10

6

4

-

-

-

-

-

Actividad Industrial

28

9

9

9

4

-

-

-

Totales

1270

540

317

247

49

90

13

14

 

Fuente: Censo Municipal 1900

 

Empresarios españoles en la conformación de la burguesía local

La información que proveen las fuentes cuantitativas puede ser enriquecida con material de otro tipo, en ese sentido las memorias, los libros de actas tanto de las asociaciones de la colectividad, como de otras instituciones de carácter corporativo proporcionan una amplia gama de posibilidades que se agregan a las que nos ofrecen un conjunto de trabajos biográficos, publicaciones conmemorativas de las distintas entidades, así como la bibliografía en general del periodo[22].

Una aproximación a esta documentación nos ofrece algunas pistas de interés. Es indudable que alrededor de la participación social que se traduce existencia de las distintas instituciones étnicas, se evidencia la presencia reiterada de ciertos nombres que parecen liderar este tipo de entidades. Los fundadores, los miembros de las comisiones directivas, los socios protectores o beneméritos repitan asiduamente nombres y apellidos. De la misma manera, esa "elite" así configurada mantiene formas de permanente contacto con otras instituciones no étnicas, sino sectoriales (económico, político, social, etc.) o bien con instancias gubernamentales.

Para comprender este conjunto de prácticas relacionadas con espacios sociales fuera de la comunidad, es menester ubicarlas dentro del proceso de expansión de la economía rosarina de la segunda mitad del siglo pasado motorizada a partir de la febril actividad comercial. De este proceso es que surgirán los gérmenes de una burguesía a la que se puede caracterizar como comercial, pero que a lo largo del periodo no desdeña otros tipos de actividades: significativamente el negocio de la propiedad territorial; ya sea emprendiendo actividades ganaderas, agrícolas o especulativas aprovechando las nuevas tierras puestas en mercado por la expansión de la frontera. También los encontramos en la constitución de las entidades bancarias, en las compañías ferroviarias, en el negocio inmobiliario urbano y más tardíamente en la actividad industrial. Su crecimiento encuentra sobresaltos y limitaciones; las crisis periódicas "de crecimiento" según la expresión de la época, dejan marcas visibles y algunos de sus integrantes por el camino. Aunque con peso considerable, esta burguesía, que se integra subordinamente al proceso de constitución de la clase dominante a nivel nacional, no logra controlar el conjunto de mediaciones (económicas, sociales y políticas [en particular la estructura de gobierno del estado provincial]) que amortigüen los pesares de una economía atada a los vaivenes del mercado internacional[23]. En este sentido, es a lo largo de estos años que la burguesía rosarina (ella misma en construcción) busca afanosamente construir un espacio regulatorio de sus actividades económicas diferente del provisto por el estado provincial a través de su legislación; semejante tarea no encuentra una concreción efectiva hasta 1884 cuando se funda la Bolsa de Comercio, aunque en definitiva se consolida recién con los primeros años del siglo XX[24], constituyéndose ésta, tal vez, en la institución más representativa de la cosmopolita burguesía local.

Los empresarios españoles no fueron ajenos a estos procesos, inversamente aportaron un nutrido contingente y algunas figuras paradigmáticas a la construcción de la burguesía rosarina. Ya los encontramos en los primeros años de la década de 1850 constituyendo un fuerte grupo dentro de los comerciantes rosarinos que, usufructuando el auge económico rosista y post-rosista, ocuparon un lugar prominente en el boom santafesino de la colonización agrícola[25].

Alrededor de la expansión comercial encontramos la primera oleada de inmigrantes españoles que demuestran con sus derroteros las posibilidades y riesgos, no ya de integrarse en la estructura social en su sector más encumbrado, sino de protagonizar el proceso de su formación. A diferencia de lo ocurrido en otras regiones, la burguesía local rosarina se conforma sobre una base cosmopolita, en la que la condición de extranjero es tan o más habitual que la presencia de nativos (por otra parte, muchos de estos también migrantes).

Así por ejemplo, en las distintas entidades que anteceden a la constitución de la Bolsa de Comercio[26], nunca faltan entre sus promotores y principales socios nativos de España, Antonio Berdier, Antonio Zubelzu, Juan Rusiñol, José María Arteaga, Rosendo Olivé, Bonifacio Seviñe y muchos otros más forman parte de este dinámico sector del comercio rosarino. El protagonismo de los empresarios españoles se muestra también en la constitución de la definitiva Bolsa de Comercio, un nutrido contingente de este grupo conformó la estratégica institución y algunos de ellos fueron figuras paradigmáticas de la misma (Juan B. Quintana, Ciro Echesortu, Miguel Monserrat por mencionar a los mas visibles).

Además la presencia española se advertía desde temprano en el escenario santafesino en calidad de terratenientes de renombre; Berdier, Casado, los Zubelzu, Bustinza, Díaz, la familia Lejarza y otros más son poseedores de importantes extensiones de tierras en el sur de la provincia. No obstante, no puede decirse de ellos que éstas sean sus únicas formas de inserción económica, dado que las finanzas también los encuentra entre sus promotores y dirigentes. Desde esta actividad se desarrolló la estrategia empresarial de una figura clave de la colectividad: Carlos Casado del Alisal, "...marino, hombre de negocios, explorador, creador de empresas, banquero, epónimo filántropo y fundador propietario del Ferrocarril Oeste Santafecino."[27]

Por otra parte, nuestro conocimiento al presente evidencia una temprana vocación asociacionista de la colectividad española de Rosario. Quizás la mayor demostración de lo afirmado sea la creación de la Asociación Española de Socorros Mutuos (AESM) en 1857, atribuyéndose para sí el carácter de asociación mutualista pionera en el ámbito de la República Argentina. A ella acompañaron, en una seguidilla de iniciativas, el Club Español, el Hospital Español, la Cámara Oficial Española de Comercio, Industria y Navegación, más un conjunto de centros regionales que trasplantaron a nuestro país las fisonomías de los particularismos tan vívidos en la propia España[28].

En ellas, alrededor de los valores de etnicidad, solidaridad, asistencialismo, patriotismo se preservan identidades previas, al tiempo que se generan instancias para la constitución de liderazgos.

A partir de esto nos preguntamos: ¿existe una vinculación mecánica entre dirigencia étnica y los elencos encargados de la administración de las entidades? En este punto confluyen a la respuesta del problema etnicidad, inserción económica y dominación.

Una forma de acercamiento nos llevó a cotejar las direcciones de las dos entidades más importantes y estables en las que confluyen aquellos hombres más exitosos dentro de la comunidad: la AESM y el Club Español. La primera de carácter asistencial y solidario, la segunda asociación de índole mucho más restrictivo, compuesta por los miembros de los sectores más altos de la comunidad[29]. Del total de los presidentes de ambas instituciones hasta 1930 (54) contamos con información socioeconómica para 42 de ellos; de su análisis resalta la similitud con el caso porteño[30], encontramos también un homogéneo grupo de dirigentes dedicados a la actividad comercial, importadores-exportadores, consignatarios de frutos del país, terratenientes, gerentes de bancos y compañías ferroviarias y un reducido grupo de profesionales e industriales. Si tomamos al conjunto de las comisiones directivas se mantiene el perfil antes descrito, matizado con la presencia de comerciantes de menor porte económico (almaceneros por ejemplo) y una mayor proporción de profesionales. Obviamente resalta la casi inexistencia en los cargos directivos de integrantes de las clases subalternas.

Ahora bien, ¿cuál es el espacio social que enmarcan estas entidades? El Club Español, entidad "de elite", espacio de sociabilidad burguesa de la colectividad hispana, hace gala de la memoria cultural española a través de las celebraciones patrias, conferencias, etc., donde se encuentran con otros miembros de la burguesía rosarina. Sus cuotas y su prestigio lo equiparan con los aristocráticos club Fénix (posteriormente fusionado en el Jockey Club) o el Club de Residentes Extranjeros.

La AESM por su carácter asistencialista indicaría un perfil social mucho más amplio que podría cubrir al conjunto de la comunidad española. Sin embargo, podemos matizar esta afirmación si comparamos la población potencialmente en condiciones de integrarla (españoles residentes) con el número de socios, éstos solo representan alrededor del 12%, a su vez con una tendencia a bajar en las primeras décadas del siglo XX. Además, si recordamos que para el cambio de siglo, los individuos seleccionados por profesiones y actividades (integrantes posibles de la burguesía y pequeña burguesía de origen español) son aproximadamente 1.300, esta cifra se acerca significativamente a los casi 1.500 socios de la AESM para esos años. Estos indicios parecen otra vez acordar con la tendencia señalada por Alejandro Fernández para la AESM de Buenos Aires acerca de una capacidad de reclutamiento de la misma mas restringida a los sectores medios y medios altos[31].

Esta imagen se refuerza al observar las funciones ejercidas por otra entidad de origen étnico que apunta, también a través del asistencialismo y particularmente de la filantropía, mas propiamente a la integración subordinada de los sectores más bajos de la comunidad, sobre todo a partir del siglo XX. La Asociación del Patronato Español de Rosario, fundada en 1915 en el contexto de la crisis de la Gran Guerra[32], resulta ejemplificadora: recordando los orígenes de la institución la Revista conmemorativa de sus Bodas de Plata revela la yuxtaposición de los clivajes étnico y social "...las casas de comercio se veían asediadas diariamente por grandes cantidades de solicitantes de socorro, que aparte de lo que importan, les obligaba a perder su tiempo, debiendo escuchar en cada caso las historias de sus desdichas"[33], tal expresión precede a la justificación de la existencia del Patronato y a la convocatoria a suscribirse. El Patronato, si bien está integrada por caracterizados socios y funciona en el local de la AESM, es obvio que no apunta a resolver las necesidades inmediatas de los sectores medios que la integran.

Ahora bien, tomado en conjunto, de lo antedicho podría relativizarse la capacidad de dirección ejercida desde los puestos más encumbrados de la AESM, limitando las posibilidades del liderazgo de los que los ejercen sobre el conjunto de la comunidad. Si bien las listas de sus comisiones directivas son uno de los mejores muestrarios de quiénes fueron los españoles más ricos y prestigiosos de la ciudad; otros tan relevantes como los anteriores no figuran en las instancias de gobiernos de las asociaciones; tal los casos significativos para distintos años de Ciro Echesortu, Juan Fuentes, Miguel Monserrat[34]; ausencia que no se repara si consultamos las comisiones directivas del Club Español. Por ejemplo, el mismo Carlos Casado sólo aparece una vez en la de la AESM y como vocal. Estos derroteros creemos que demuestran la existencia de múltiples itinerarios que conducen tanto al ascenso social como a posiciones de liderazgo.

No podemos dudar del carácter dirigencial de los mencionados, constantemente citados como ejemplos del éxito económico y social de la comunidad, dirigentes de notoria actuación política y corporativa, “benefactores” asiduos de las instituciones étnicas y de las causas patrias; referentes de la comunidad, no parecen necesitar del prestigio que brindan los cargos directivos de la AESM o del elitista Club Español. Su lugar en la comunidad es ese: benefactor, figura modélica, socio honorífico o vitalicio; lugar compartido con otros de igual carácter pero de mayor presencia en las direcciones: José Arijón, Rosendo Olivé, Juan B. Quintana, Joaquín de Lejarza y otros[35]. Juntos constituyen el sector más concentrado de la burguesía rosarina de origen español, a ellos los encontramos en casi todas las alternativas económicas de más alta rentabilidad de las distintas coyunturas, en los proyectos más redituables, en los directorios de los bancos, ferrocarriles, compañías de seguros, etc.. Creadores, propulsores, presidentes de la Bolsa de Comercio de Rosario o de alguno de sus antecedentes, de la Sociedad Rural local y de una extensa lista de clubes de élite (Fénix, Jockey, Residentes Extranjeros, Social, etc.), también los encontramos a estos personajes ejerciendo la función política a través del Consejo Municipal[36].

Es en estos espacios donde se encuentran y conforman el grupo dirigente de la burguesía rosarina; allí conviven los apellidos de la más varada procedencia: ingleses, alemanes, italianos, franceses, españoles y nativos de origen diverso comparten la común empresa de aprovechar al máximo los beneficios de la Argentina agroexportadora; adquieren y ejercen una identidad de clase, al mismo tiempo local y regional, que los diferencia en particular de los sectores santafesinos, construyendo ámbitos para la autorregulación de sus intereses no exentos de conflictos[37].

 

Consideraciones finales

A partir de lo expuesto hasta aquí precisamos algunas cuestiones respecto de los empresarios de origen español en la sociedad rosarina y su papel en la constitución de la clase dominante local. En principio comprobamos que la colectividad española evidencia una temprana y exitosa vocación asociacionista, la cual queda expresada en un conjunto de instituciones de carácter étnico-nacional o regional, que configuran espacios en los que circulan valores de etnicidad, solidaridad, asistencialismo, patriotismo, alrededor de los cuales se preservan identidades al tiempo que generan en su seno instancias favorables a la constitución de liderazgos y de elites.

No obstante esto, podemos relativizar la participación masiva de los inmigrantes españoles en el fenómeno del asociacionismo (por lo menos en la más importantes de estas, la AESM), y por tanto matizar también el peso efectivo de sus líderes sobre el conjunto de la base étnica a partir de la estrategia asociacionista. En este sentido, si bien los trabajos sobre la dirigencia étnica para otras ciudades (particularmente Buenos Aires) han resaltado la coincidencia entre los cargos directivos de estas asociaciones y cierto grupo homogéneo de empresarios españoles que la conforman, nuestro acercamiento ha constatado la existencia de otros senderos que conducen al liderazgo étnico, prescindiendo de estos puestos institucionales, lo cual no impide que ellos se presenten ante la comunidad española, pero también ante la sociedad local toda, como modelos paradigmáticos.

En consecuencia hace evidente la existencia de múltiples vías constituyentes de liderazgo mas allá de las consolidadas alrededor del registro étnico; tal como la participación en ámbitos sectoriales, corporativos, políticos de la sociedad rosarina en los cuales convergen con los sectores de la burguesía rosarina de origen español más directamente vinculados a las direcciones de las entidades; así también por hacer gala de comunes estrategias económicas que caracterizar a todos (españoles, nativos y otros extranjeros) por una concepción empresarial que a partir de la gestión comercial no desdeña las ventajas que le ofrecen otras alternativas económicas; uniendo a ello un fuerte protagonismo corporativo y gubernamental.

La temprana y constante participación de los empresarios españoles en todos estos espacios nos invita a confirmar lo señalado ya por otros investigadores acerca del carácter fuertemente cosmopolita de la burguesía rosarina, en la cual los extranjeros -y en particular los españoles- no se integran a ella, sino que la constituyen en función de su propio protagonismo. Condición explicable tanto por la relativa significación del grupo dominante de origen colonial y post-independentista, como por la celeridad y magnitud del progreso económico que permite que los extranjeros participen del proceso de conformación de la clase desde antes y durante la inmigración masiva. En este sentido, preferimos no referirnos al proceso en términos de integración a una sociedad o a una clase (en esta caso local), debate que ha obnubilado a las dos perspectivas de análisis sobre la inmigración, sino que nos pensamos que los empresarios rosarinos de origen español son parte constituyente, esto es, son parte central del proceso de formación de clase y de allí se deriva tal vez buena parte de las particularidades del conjunto de la clase dominante local.

 

 

RESUMEN

 

Formación de una burguesía local e inmigración española en la Rosario agroexportadora

 

El presente trabajo intenta abordar, desde un espacio de análisis acotado (la ciudad de Rosario durante el auge agroexportador de mediados del siglo XIX y primeras décadas del XX), algunos problemas que vinculan el entramado de las prácticas sociales de una comunidad étnico-nacional: los españoles, al proceso de formación de una clase dominante. La colectividad española -aún cuando arrastre o genere heterogeneidades internas de significación- tendrá una presencia incuestionable en la historia de la ciudad; tanto en términos cuantitativos como cualitativos. Nuestro interés está dirigido a aproximarnos a ciertos grupos que se insertaron, con disímil facilidad, en las categorías socioeconómicas empresariales y gerenciales, como una manera de reconocer en ellos los gérmenes de nuestra burguesía nacional a nivel local. El trabajo incluye una primera parte, donde se intenta realizar una ponderación -a través de la consulta de fuentes de tipo cuantitativo- de la magnitud y especificidad de la inmigración española en Rosario en el periodo, para luego realizar una primera aproximación al sector de inmigrantes españoles que se involucran en la economía urbana y regional en su calidad de empresarios.

 

Palabras clave: inmigración española – burguesía local - Rosario

 

 

ABSTRACT

 

Formation of a local bourgeoisie and Spanish immigration in the agroexporting Rosario

 

The current work will try, from a restricted analysis viewpoint (the city of Rosario during the agroexporting boom in the mid-XIX century and first decades of the XX century), to focus on some problems which link the plot of the social practices of a national-ethnic community -the Spanish- to a dominant class formation process. The Spanish community, even when it carries o generates significant internal heterogeneity, will have an unquestionable presence in the history of the city, both in quantitative and in qualitative terms. Our interest is to approach certain groups which got inserted, with a higher or lower level of ease, in the managerial and entrepreneurial socioeconomic categories, as a way of recognizing in them the germs of our national bourgeoisie at a local level. This work includes a first part, in which we will try to weigh, through the consultation of quantitative sources, the magnitude and specificity of the Spanish immigration to Rosario in this period, to move then to a preliminary approximation to the Spanish immigrants sector who get involved in the urban and regional economy in their position as businessmen.

 

Key words: Spanish immigration - local bourgeoisie - Rosario

 

Notas



(*) Profesora en Historia. Cátedra Historia Argentina II. Escuela de Historia. Facultad de Humanidades y Artes. Universidad Nacional de Rosario. E- mail: guevarapons@arnet.com.ar

(**) Profesor y Licenciado en Historia. Sección Historia (ISP N° 3), Escuela de Historia (UNR), CONICET. E-mail: vidwol@citynet.net.ar

[1] Este trabajo reconoce como antecedentes la producción y la reflexión insertas en el marco del proyecto de investigación "Españoles en Rosario. Inmigración y Empresa. 1860-1930" bajo la dirección de la Prof. Elida Sonzogni.

[2] Las consideraciones que siguen han sido planteadas en: SONZOGNI, Elida; PONS, Adriana y VIDELA, Oscar; Españoles en Rosario. Inmigración y empresa (1860-1930). Algunas consideraciones teórico-metodológicas. Ponencia presentada en las Jornadas Rosario, su región y su problemática, Rosario, 1991.

[3] Para el caso específico de la burguesía Cfr. FERNÁNDEZ, Sandra, PONS, Adriana y VIDELA, Oscar; “Las burguesías regionales”; EN: BONAUDO, Marta (dir.); Liberalismo, Estado y Orden burgués (1852-1880); Sudamericana, Buenos Aires, 1999. Tomo IV de la Nueva Historia Argentina.

[4] Tres textos han sido claves en este sentido: Cfr. CERUTTI, Mario; "Consideraciones recientes y relevancia de la investigación regional sobre la segunda parte del siglo XIX en México", EN: Anuario Nº 12, Escuela de Historia. Facultad de Humanidades y Artes. UNR, Rosario, 1987. CHIARAMONTE, José Carlos; Mercaderes del Litoral, FCE, Buenos Aires, 1991. VAN YOUNG, Eric; "Haciendo historia regional. Consideraciones metodológicas y teóricas", EN: Anuario del IEHS, IEHS. Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires, Tandil, 1987, Nº 2.

[5] La situación esta siendo salvada en estos últimos años a través tanto de la multiplicación de estudios que aplican la perspectiva como de la reflexión teórico-metodológica sobre la misma. Para un panorama de ambos procesos Cfr. FERNÁNDEZ, Sandra y DALLA CORTE, Gabriela (comps.); Lugares de la Historia. Espacio, Historia Regional e Historia Local en los Estudios Contemporáneos; UNR, Rosario, 2001.

[6] En este punto debemos aclarar que el término étnico puede llevar a confusiones en particular con una profusa tradición de estudios antropológicos, por lo que debemos aclarar que entendemos la variable étnica en el sentido que le han asignado los últimos estudios sobre el proceso inmigratorio ultramarina y por tanto directamente vinculado a la constitución de prácticas, representaciones e instituciones referenciadas en principio en identidades nacionales y/o regionales de los países expulsores al interior de la sociedad argentina, de allí que la terminología más precisa debería ser étnico-nacionales; ahora bien por cierta comodidad en la comunicación reproduciremos el lugar común de la historiografía reciente conservando el término étnico.

[7] SABATO, Hilda; "Pluralismo y nación", EN: Punto de vista, Buenos Aires, 1989, Año XII, Nº 34.

[8] Cfr. VIDELA, Oscar; FERNANDEZ, Sandra y PONS, Adriana; "Una burguesía local dentro de un espacio regional, Rosario, 1880-1912. Un intento de caracterización”, EN: TRAVESIA. Revista de historia económica y social, Instituto de Estudios Socio-Económicos. Facultad de Ciencias Económicas, Universidad Nacional de Tucumán, Tucumán, N° 3 / 4, 2003. FERNÁNDEZ, SANDRA y VIDELA, OSCAR, “La evolución económica rosarina durante el desarrollo agroexportador”, En FALCON, Ricardo y STANLEY, Miriam (dir.); Historia de Rosario, Tomo I, Homo Sapiens, Rosario, 2001.

[9] Al respecto ver la revista Estudios Migratorios Latinoamericanos, publicada por el Centro de Estudios Migratorios Latinoamericanos (CEMLA), en particular el Nº 13 de diciembre de 1989 dedicado a los españoles, ver en especial los trabajos de César Yañez Gallardo, Dedier N. Marquiegui y el de Ofelia Pianetto y Mabel Galliari entre otros. También, FERNANDEZ, Alejandro; "El mutualismo español en Buenos Aires, 1890-1920. Un estudio de caso", EN: Cuadernos de Historia Regional, Universidad Nacional de Luján-Eudeba, Buenos Aires, vol. III, Nº 8, 1987. MARQUIEGUI, Dedier Roberto; La inmigración española de masa en Buenos Aires, CEAL, Bs. As., 1993. Más recientemente, FERNÁNDEZ, Alejandro E. y MOYA, José C. (editores); La inmigración española en la Argentina; Biblos, Bs. As., 1999.

[10] Cfr. ALVAREZ, Juan; Historia de Rosario, Universidad Nacional del Litoral, Santa Fe, 1981. MIRAGAYA, Eduardo y SOLANES, Francisco; Los españoles en Rosario de Santa Fe, La Cervantina, Rosario, 1934. SOLER, Amadeo; La presencia de Cataluña en la ciudad de Rosario de Santa Fe, inédito, Rosario, 1986. ENSINCK, Oscar L.; Inmigrantes canarios en Rosario, Mancomunidad Provincial de Cabildos de Las Palmas, 1985, Separata del V Coloquio de Historia Canario-Americana (1982).

[11] SONZOGNI, Elida; PONS, Adriana y VIDELA, Oscar; Españoles en Rosario. Inmigración y empresa (1860-1930). Algunas consideraciones teórico-metodológicas. Ponencia Jornadas Rosario, su región y su problemática, Rosario, 1991. PONS, Adriana y VIDELA, Oscar; Inmigración y burguesía local. Los españoles en Rosario. Ponencia III Jornadas Inter Escuela-Departamentos de Historia, Buenos Aires, 1991. VIDELA, Oscar; "Los caminos de un “burgués inteligente”: Juan B. Quintana. Reformismo social, prácticas corporativo-institucionales e inserción productiva. Rosario, 1889-1914", En: FERNANDEZ, Sandra R. y DALLA CORTE, Gabriela (comp.); Sobre viajeros, intelectuales y empresarios catalanes en Argentina. Siglos XIX y XX, MEDAMERICA/Universitat de Barcelona/Escuela de Historia. FHyA. UNR., Barcelona, 1998. PONS, Adriana; “Retrato de un personaje y postales de una ciudad: Miguel Monserrat, catalán, comerciante y banquero en el Rosario de fines del siglo XIX y comienzos del XX”, En: FERNANDEZ, Sandra R. y DALLA CORTE, Gabriela (comp.); op. cit.. FRID, Carina; “Mobilidade transatlántica e circuítos migratorios: perspectivas analíticas e problemas metodoloxicos das migracións de retorno dos españois dende Argentina (1880-1930)”; EN: Estudios migratorios, Consello da Cultura Galega, Santiago de Compostela, N° 11-12, Junio-diciembre 2001. FRID de SILBERSTEIN, Carina, "Más allá del crisol: matrimonios, estrategias familiares y redes sociales en dos generaciones de italianos y españoles (Rosario, 1895-1925)", ponencia IV Jornadas sobre Colectividades en la Argentina, Buenos Aires, 1993. FRID de SILBERSTEIN, Carina; “A Imigraçâo Espanhola na Argentina (1880-1930)” EN: FAUSTO, Boris (organizador); Fazer a América; Sâo Paulo; EDUSP (Editora da Universidade de Sâo Paulo), 1999. El impacto también se ha dado en el ámbito de la divulgación: Habichayn, Hilda, La colectividad española, Historia de aquí a la vuelta 13, Rosario, 1991. FERNÁNDEZ, Sandra y OLIVIER, María Rosa (coordinadoras)¸ Catálogo Fotográfico del Club Español de Rosario (1882-1940); Prohistoria y Club Español de Rosario, Rosario, 2004.

[12] Censos Provinciales de 1858 y 1887; Censos Nacionales de 1869, 1895 y 1914, y Censos Municipales de 1900, 1906, 1910 y 1926. En los censos de 1858 y 1895 no consta población desagregada por nacionalidades para la ciudad, tomándose la del total del Departamento. En el censo de 1914 presenta la misma dificultad por lo que tomamos la población urbana del Departamento. Para un tratamiento más detallado de los aspectos demográficos Cfr. PONS, Adriana y VIDELA, Oscar; Inmigración y burguesía local...; op. cit..

[13] Elaboración propia sobre la base de los Censos citados más arriba.

[14] Los datos incluidos en este año corresponde a una reconstrucción en base a la información de: ALVAREZ, Juan; op. cit. y ENSINCK, Oscar; Historia económica de la provincia de Santa Fe, UNR, Rosario, 1985. Los tomamos en razón que al ponderar solamente a la población de la ciudad son un mejor reflejo que las cifras correspondientes al Departamento, que para la fecha inciden con mayor fuerza que en años posteriores. Las mismas son: Población total: 9.785; Nativos: 7.595 (77,62%); Extranjeros: 2.190 (22,38%); Españoles: 486 (4,97% y 22,19% sobre Total y Extranjeros respectivamente); Italianos: 836 (8,54% y 38,17% sobre Total y Extranjeros respectivamente)

[15] YAÑEZ GALLARDO, César; "Argentina como país de destino. La emigración española entre 1860-1930", EN: Estudios Migratorios Latinoamericanos, CEMLA, Buenos Aires, Nº 13, diciembre 1989, p. 492.

[16] Ibídem, p. 492-3.

[17] Elaboración propia sobre la base del Cuadro N° 1.

[18] Elaboración propia sobre la base de los Censos citados más arriba.

[19] Cifras propias elaboradas a partir del Censo Municipal de 1926

[20] Para un panorama de las condiciones del mercado de trabajo rosarino Cfr. FALCÓN, Ricardo; El mundo del trabajo urbano (1890-1914), CEAL, Bs. As., 1986, cap. II.

[21] Las Secciones son las unidades administrativas en las que esta dividida la planta urbana de la ciudad y fueron tomadas por los censos municipales para clasificar los datos.

[22] Lamentablemente en el momento en que se realizó la búsqueda documental no tuvimos acceso a los Libros de Actas y Registro de Socios de la Asociación Española de Socorros Mutuos recurriendo a publicaciones conmemorativas de ésta. También se consultó: LLOYD, Reginald (editor); Impresiones de la República Argentina en el Siglo Veinte; Lloyd Greater Britain Pubblishing Company, Londres, 1911. SANTILLAN, Diego Abad de; Gran Enciclopedia de la Provincia de Santa Fe; EDIAR, Buenos Aires, 1967. GOMEZ, Mario; SASTRE, Marcos y CISTOLA, Guido; Rosario biográfico, Tradiciones Argentinas, Rosario, 1955. Diccionario biográfico de hombres de negocios, Veritas, Buenos Aires, 1945. Apuntes biográficos contemporáneos, El Comercio, Rosario, 1878. CARRASCO, Gabriel; Guía civil y comercial de la ciudad de Rosario; Carrasco, Rosario, 1876. CARRASCO, Gabriel; Descripción geográfica y estadística de la Provincia de Santa Fe, Carrasco, Rosario, 1882. SOCIEDAD RURAL DE ROSARIO; Cincuentenario de su fundación, SRR, Rosario, 1945. MUNICIPALIDAD DE ROSARIO; Nómina de consejales, Rosario, s/f. AESM; Revista de la AESM, op. cit.. AESM; Revista Extraordinaria de su Centenario, op. cit.. y las Memorias de las siguientes instituciones (algunas de ellas fragmentarias): Cámara Oficial Española de Comercio, Industria y Navegación; Club Español de Rosario; Jockey Club Rosario; Club Social; Bolsa de Comercio de Rosario.

[23] Cfr. VIDELA, Oscar; FERNANDEZ, Sandra y PONS, Adriana; “Una burguesía local...”, op. cit..

[24] PONS, Adriana y VIDELA, Oscar; "Una corporación frente a la cuestión social: La Bolsa de Comercio de Rosario ante los conflictos obreros a principios del siglo XX"; EN: Anuario 15, Escuela de Historia, FHA, UNR, Rosario, 1993. VIDELA, Oscar; "La burguesía rosarina ante las transformaciones y límites del orden conservador. La Bolsa de Comercio de Rosario (Corporaciones y mercado en el cambio de siglo, 1884-1912)", Tesis de Doctorado, Facultad de Humanidades y Artes, Universidad Nacional de Rosario, 2001. PONS, Adriana; Iniciativas, ajustes y límites de una burguesía regional. Rosario, 1909-1911, CESOR. Facultad de Humanidades y Artes. UNR, Rosario, 1997, Papeles de Trabajo N° 2.

[25] FERNANDEZ, Sandra y VIDELA, Oscar; "La evolución económica rosarina durante el desarrollo agroexportador" EN: FALCON, Ricardo y STANLEY, Miriam (dir.); Historia de Rosario, Homo Sapiens, Rosario, Tomo I, 2001. FACCIANO de ZINNY, Ma. Celia; "Los comerciantes de Rosario (1852-1860). Vida social y administrativa en la ciudad", EN: Revista Histórica, Bs. As., Instituto de la Organización Nacional, mayo-diciembre 1979, año II, Nº 5. GALLO, Ezequiel; La pampa gringa, Sudamericana, Buenos Aires, 1984, p. 166.

[26] El Club Mercantil (1853), la Bolsa de Comercio (1857), la Sala Comercial de Residentes Extranjeros (1859), el Casino de Comercio (1865), la Bolsa de Comercio (1869) y hasta el Club de Residentes Extranjeros (1871) deben ser contabilizados en ese esfuerzo que recién se plasmará con la creación del "Centro Comercial del Rosario" durante 1884.

[27] MIRAGAYA, E. y SOLANES, F.; op. cit., p. 116. Paradigma de los empresarios inmigrantes exitosos, Carlos Casado llegó a ser uno de los hombres más ricos de la Argentina. La producción sobre él es importante, un muestrario de diversos enfoques con lo que ha sido trabajado podría incluir los trabajos de Lagos, fundamentalmente un panegirista; el biográfico de Miguel Ángel de Marco y el de Marta Bonaudo y Elida Sonzogni atenido a la moderna historia social. Cfr. BONAUDO, Marta y SONZOGNI, Elida; "Empresarios y poder político en el espacio santafesino (1860-1890). Carlos Casado y su estrategia de acumulación", En: Historia y Grafía. Año 6, Nº 11, Departamento de Historia de la Universidad Iberoamericana, México, 1998. LAGOS, H. M.; Carlos Casado del Alisal. Su vida y su obra, Buenos Aires, 1949. DE MARCO, Miguel Ángel; Carlos Casado del Alisal y el progreso argentino, Instituto Argentino de Cultura Hispánica, Rosario, 1993.

[28] Centre Catala (1902), Centro Asturiano (1904), Centro Navarro (1913), Agrupación Andaluza (1915), Centro Gallego (1915), Centro Aragonés (1917), Centro Castilla (1920), Centro Riojano Español (1920), Centro Soriano (1922).

[29] El Club Español fue creado en 1882, sobre sus cuotas ver Censo Municipal de Rosario de 1900, p. 543 y Club Español, Memorias; sobre el prestigio MIRAGAYA, E. y SOLANES, F.; op. cit., pág. 153.

[30] FERNANDEZ, Alejandro; op. cit., p. 49.

[31] Idíbem, p. 45.

[32] "...imprescindible en toda colectividad, porque cristaliza y encarna las aspiraciones elevadas de hacer el bien por el bien mismo y tiene de común con la otra sociedades.., esa modalidad social en que están inspiradas, o sea, ser fruto de amor y de compasión por las desdichas de nuestros semejantes, y, principalmente, de nuestros compatriotas indigentes." MIRAGAYA, Eduardo y SOLANES, Francisco; op. cit.; p. 203.

[33] ASOCIACION DEL PATRONATO ESPAÑOL DE ROSARIO; Revista conmemorativa de sus Bodas de Plata, Rosario, 1940, p. 21.

[34] Para información sobre los recorridos empresariales de los mencionados Cfr: VIDELA, Oscar; "La burguesía rosarina ante las transformaciones..." op. cit. Sección: Anexos; PONS, Adriana; “Retrato de un personaje...", op. cit..; VIDELA, Oscar; "Historia de un burgués. Una estrategia de articulación entre la historia local y la nacional a través del comportamiento empresarial de Juan Fuentes", ponencia Sexto Encuentro de Historia regional del sur santafesino y norte bonaerense; Empalme Villa Constitución, 2001; LANCIOTTI, Norma; Mercado inmobiliario en Rosario (1885-1914). Racionalidad empresarial y configuración del espacio urbano, Tesis de Doctorado UNR, Rosario, 2004.

[35] Idíbem

[36] PONS, Adriana y VIDELA, Oscar, op. cit..

[37] Cfr. PONS, Adriana y VIDELA, Oscar; op. cit..