Cuatro apuntes para un estudio sobre Leónidas Gambartes

 

Jorge Jofre(*)

 

La poética de un pintor rosarino

 

Cuando en “Taquigrafiando lo social” el sociólogo Renato Ortiz enuncia un antiguo interrogante de las ciencias sociales ¿Cómo es posible pensar la sociedad?[1], abre con su pregunta una poderosa brecha que nos conduce a un muy específico planteo: ¿Cómo es posible pensar la obra de Leónidas Gambartes?...como es posible analizarla, o aún más, conformar un estudio sobre ella desde el ámbito de las ciencias sociales. Ya no contaríamos para el caso con la posibilidad de hablar: de recursos grafo plásticos, de composiciones abstractizantes, de la caligrafía del trazo, de la integración de configuraciones; ni tampoco podemos inclinar el discurso hacia una perspectiva psicoanalítica como hoy día muchos investigadores hacen.

A Leónidas Gambartes (1909-1963) siempre se lo consideró como un artista adherido a la idea de un arte americanista, pero este solo aspecto no alcanza para descifrar la obra del artista rosarino.

Manuel Mujica Lainez supo hacer evidente que la percepción de América no se halla solamente radicada en la profunda alteridad entre dos culturas (la europea y la americana), sino que “es posible detectarla en una localización simbólica”.[2] Localización que indiscutiblemente nos labra signos muy propios de nuestro continente en la obra de algunos artistas latinoamericanos. Tal planteo, se puede ejemplificar en las palabras del pintor Liber Fridman: “No encontré huellas ni senderos para acercarme a esas latitudes que estaba idealizando. Mitos y talismanes prepararon mis itinerarios por el submundo americano. Solo intenté ausentarme, viajar por gastados peldaños, olvidar cosas cotidianas, desdoblarme y ser yo mismo un vidente”[3] …y toma cuerpo en su obra pictórica completa.

Conceptos, tanto los de Mujica Lainez como los de Fridman, que parecen hacerse carne en el pensamiento pictórico de Gambartes. La pintura del rosarino no solo se hizo fuerte por el empleo de un lenguaje plástico muy personal, sino que también se solidificó en la peculiaridad de sus imágenes que se constituyen en signos para ser leídos bajo el contexto de una raíz americana. Particular estética donde el santafecino recreó antiguos mitos y creencias autóctonos en un estilo que nos recuerda al rigor estético de Bizancio; en un estilo que no se dejó seducir demasiado por las vanguardias pictóricas de principios del siglo XX.

La poética gambartiana, casi desde sus comienzos se desplegó en el intento de captar ancestrales creencias que tienen su origen en una América mixturada con la cultura europea… cultos a las ánimas; supersticiones; creencias y rituales mágicos. Si su pintura ha descartado a las vanguardias europeas, lo mismo ha hecho con todo posible acercamiento a un “provincianismo” o un tradicionalismo a ultranza; ella es obra de una especie de “vidente” que recorrió mas allá de la mera apariencia o cotidianeidad de las cosas; que llegó a reinterpretar mensajes provenientes de antiguas culturas. Gambartes no se preocupaba en emular el vanguardismo de Petorutti o Xul Solar, tampoco tenía mucho que ver con los planteos folclóricos o provincianos de Fader o Gramajo Gutiérrez.

En “Lo indígena y la tierra en la pintura de Gambartes”, Roger Plá, ha expresado del artista que “mientras por la forma Gambartes se muestra como un pintor occidental culto, por el contenido es un indígena americano, un primitivo”.[4] Idea, la de Plá, que sin duda responde a la expresada por Sarmiento en su “Facundo” de la existencia primigenia de” dos civilizaciones diversas: la una española, europea culta, y la otra bárbara, americana, casi indígena”. Pero, notablemente la peculiar poética del rosarino salvará el obstáculo de tan notable dicotomía sin llegar, para hacer honor a la verdad, a la extrema definición de Plá…..y así es como en Leónidas Gambartes, lo “culto” y lo “bárbaro” se mixturan en extraña formula. Poco le importa al pintor navegar territorios mestizados donde casi ya se ha perdido el origen de los mismos. A Gambartes no le interesa ser vanguardista; tradicionalista o regionalista; solo le preocupa poder manifestarse infatigablemente a través de su propia poética.

 

Pintura, creencias y memoria

 

El arte de Leónidas Gambartes se inicia con cartones con alegorías humorísticas (“Prehistoria”, 1942); con maternidades que nos recuerdan el hieratismo de los mosaicos bizantinos o la pintura de Pubis de Chavannes; con escenas de la vida cotidiana dentro del ámbito de la gente de humilde condición (“La pileta”). Pero es evidente que su estética alcanzó la cúspide de sus posibilidades con obras de los ´ 50 como “Nocturno agorero” (1953). En ella las cabezas de dos agoreras parecen surgir de la inmensidad de un cielo campestre nocturno surcado por las figuras muy esquemáticas de algunos pájaros. Ambas agoreras son registros de una actitud cultual que indiscutiblemente escapa a la idea de una religión con dogma y liturgia como la cristiana.

“Nocturno agorero” nos abre un resquicio a la religiosidad popular; a un culto comprobado fehacientemente por la innegable presencia de “un imaginario social que incluye lo sobrenatural en la realidad cotidiana”.[5]

A excepción de algunas creencias como la islámica o de algunos períodos de la historia como el de la iconoclasia bizantina, los pueblos y las culturas configuran su fe con imágenes… Gambartes era un pintor y justamente trabajó con la imagen; como el mismo lo expresara, encaminándola hacia la captación de un “sentimiento de la superstición de lo mágico de la memoria de la tierra”.[6]

El artista rosarino pertenece a una época donde la memoria de ciertos hechos o mitos provenientes de la tradición popular tenía un rol protagónico. Memoria fundada casi exclusivamente en el relato oral transmitido de las generaciones pasadas a las más próximas. Siempre recordó las narraciones de su padre: mitos y leyendas que reflejaban toda una tradición del noroeste argentino. Leyendas donde los hombres tanto podían convertirse en pájaros como en sanguinarios lobizones.

Gambartes vive una época donde el “presentismo” aún no ha entrado en escena; donde aún no ha perdido vigencia “el sentido de la historia” o en definitiva la “capacidad de retener el pasado”[7]; donde los avances tecnológicos y la industria no han llegado aún a inundar a la sociedad de la idea de un presente y el olvido del pasado.

Creencias y memoria conforman así el dogma de la pintura de Leónidas Gambartes.

 

Sobre márgenes y marginados

 

Según ha referido Roger Plá, parece que Gambartes gustaba de vagabundear por los márgenes de la ciudad para poder observar con detenimiento “la gente que habita en los rancheríos dispersos de las barrancas, y a los el habitante de la ciudad llama despectivamente “la negrada”…”.[8] Es allí donde halla los elementos que le faltan para solidificar aún más las imágenes de su pintura, donde conoce la vida y creencias de esos habitantes de los márgenes de un Rosario que a partir de 1946 crece día a día en población.

Ese Rosario marginal, sirvió por ese tiempo de refugio a “lejanos descendientes de quien sabe que remotos mestizajes”[9] que habitan en ranchos muy precarios y en los que perduran entre otras cosas antiguos mitos trasladados por la superstición popular. Si retomamos el texto de Roger Plá se puede leer en el: “Esta “negrada” era en el fondo la presencia viva, para quien supiera intuirla, de lo que resta aún en el litoral del mundo indígena”[10] …allí es cuando nos damos cuenta del camino por el cual Gambartes arriba a ciertas esencias de una cultura indígena mestizada; expresada según el criterio de los habitantes de zonas marginales. Una cultura instaurada en los rancheríos y convertida en moneda corriente; una sociedad donde muchos de sus integrantes portan contra su pecho una pequeña bolsita con un “payé” en su interior: “un talismán o amuleto de poderes sobrenaturales que concede a quien lo lleva éxito en sus distintas actividades”[11] …una cultura donde con gran facilidad se desdibujan los bordes entre “lo propio” y lo tomado del europeo; donde el “payé” convive con la estampita de algún santo cristiano.

Pero el rosarino no le temía al desafío, y con un estilo de dominantes ortogonales que congelan la dinámica del cuadro acompasado por hieráticas figuras captó la esencia de los habitantes de las orillas de la ciudad santafesina.

Cuadro a cuadro y hasta su muerte, Gambartes, reflejó una sociedad suburbana de manera sumamente original que no guarda relación con la de ningún otro pintor de su época. Solo en parte sus cuadros podrían ser comparados con los del bonaerense Enrique Policastro, artista abocado a plasmar extremos márgenes de pobreza, soledad y abandono. Pero, de todos modos, en las obras de Leónidas Gambartes ronda un misterio que nos obliga a recorrer con nuestros ojos la superficie de sus cuadros; que va más allá de la mera consistencia de lo representado y nos ofrece siempre algo de una cultura sometida y marginada a la vera de una gran ciudad.

 

Los personajes de una obra

 

¿Cómo es posible pensar los personajes de Leonidas Gambartes?....para intentar responder a ello se nos hace necesario (por lo menos en esta ocasión) recurrir a la figura de otro creador: el escritor de policiales negros David Goodis (1917-1967).

Como Gambartes, Goodis, vivió solo aproximadamente medio siglo. Ambos convivieron con circunstancias que dificultaron no solo su hacer creador sino su propia existencia: el pintor problemas de visión y el escritor norteamericano la esquizofrenia de uno de sus hermanos y la suya propia.[12]

Goodis, describió en sus novelas, personajes que no pueden emerger de una marginalidad que los abruma, que intentan infructuosamente desprenderse de un pasado que los signa y agobia[13]; son seres próximos a los silenciosos personajes de Gambartes.

Si Goodis fue elogiado por la intelectualidad francesa a mediados de los ´ 60 fue porque su temática se relacionaba “con el clima del existencialismo, con el absurdo, la desesperanza, la falta de horizontes”[14] …acaso los hombres y mujeres de los márgenes rosarinos que inspiraron al pintor no experimentaban en carne propia los efectos de una vida sin horizontes. Si esta idea fuera correcta, Gambartes, habría volcado en sus personajes (al igual que el novelista norteamericano) un clima de desesperanzas….solo que los del rosarino se aferran a la magia y a la superstición como tabla de salvación. Allí es cuando Gambartes se interna en lo social al registrar cierto imaginario colectivo desarrollado por los ´ 50 y los ´ 60 en grupos humanos de gente marginada del contexto de una gran ciudad como Rosario; condenados por su origen a un futuro incierto y a una vida de privaciones. Son seres para los que el tiempo transcurre de otra manera distinta; tal vez alejado del vértigo moderno de las grandes urbes.

También los “payés” nos brindan indicios de un tiempo diferente. Cercanos, por cierto, a primitivos rituales de antiguas culturas guaraníes; alejados de toda creencia cristiana aunque en algunas situaciones ostenten pequeños crucifijos. El pintor los diseña bajo arcaicos y abstractizantes parámetros, pero los coloca en un contexto plástico donde los mismos se acercan mas a la idea de la representación estilizada de seres humanos que a la de que objetos “con competencias para curar males con una mezcla de rituales simbólicos y remedios naturales”.[15]

De todos modos, los personajes que inspiran la pintura gambartiana, no solo están excluidos de la posibilidad de un futuro positivo, sino también de ciertas realidades políticas, sociales o culturales muy típicas fundamentalmente de los ´60. Son seres distanciados de la “vida moderna” que se amparan en ciertos valores culturales de primitivo origen a modo de tabla de salvación.

Debemos pensar básicamente los personajes de Gambartes: como hombres y mujeres al margen de los grandes lineamientos. Como protagonistas de la obra de un notable artista que supo perpetuarlos en el tiempo a través de su pintura y convertirlos en un claro intento de abordar cuestiones de la existencia.

 

Bibliografía

 

BRUGHETTI, Romualdo, Nueva Historia de la Pintura y la Escultura en la Argentina, Ediciones de Arte Gaglianoni, Bs. As., 1994.

DELGADO, Edmundo Jorge; Mercado, Ramón y Rodríguez, Olga, "Cultos populares en la Argentina", Revista “Todo es Historia”, Bs. As., Num. 440 Marzo 2004.

FERNÁNDEZ DEL RIESGO, Manuel, “La posmodernidad y la cultura de los valores religiosos”, en: VATTIMO, Gianni y otros; En torno a la posmodernidad, Santa de Bogotá, Anthropos, 1994.

FRIDMAN, Liber, Liber Fridman. Pinturas, Ediciones de Arte Gaglianone, Bs. As., 1995.

GONZÁLEZ TORO, Alberto, “Apuntes de una vida muy negra", Revista de Cultura “Ñ”, Bs. As., N° 179, 03/03/2007.

LÓPEZ ANAYA, Jorge, Gambartes, Catálogo ArteBA 98, Génesis Galería de Arte, Bs. As., mayo 1998.

ORTIZ, Renato. Taquigrafiando lo social, La porosidad de las fronteras en las ciencias sociales (a propósito de Pierre Bourdieu.)), Siglo veintiuno, Bs. As., 2004.

PLÁ, Roger, Gambartes. Lo indígena y la tierra en la pintura de Gambartes, Ediciones Bonino, Bs. As., 1954.

RAVERA, María Rosa, Gambartes, CEAL, Bs. As., 1980.

SANTAMARÍA, Daniel, La cuestión de la religiosidad popular en la Argentina, CEAL, Bs. As., 1991.

WEXLER, Berta, “Luces y sombras en el crecimiento de la región de Rosario”, EN: Historia Regional, Sección Historia. Instituto Superior del Profesorado N° 3, Villa Constitución, N° 23, Agosto 2005.

WWW. Cuco.com.ar, recopilación de NAYA.

 

 

RESUMEN

 

Cuatro apuntes para un estudio sobre Leónidas Gambartes

 

En “Taquigrafiando lo social”, Renato Ortiz enuncia un antiguo interrogante de las ciencias sociales "¿Cómo es posible pensar la sociedad?". La pregunta abre la brecha para nuestro interrogante…. ¿Como es posible pensar la obra pictórica del rosarino Leonidas Gambartes?

Pretender concretar un estudio sobre Gambartes es, en definitiva, “pensar” la pintura del rosarino aún pese a la importante distancia temporal que lo aleja de nuestro presente; pese a lo poco que podemos obtener sobre sus propias ideas.

Los apuntes, según creo, nos pueden servir de excusa para reflexionar sobre lo estético y sobre la sociedad misma….sobre una sociedad que allá por los ¨50 o los ´60 recreaba “imaginarios colectivos” cargados de creencias mestizadas; sobre una sociedad que sirvió de referente a muchas de las imágenes del pintor.

 

Palabras Clave: poética gambartiana - creencias mestizadas - marginados - arte americanista

 

 

ABSTRACT

 

Four notes for a study on Leónidas Gambartes

 

In "Taquigrafiando lo social", Renato Ortiz enunciates an old question of social sciences "How is possible to think the society?". The question opens the breach for our question.... As it is possible to think the pictorial work of the rosarino Leonidas Gambartes? To try to make specific a study on Gambartes is, in definitive "thinking" the rosarino painting del still weighs to the important temporary distance that it moves away it of our present; in spite of little that we can obtain on its own ideas.

The notes, according to I create, they can serve to us as excuse to reflect on aesthetic and the same society....on a society that by ¨50 or ´60 recreated "imaginary loaded groups" of masticates beliefs there; on a society that served as referring to many of the images of the painter.

 

Key words: Poetic gambartiana - Mestizadas beliefs - Marginalized - Americanista art

 

 

Recibido: 11/04/07

Aceptado: 28/05/07

Versión final: 20/07/07

 

 

Notas



(*) Licenciado en Artes. (UNSAM). Profesor terciario y universitario. E-mail: jofrejorge2000@yahoo.com.ar

[1] ORTIZ, Renato. Taquigrafiando lo social, Siglo veintiuno, Bs. As., 2004, p. 134.

[2] RAVERA, María Rosa, Gambartes, Centro Editor de América Latina, Bs. As., 1980, p. 1.

[3] FRIDMAN, Liber, Liber Fridman. Pinturas, Ediciones de Arte Gaglianone, Bs. As., 1995, p. 15.

[4] PLÁ, Roger, Gambartes. Lo indígena y la tierra en la pintura de Gambartes, Ediciones Bonino, Bs. As., 1954.

[5] SANTAMARÍA, Daniel, La cuestión de la religiosidad popular en la Argentina, CEAL, Bs. As., 1991.

[6] RAVERA, María Rosa, op. cit. p. 3.

[7] FERNÁNDEZ DEL RIESGO, Manuel, "La posmodernidad y la cultura de los valores religiosos", en Gianni Vattimo y otros; En torno a la posmodernidad, Santa de Bogotá, Anthropos, 1994.

[8] PLÁ, Roger, op. cit.

[9] Ibídem.

[10] Ibídem.

[11] WWW. Cuco.com.ar, recopilación de NAYA.

[12] GONZÁLEZ TORO, Alberto, "Apuntes de una vida muy negra", EN: Revista de Cultura “Ñ”, Bs. As., Num. 179, sábado 3 de marzo del 2007, p. 18.

[13] Ibídem

[14] Ibídem, p. 19.

[15] LÓPEZ ANAYA, Jorge, Gambartes, Catálogo ArteBA 98, Génesis Galería de Arte, Bs. As., mayo 1998, p.21.